Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

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Nicaragua: La Pren-CIA y sus Sangrientos Sueños Contrarrevolucionarios.


En el mes de la Virgen María, la Madre de Dios. La Purísima como le profesamos con amor. En el mes del nacimiento del Niño Jesús. En el mes cuando los niños esperan los regalos de Santa Claus. 

El mes que los nicaragüenses nos despedimos de un año que finaliza y con alegría y esperanzas esperamos el Año Nuevo; el diario de la burguesía vende patria publicó toda una edición de su revista sobre la contrarrevolución armada de los años 80.

¿Por qué? ¿Será que no perciben los aires de las fiestas de navidad y el año nuevo como lo hace el resto de los nicaragüenses? ¿Será que la política criolla les importa más que el sano espíritu de paz y reunión familiar de diciembre?

 ¿Qué tipo de corazón y macabros pensamientos se tejen en las mentes de sus editores, que, en vez de hablar de tantas cosas cristianas e inspiradoras, decidieron tocar un tema de tantos amargos recuerdos remanentes en cada uno de los nicaragüenses que vivimos esa década?

Son muchas las preguntas, porque supuestamente ateos no son, materialistas científicos no son. Marxista –leninistas tampoco.

 Campesinos tampoco son y mucho menos cristianos para revivir la guerra en los días del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Las intenciones son únicas. “VALIDAR y REVIVIR la GUERRA entre los NICARAGÜENSES”

Aprovecharse de la falta de memoria histórica en las nuevas generaciones y pretender validarla como opción para “el cambio de régimen”, que promueve el gobierno norteamericano en Nicaragua.

Validar la guerra con mentiras y medias verdades. Solo en el primer párrafo encontramos la primer gran mentira “….la Contra, un grupo armado de campesinos sandinistas inconformes con la revolución……” . 

Sobre este tema podríamos discutir hasta el retorno del mesías, porque la verdad es que aun cuando escondan en sus articulados escritos la realidad hay muchas formas de que prevalezca la verdad.

“La Contra” fue un proyecto político-militar de guerra de la administración de Ronald Reagan contra la joven Revolución Popular Sandinista. 

Un proyecto de empecinamiento ultra-conservador USA bien estructurado y financiado oficial e ilegalmente aun a espaldas del congreso norteamericano. 

Un proyecto que hasta hoy sigue como opción en los planes norteamericanos para detener nuestro progreso, desarrollo, nuestras ansias de quitarnos el dominio gringo históricamente tradicional y lo peor aún, un proyecto para dividir más a nuestro pueblo y reabrir heridas que aún no se sanan totalmente.

La edición sobre la Contra de la Pren-CIA en mención, recoge y hasta traslada el estilo de escritores gringos como Timothy C. Brown, (quien sirviera como enlace del Departamento de Estado) han escrito.

 En su libro “The Real Contra War” Highlander Peasant Resístance in Nicaragua del 2001 (“La Guerra Verdadera de la Contra” La Resistencia Campesina en Nicaragua) el yanqui teje toda una serie de argumentos bien maquillados para denotar el origen campesino antisandinista del FDN por medio de la figura de un ex - guerrillero sandinista de Quilalí, que perteneció a la columna del legionario comandante sandinista Germán Pomares Ordoñez (El Danto) y quien desencantado con la repartición del liderazgo en los mandos militares del naciente Ejército Popular Sandinista a favor de los guerrilleros de clase alta en FSLN, se decide por el camino contrarrevolucionario.

 Con esto logran poner en segundo plano la participación de los GNs, los oportunistas políticos somocistas y anti-comunistas de la época como instrumentos de la guerra en Nicaragua de la CIA, el Pentágono, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento en Estado que estuvieron a cargo del “Proyecto Contra” en los 80.

Sin embargo, con una contundencia explicitaría meridional académica e irrefutables, las obras de 590 páginas “La Guerra y el Campesinado en Nicaragua (1998) de Orlando Núñez y un grupo de autores y el trabajo de Lynn Horton “Peasants in Arms” war and peace in the mountains of Nicaragua (1998) (Campesinos en Armas” La Guerra y la Paz en las montañas de Nicaragua entre 1979 a 1994) hasta la saciedad abordan el dilema socio económico entre los latifundistas, campesinos y los planes de la revolución iniciales hacia el campo, que por entusiasmo ideológico y el expertismo burocrático se dieron a lugar, pero que en ningún momento iba a generar una guerra de 10 años con 300 mil campesinos refugiados y más de 30 mil armados en la Contra. 

Es más, en sus 376 páginas Lynn Horton hace su estudio casualmente sobre Quilalí lo que viene a desmontar la manipulación bien tejida en la construcción de la historia de “del Padre de la Contra” quien era oriundo de esa ciudad y que se construyó para reclutar a tantos campesinos a favor de la guerra de Reagan. En todo caso el padre de la Contra se llama Ronald Reagan.

¿Pero cuántos campesinos y nicaragüenses en general pueden leer ese tan profundo material tan necesario para dar la batalla contra los manipuladores de siempre?

 ¿Cómo trasladarlo a aquellas zonas donde tiras frijol y nacen Contras? Recordemos, que periódicos como La Pren-CIA y radios emisoras como la Corporación por todo el planeta están siempre bajo el financiamiento externo proveniente del presupuesto de la CIA como abiertamente lo han develado las obras de Victor Marchetti y John D. Marks “La CIA Y El Culto Del Espionaje en 1975 y Philip Agee que se salió de la CIA en 1968 y en 1975 publicó “Inside the Company: CIA Diary” (En el Interior de la Compañía: El Diario de la CIA).

Esas dos últimas interrogantes deben ser respondidas con urgencia en el periodo pre-electoral, pues aun cuando con verdaderos Contras del FDN a todo nivel se puede hoy día conversar de manera sincera en el traslado de experiencias y opiniones sobre esa década. 

Los nicaragüenses debemos alcanzar ese nivel de comunicación entre sandinistas y miembros de la resistencia.

 No son los gringos ni los Chamorros los que tienen que escribir nuestra propia historia! Entendamos todos, que las intenciones de los que pagan para que nos vivamos enfrentando entre hermanos nicaragüenses es tan enorme como sus presupuestos e intenciones políticas.

Recordemos el ejemplo vivido. Como a los campesinos los hicieron Contras y comenzaron a disparar a matar a sus brigadistas tan queridos de la alfabetización. 

Durante la Cruzada Nacional de Alfabetización de marzo a agosto del 80 se logró fraternizar entre jóvenes y campesinos, el campo y la ciudad que simplemente era inimaginable la guerra que vendría.

Esto es muy importante, que los jóvenes, las futuras generaciones y la población en general reparen más sobre el peligro la llama de la guerra que pasamos por alto una vez más en abril del año pasado, pero que insisten desde la redacción de la Pren-CIA en que se repita ese horror.

¿Cómo comenzó la guerra en los 80? ¿Dónde, cuándo y cómo se dio el primer disparo? ¿Quién o quiénes fueron los primeros muertos? 

¿Alguien en este país de 6 millones de habitantes conoce y recuerda sus nombres? ¿Quiénes y cómo nos empujaron a odiarnos tanto? ¿Realmente alguien pudo imaginar en agosto del 79 el nivel de guerra a los que nos enfrentaríamos los nicaragüenses hasta 1990 y 95 posteriormente con los re-Contras y re-Compas? 

¿Cuantos ricos de este país participaron en los 12 mil combates registrados? ¿Cuantos ricos murieron?

¿Por qué en 17 años los gobiernos de la Violeta Chamorro, Arnoldo Alemán y Alejandro Bolaños no hicieron nada por los campesinos que pelearon en la Contra de verdad? ¿Saben los campesinos a conciencia que los dueños de la Prensa estuvieron en ambos bandos y solo en posiciones privilegiadas?

 ¿Recuerdan los Contras campesinos, que uno de los hijos de Doña Violeta fue el director del diario sandinista Barricada y otro hermano fue miembro del directorio político del FDN?

 ¿Pueden entender los campesinos lo utilizados que han sido por las elites de la política criolla a lo largo dela historia nacional, para como no volverse a prestar a morir gratuitamente por la burguesía local o el imperialismo norteamericano?

¿Podrán los EE. UU de nuevo armar el proyecto Contra? 

Tal vez si, tal vez no todos. Los ricos suelen decir que con la plata baila el mono. Como monos los han visto siempre. De una u otra manera esta es una triste realidad. 

Relata el periodista norteamericano Glenn Garvin en su libro “Cada uno tiene a sus propio gringo- La CIA y la Contra”, que los guardias nacionales que entrenaban a los primeros campesinos en Honduras les llamaban a estos últimos “los come mono” porque supuestamente no eran aptos para la guerra. 

Lo más inverosímil es que la guardia nacional de Somoza se nutría solo de campesinos, lo que explica lo desclasados en que el sistema somocista los convertía para olvidad todo tipo de nexo con su propia naturaleza campesina y reprimirlos con toda la crueldad posible sin ningún sentimiento de solidaridad campesina o humanismo alguno.

Y desde luego que no podemos responder a tantas preguntas y menos solucionar en la práctica por lo menos una. Lo que sí podemos hacer es profundizar la conciencia popular de lo que nos sucedió en esa parte de la historia reciente.

 Por eso más que hacer apología de la guerra y el favor a los Chamorro y a los gringos de reunir de nuevo su ejército Contra-campesino, profundicemos la verdadera reconciliación entre los hombres que una vez se enfrentaron. 

Esa es la obligación de la generación de los 80s de los nicaragüenses, de padres y madres de esa nueva generación que camina al frente con una venda en el ojo y va al encuentro de la guerra política-militar.

Y como ya vienen las elecciones y nos harán recordar el capítulo de los 80 de varias formas. 

Recomiendo, que cada vez, que los norteamericanos y la burguesía local nos quieran ver enfrentados por medio de trabajos como el de la Pren-CIA, donde se nos oculta el horror de la guerra y nos quieran venir a cantar cantos de sirena en nuestra historia, visitemos los mercados y veremos a combatientes sandinistas y del FDN con chalecos de color verde parqueando carros y que no todos los ciudadanos conocen sus historias, ni las valoran y ni aprecian su trabajo, pues ni siquiera desean dar los 20 córdobas que piden de colaboración.

Hablen con ellos y con los miles de lisiados de guerra, que no tienen para cubrir para sus gastos médicos. Hablen con las madres e hijos de los caídos en combate y les explicaran que ellos no eran carne de cañón de los sueños de hegemonía imperial yanqui en nuestro país.

A la falta de conciencia histórica de un pueblo este puede vivir eternamente en su propio apocalipsis. Parece exageración y más para quien no lo ha vivido. 

Al finalizar el prólogo del libro “un Despertar de Fuego y Sangre” que escribimos entre sandinistas y Comandos del FDN, Leonardo Zeledón del Comando Regional San Jacinto concluyó con una exclamación pidiéndole a Dios que la reconciliación de los 90 fuera la última. 

Pero parece que con medios que propaguen el enfrentamiento entre hermanos de formas tan perversas y maquilladas como la Pren-CIA y sus patrocinadores extranjeros, la reconciliación siempre será la mejor búsqueda del camino hacia la paz.

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