Pablo Gonzalez

Nicaragua: Aprendamos de la historia: unidad, organización y acción frente al peligro


En Octubre del 2015 el periodista independiente Nil Nikandrov público en los Estados Unidos un extenso reportaje en que develaba un plan secreto de los Comunidad de Inteligencia yanqui (que incluía a la DEA, posteriormente expulsada de Bolivia), llamado “Rey Desnudo”

Esta trama incluía, desde crear matrices comunicacionales y narrativas orientadas al desprestigio personal del Presidente Evo y su entorno, el espionaje y seguimiento electrónico, hasta la siembra de “pruebas” de participación en el narcotráfico internacional del Estado Boliviano. 

Un poco más tarde, en el 2017 los congresistas ultraderechistas Ileana Ros-Lehtinen y Marco Rubio, ambos reconocidos enemigos de las organizaciones y gobiernos populares de Americe Latina, dejaron entrever, desde el año 2017 que algo grande estaban tramando los Estados Unidos contra el gobierno del presidente Evo Morales Ayma. 

“Si no prestamos atención a Bolivia, pronto se convertirá en una Cuba, en otra Venezuela” decía por entonces la representante de la gusanera cubana. 

Por esa misma época, en altos cargos de representación castrense en la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia en Washington, servían dos autores criminales necesarios en el futuro golpe de Estado contra el gobierno del Presidente Evo Morales: Los generales Williams Kaliman Romero y Yuri Calderón.

Estos traidores con el tiempo (en diciembre del 2018 y en abril del 19, respectivamente) ocuparían los cargos titulares del Ejército y la Policía de Bolivia. Evo les llamaba a ambos, “hermanos”.

Los órganos de inteligencia dirigidos por ambos individuos, “cegarían” al Presidente y su entorno cercano y le ocultarían la información vital para prevenir el golpe de Estado.

La CIA, con gran libertad de acción y profuso financiamiento aprobado por las altas esferas del Estado profundo gringo , formaría una gran “fuerza de tarea” dedicada a la subversión, compra de conciencias, planificación y ejecución del golpe con varios escenarios posibles, que obviamente siempre incluyeron la violencia y la destrucción del M.A.S como opción política y como Organización revolucionaria. 

Evo se dió cuenta demasiado tarde de la magnitud y amplitud del golpe. 

Cuando quiso maniobrar supo que no solo los gringos, la OEA, los gobiernos de Colombia, Brasil y Chile, las organizaciones de derecha facistoides de Santa Cruz y otras regiones de Bolivia, los líderes de la oposición política, etc., sino que su principal apoyo institucional: Las FF AA y la Policía estaban coludidas. 

Sólo su Partido y la mayoría del pueblo indígena, rural y pobres urbanos se mantiene sólidamente en disposición de lucha. 

El Presidente y el M.A.S. ya fuera del gobierno por el uso de la fuerza, luchan por darle conducción a la resistencia y revertir la trágica situación.

Cumplida, en lo general, su misión nefasta esa fuerza de tarea de inteligencia y subversión de seguro va a reforzar a las que ya actúan contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Como me comentaba un compañero, la coyuntura se torna aún más delicada para nuestro país y Venezuela ante “el éxito” inicial de las fuerzas antidemocráticas lideradas por los yanquis en Bolivia que lograron su objetivo de sacar del gobierno -por la fuerza- al compañero Evo Morales Ayma. 

Y aunque nada esta aun claro, ni nada es definitivo en la realidad política actual en Bolivia, ese nefasto precedente envalentonará a la jauría antisandinista y a nuestros enemigos extranjeros, principalmente al Imperialismo yanqui. 

Ya lo “advirtió”, profiriendo amenaza directa contra Nicaragua, el deleznable presidente yanqui.

Si el pueblo boliviano no sale de manera decidida, organizada y permanente a la calle a luchar contra el golpe y sus implicaciones nefastas, el crimen se habrá consumado y los perros de la guerra y la infamia volverán (obviamente) su fauces contra Nicaragua y Venezuela, aún con más incidencia, tratando de acortar plazos y desencadenar sucesos graves para nuestros dos países.

Estoy muy claro del gran trabajo que nuestro gobierno desarrolla en el marco de la Constitución y las Leyes para asegurarnos de que la paz y la tranquilidad sigan reinando en nuestro, país y que tienen en cuenta cada peligro al que nos enfrentamos.

Pero la militancia sandinista organizada debe de estar alerta siempre, debemos organizarnos aún más, preparar alternativamente la estructura partidaria que nos dió el triunfo sobre la dictadura somocista, la disciplina por la que vencimos en la guerra impuesta de los años ochenta. 

Casa a casa cuadra a cuadra, con las cadenas de mandos de tiempos de lucha, con compañeros probados (que no se rajan) al frente de ellas. Estructuras que deben estar listas para que no nos agarren con las nalgas peladas.

Y mientras debemos unirnos, escucharnos, entendernos en democracia centralizada y con la gran herramienta de la crítica y autocrítica revolucionaria.

Se escucha nuevamente una de las mejores consignas, cuya realización no dió tantas victorias: “Pueblo, Ejercito, Unidad: Garantía de la Victoria” y la enseñanza leninista a todos los revolucionarios que luchan por un mundo mejor y se enfrentan al poderío de las fuerzas del Capitalismo global: " El proletariado no dispone en su lucha por el Poder, de más arma que la organización". Hay que hacerlas realidad cada día.

No nos durmamos, construyamos nuestros propios sistemas de inteligencia partidaria, desconfiemos siempre, seamos amables, pero apoyemos a nuestra gente en estos momentos tan difíciles causados por el golpismo.

Fortalezcamos a nuestro Partido rojinegro en los territorios, discutamos fraternalmente nuestras debilidades a lo interno con el único objetivo de optimizarlas, que los líderes locales escuchen a los compañeros de las bases, no despreciemos la experiencia y la entrega probada del Sandinismo histórico e integremos siempre a los jóvenes porque ellos son el relevo que garantiza la continuidad de la lucha del Frente Sandinista. Unos y otros somos indispensables.

No toleremos la corrupción dentro del Estado y el Partido, pues hace más daño que un batallón de soldados enemigos.

Identifiquemos y neutralicemos (evitando si, procesos injustos y purgas) a los enemigos agazapados dentro de nuestro gobierno y entre nuestras filas.

No nos descalifiquemos por asuntos personales, prejuicios o sucesiones. 

Acordémonos que como dice el adagio,” la condena es tan fuerte, como lo es su eslabón más débil”, así que fortalezcamos a los inseguros y vacilantes, pero nunca se los entreguemos al servicio de los enemigos.

No son los que más gritan o los que ostentan el cargo más alto los que detienen la embestida del enemigo, sino los que tienen más conciencia de clase. 

El pueblo no tiene amigos dentro de la oligarquía, la burguesía, el clero y el entorno neoliberal. En algún momento muestran el pomo del puñal.

No hay donde perderse: Si nos descuidamos, nos confiamos y separamos, le daremos ventaja a nuestros enemigos y corremos el riesgo de volver a empezar la lucha desde las catacumbas.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter