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Nicaragua – la profunda mentira neocolonial


En Nicaragua, los medios corporativos occidentales y alternativos se han superado a sí mismos en su habitual hipocresía al no informar o investigar los eventos del 2018 que pretenden a reportar. 

Entrevistaron a casi ninguna, si es que en algún momento lo hicieron, de los muchos miles de víctimas de la violencia de la oposición política en Nicaragua. 

En cambio, han reproducido todas las mentiras y tergiversaciones de la oposición, culpando falsamente al gobierno de toda la violencia. 

Quizás los únicos reporteros de habla inglesa que han informado de primera mano sobre la violencia asesina de la oposición nicaragüense han sido Max Blumenthal y Dick Emanuelsson, junto con unos otros pocos escritores independientes.

 He aquí algunas citas de ellos en relación a la violencia de la oposición nicaragüense en 2018:


«Lo que más me llamó la atención fue el grado de violencia sádica que se ejerció contra los partidarios corrientes de los sandinistas durante el período en que se ordenó a la policía nacional que se quedara en sus cuarteles».


«…la OEA, todavía dominada por los Estados Unidos, también ha sido activada en exceso, dando una mano en el esfuerzo de cambio de régimen al culpar al gobierno de toda la violencia que está ocurriendo en Nicaragua, mientras que ignora la violencia de la oposición».


«Relatamos ahora la historia del caso de Leonel Morales, presidente de un sindicato estudiantil elegido por los miles de estudiantes de Upoli. Seis semanas después de ocupar la universidad, los terroristas lo secuestraron, lo torturaron y le dispararon cuatro veces».


«Los edificios públicos y las casas de los partidarios del gobierno fueron quemados por los manifestantes; las tiendas fueron saqueadas; la mayoría de los negocios y todos los bancos y escuelas fueron cerrados. 

La principal escuela secundaria para 3.700 alumnos fue incendiada dos veces…. Al principio los manifestantes tenían morteros caseros, pero más tarde muchos adquirieron armas más serias como los AK-47; los alborotadores asalariados se encargaban de las barricadas durante la noche. 

Un oficial de policía capturado cerca fue torturado y luego asesinado, su cuerpo quemado en una barricada».

Los reportajes de estos escritores, con sus relatos de las víctimas y los testigos de la violencia de la oposición en 2018, son irrefutables. 

Confirman que los medios de comunicación corporativos y alternativos occidentales, las ONGs de derechos humanos, la Organización de Estados Americanos y la ONU han omitido deliberadamente a reportar la violencia de la oposición, el componente determinante del fallido intento para derrocar el gobierno legítimo de Nicaragua. 

De hecho, las pruebas documentales y de vídeo, por ejemplo aquí, aquí y aquí, de la violencia armada contra la policía, los funcionarios del gobierno, los partidarios sandinistas y los transeúntes no partidistas son abrumadoras.

LAS MENTIRAS DE LOS MEDIOS YA NO TIENEN EL MISMO EFECTO.

Aún así, cuando a los medios de comunicación occidentales se ha quejado de sus falsedades y tergiversaciones, las quejas han sido recibidos con completo silencio o, a lo mejor, con respuestas incongruentes y evasivas. 

 Un ejemplo reciente de este fenómeno fue un intercambio con el Irish Times sobre un reportaje en dos partes de Michael McCaughan que omitía cualquier relato o testimonio de parte de las víctimas sandinistas de la violencia de la oposición. 

El reportaje se basó casi enteramente en fuentes de la oposición y en informes sesgadas a favor de la oposición nicaragüense elaborados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y sus organismos afines.

LA DERECHA EN NICARAGUA COMETIÓ ASESINATOS.

En respuesta al hecho de que los activistas de la oposición asesinaron a los sandinistas Lenin Mendiola y Miguel Ramos, McCaughan descartó los fehacientes testimonios de testigos y sólidas pruebas balísticas en base a que se condenó a los asesinos de Mendiola y difama a Ramos repitiendo la propaganda de la oposición de que Ramos era «miembro de un grupo paramilitar progubernamental. 

El canal independiente de noticias 100% Noticias lo describió como ‘el jefe de los paramilitares’ en Estelí. Es probable que haya sido asesinado por un manifestante».

LOS MANIFESTANTES ESTABAN ARMADOS.

Confirmando, por cierto, que los manifestantes estaban armados y eran violentos, este comentario también repite varios aspectos cínicos de la propaganda de la oposición. 

Describir la estación de televisión 100% Noticias, alineada con la oposición, como «independiente» es especialmente ridículo cuando su director ha sido notorio por sus discursos de odio anti-sandinistas y su incitación a la violencia, por ejemplo incitando mientras en el aire a los activistas de la oposición a quemar la estación de radio sandinista, Nueva Radio Ya, lo cual hicieron.

EL PUEBLO SE ORGANIZÓ PARA DEFENDERSE DE LA VIOLENCIA OPOSITORA.

Miguel Ramos como todos los sandinistas en Estelí, donde vivo desde hace 25 años, se organizó con su comunidad en autodefensa contra los violentos activistas de la oposición y sus delincuentes pagados que controlaban el tranque ubicado en la Carretera Panamericana, que utilizaban como base para atacar otras partes de Estelí . 

Con la policía en sus cuarteles como condición para las conversaciones de paz, los sandinistas de todo Estelí organizaron sus comunidades para protegerse a sí mismos y a sus familias contra la violencia y la intimidación de los merodeadores pistoleros y matones de la oposición.

LA ORIENTACIÓN DEL FSLN.

La orientación dada por las autoridades locales y la estructura del partido sandinista local era de ir directamente a casa después del trabajo y quedarse en casa, una orden que se cumplió por todas las familias sandinistas durante casi dos meses. 

Cuando la policía finalmente se movilizó para despejar los tranques a principios de junio, uno en el propio Estelí, al lado del hospital regional, y otro en La Trinidad a 25 km al sur, pidieron voluntarios con experiencia de ese tipo de operación. Miguel se ofreció como voluntario.

 Sólo una persona murió en esas acciones para despejar los tranques porque fueron cuidadosamente planeadas y ejecutadas. 

Esa persona era el mismo Miguel, muerto a sangre fría por un pistolero de la oposición que disparó desde una casa cercana una vez que la operación ya se había terminado con éxito.

MCCAUGHAN NO TIENE IDEA DE LO QUE REALMENTE SUCEDIÓ.

Su respuesta confirma que el Irish Times falló en su deber básico de buscar los hechos, entrevistar a testigos, comparar versiones, hacer todo el trabajo aburrido y duro que se supone que deben hacer los periódicos genuinos. 

Por ejemplo, en respuesta a la queja al Irish Times, McCaughan recicla relatos de segunda mano de los eventos del 30 de mayo, en Managua y en otros lugares, sin notar que entre las fatalidades de ese día había muchos partidarios sandinistas además de 20 oficiales de policía heridos por pistoleros de la oposición en Managua. Nunca entrevistó a ninguna de esas víctimas, basándose sus comentarios especulativos en informes altamente cuestionables y controvertidas de Amnistía Internacional.

La falta de cumplimiento de su trabajo básico como reportero también figura en la respuesta de McCaughan a las críticas de sus informes cuando él cita el caso del policía Faber López, asesinado el 8 de julio 2018, para intentar justificar su siniestra y absurda afirmación que, de los 22 policías asesinados por la oposición nicaragüense, varios fueron asesinados por sus propios camaradas. Dick Emanuelsson aborda esta mentira de la oposición en su informe sobre la masacre de agentes de policía en El Morrito. 

En el caso de Faber López, un equipo de escritores independientes ha derribado completamente esta burda mentira opositora, y su trabajo ha sido fortalecido por esta entrevista a la viuda de Faber López.

En respuesta a las críticas relacionadas con las violentas protestas en Estelí, McCaughan cita al grupo de expertos de la OEA que informó que «las protestas en Estelí fueron pacíficas y la respuesta violenta del Estado no fue provocada». 

Al respecto, Francisco Valenzuela, Alcalde de Estelí, me confirmó en una conversación el día de hoy que en ningún momento fue contactado por ningún funcionario de la OEA ni por ningún grupo extranjero de derechos humanos. 

Esas instituciones y organizaciones no hablaron con testigos clave del atentado que pretendió incendiar la Alcaldía de Estelí la noche del 20 de abril de 2018. 

Por ejemplo, aparte del propio Valenzuela, no tomaron testimonio de los más de 20 policías y trabajadores municipales heridos por los violentos manifestantes de la oposición. 

También omitieron registrar el inventario de más de US$70.000 de daños, incluyendo daños por intento de incendio provocado, a las oficinas municipales, a los vehículos municipales y a las propiedades adyacentes causados por el uso de cócteles molotov, morteros caseros, armas de fuego y lanzamiento de piedras.

LOS INFORMES DE LA OEA, ONU Y ONG.

Los informes de la OEA, la ONU y las ONG de derechos humanos sobre los acontecimientos en Nicaragua en 2018 no tienen valor. Se basan enteramente en los relatos de la oposición y excluyen el testimonio de miles de víctimas de la violencia de la oposición. 

El impacto de las deficiencias de sus reportajes, de hecho de mala fe, se ha agravado porque la gran mayoría de los medios de comunicación las han difundido también sin entrevistar a las víctimas de la violencia de la oposición en Nicaragua. 

Aparte de ese fracaso profesional, cualquier reportero de buena fe habría preguntado por qué todas las instituciones de derechos humanos y las ONG ignoran sistemáticamente los testimonios de las autoridades nicaragüenses. 

Como mínimo, podrían haber tomado nota de la reprimenda a Luis Almagro, Secretario General de la OEA, de parte del Ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, en relación a la violencia de la oposición nicaragüense preguntándose sobre qué base las autoridades nicaragüenses hicieron esa reprimenda sin precedentes.

LA GRAN MENTIRA.

La gran mentira neocolonial es que los gobiernos, instituciones y medios de comunicación occidentales promueven la justicia y la democracia, cuando en cada oportunidad hacen exactamente lo contrario. Hacen acusaciones falsas y luego le niegan al acusado una defensa. 

Al hacerlo, niegan a sus propios pueblos el derecho democrático a la información necesaria para poder formar una opinión justa. 

Mientras que internacionalmente el gobierno de Nicaragua es acusado injustamente, dentro de Nicaragua la mayoría de la gente apoya al gobierno y rechaza a la oposición política por haber tratado de destruir a Nicaragua en 2018, causando luto, dolor, daño y sufrimiento a decenas de miles de personas.

https://www.redvolucion.net/2019/08/26/nicaragua-la-profunda-mentira-neocolonial/

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