El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumple 100 días en el poder con los índices de su popularidad en caída libre, algunas promesas cumplidas, dos ministros destituidos y pugnas internas en el seno del Ejecutivo.
"Confieso que me gustaría más agilidad, pero es un gobierno nuevo, muchos de nuestros ministros no tienen vivencia política y eso ralentiza un poco nuestra andadura", dijo el lunes en una entrevista con la radio Jovem Pan.
El exmilitar, de 64 años, presenta como un gran logro el lanzamiento de la reforma de las jubilaciones, uno de los pilares de su campaña electoral para, según él, reactivar la asfixiante economía brasileña y evitar que el "país quiebre en 2022".
Sin embargo, la falta de alianzas firmes en el Congreso mantiene todavía la propuesta en el aire, lo que ha provocado malestar y preocupación entre los mercados e inversores, que la consideran esencial para disminuir el déficit.
También se ha aprobado un polémico decreto que flexibiliza la posesión de armas y la privatización de una decena de aeropuertos.
Pero el controvertido mandatario, que asumió el poder el 1 de enero, se encuentra lejos de las 35 metas que prometió para los 100 primeros días de gobierno.
El excapitán de reserva cuenta con un ejecutivo fraccionado entre militares, tecnócratas y seguidores del escritor de extrema derecha y 'gurú' de Bolsonaro, Olavo de Carvalho, agrupados entorno al canciller Ernesto Araújo, que hacen todavía más difícil lograr algunos de sus objetivos.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, con su ejecutivo en Brasilia, Brasil. 1 de enero de 2019. / Ueslei Marcelino / Reuters
"El gobierno derrapó por una ausencia de ejercicio político y de una administración racional", explicó el sociólogo Rodrigo Pranda a O Estadao. Según Pranda, si Bolsonaro ha obtenido ese índice de desaprobación es por la crisis gestada dentro de su propio gobierno: "Fue por declaraciones infelices del propio presidente, la intervención de sus hijos en cuestiones de Estado o por los propios ministros muchas veces inoperantes y que han creado situaciones difíciles", opina.
El pasado domingo, una encuesta de la firma Atlas Político reveló que el mandatario ultraconservador tuvo la peor evaluación en los tres primeros meses de un primer mandato desde la redemocratización de Brasil en 1985.
Pesquisa AtlasIntel revela queda de popularidade do governo Jair Bolsonaro. Confira a integra da pesquisa aqui: http://atlaspolitico.com.br/downloads/Pesquisa%20Atlas%20040319.pdf …
Mientras, Bolsonaro sigue levantando polémicas e incendiando las redes sociales, donde cuenta
con millones de seguidores. En internet, el presidente anuncia desde decisiones gubernamentales hasta vídeos de contenido obsceno para criticar las comparsas del Carnaval.
Estos son solo algunos de los asuntos más polémicos generados por el presidente durante estos 100 días.
Conmemorar la dictadura
El escándalo más reciente ocurrió en marzo, cuando Bolsonaro ordenó que se celebrasen actos para conmemorar el 55 aniversario del golpe militar de 1964, que dio paso a una dictadura en el país sudamericano que se extendió durante 21 años.
La iniciativa generó una oleada de críticas en la sociedad. Un día después, echó marcha atrás y aseguró que no habría "conmemoración", sino "rememoración".
Base militar de EE.UU. en Brasil
En su primera entrevista tras asumir la Presidencia, Bolsonaro declaró que se podría discutir una posible base militar estadounidense en Brasil. Días después también cambió de parecer tras el malestar generado entre las Fuerzas Armadas.
En marzo, durante su reunión en Washington con su homólogo, Donald Trump, se cerró un acuerdo entre ambos países que permite el uso comercial por parte de EE.UU. de la base espacial brasileña de Alcántara, situada en el estado de Maranhao, para el lanzamiento de satélites, misiles y cohetes.
Cambio de política exterior
Bolsonaro apostó por dejar a un lado sus relaciones con China, principal socio comercial de Brasil, y estrechar alianzas con países dominados por líderes de derecha como Trump, el mandatario chileno, Sebastián Piñera, o el israelí, Benjamin Netanyahu.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante su visita a Jerusalén. 1 de abril de 2019. / Menahem Kahana / Reuters
El traslado de la embajada de Brasil a Jerusalén, reconociendo así a la Ciudad Santa como capital de Israel, suscitó muchos cambios de opinión del presidente, presionado por la bancada evangélica y, por otro lado, por la industria agropecuaria.
Con esta decisión, los productores veían amenazadas las relaciones comerciales –Brasil es uno de los mayores exportadores de carne a los países árabes– con sus socios musulmanes. Finalmente, el presidente se limitó a anunciar la apertura de una oficina de negocios en Jerusalén.
Caso Queiroz
Bolsonaro, que hizo de la lucha contra la corrupción otro de sus mantras de campaña, se vio salpicado junto a su mujer y uno de sus hijos, Flavio, en un caso de "pagos atípicos".
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, junto a su hijo Flavio. 27 de noviembre de 2018. / Adriano Machado / Reuters
Según el Consejo de Control de Actividades Fiscales de Brasil (COAF), el senador Flávio Bolsonaro recibió 48 depósitos por un total de 24.000 dólares en un solo mes de su chófer, Fabricio Queiroz, quien también ingresó dinero en las cuentas de la esposa del presidente. La investigación continúa su curso.
Destituciones
En estos tres meses de Gobierno, Bolsonaro ha sustituido a dos de sus ministros. El pasado lunes, el presidente cesó al responsable de Educación, Ricardo Vélez, quien días antes también negó el golpe de Estado y prometió "una versión más amplia de la historia" en los libros escolares.
A mediados de febrero, el mandatario destituyó a una de las personas más próximas durante su campaña, el titular de la Secretaría General de la Presidencia, Gustavo Bebianno, envuelto en un escándalo de financiación electoral.
Marta Miera
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