Emma Daly, periodista que dirige las comunicaciones de la ONG Human Rights Watch, que vigila el respeto a los derechos humanos, denunció en el diario The Washington Post que Oscar Arias le tocó los senos cuando ella ejercía como reportera para el medio costarricense en inglés, The Tico Times, en 1990.
El diario estadounidense hizo la publicación este martes a las 10:42 p. m. en un artículo firmado en Ciudad de México por el corresponsal para América Latina, Kevin Sieff, con la colaboración de Gabriela Martínez.
En su cuenta de Twitter, Emma Daly tuiteó la información y comentó: “No como quisiera aparecer en una noticia, pero creo que es importante hablar ya que tengo ese privilegio #MeToo”.
Daly dijo a The Washington Post que el caso ocurrió en 1990, en el vestíbulo del hotel Intercontinental, en Managua, en una visita que Arias hizo a ese país durante el proceso electoral.
En un momento, le hizo una pregunta y, cuenta que Arias, en lugar de responderle, le pasó la mano por los senos y exclamó: “No llevas brasier”, según consignó el diario estadounidense.
Daly dijo que quedó tan nerviosa que lo único que pudo pensar y decir fue “sí lo ando".
Agregó que no presentó una denuncia formal contra Arias porque consideró que en ese tiempo ese tipo de actos no era algo extraño en América Central.
"No había mucho que pudiera hacer al respecto”.
Poco después de salir del hotel, le contó a su novio, Joe Gannon, lo que había sucedido.
En una entrevista telefónica con The Post, Gannon recordó cómo Daly describió el incidente.
“Ella estaba enojada”, dijo, recordando que exclamó “¿Puedes creer esto?”.
Emma Daly también le contó a Santiago Lyon, a quien conoció a mediados de los 90 y con quien se casó, sobre el incidente.
“Ella estaba horrorizada, obviamente, pero no molesta”, dijo Lyon. “Fue más una especie de asombro por lo que había sucedido”.
Este martes, también la periodista Nono Antillón, que trabajó para Arias en comunicaciones con la prensa cuando él era precandidato presidencial liberacionista en 1984-1985, declaró que el político le tomó su mano y se la puso en su pene.
Además, agregó que la besó sin su consentimiento. En ese momento, ella tenía 25 años.
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