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DIME LO QUE LEES Y TE DIRÉ QUÉ OPINAS



En una reunión de amigos casi siempre se suele hacer un intercambio de opiniones con respecto a un tema concreto. 

El problema no está en las diferentes opiniones que se tengan; no, el problema está en que se hace un intercambio de opiniones ajenas. 

Se repiten palabras que pronunciaron otros, pero uno las toma como propias y, hasta se llega a defenderlas como si fueran hijas de nuestra inteligencia.

Se suele decir:

"He leído en la prensa.......", "me dijeron que........", "el telediario dijo.......", "salió publicado que......", "me dijo un amigo que......"; todas son opiniones ajenas que han penetrado en nuestras mentes por los medios de comunicación o de boca a boca y de las cuales nos hacemos portavoces conscientes o inconscientes.

Y así vamos repitiendo como loros todo lo que oímos; inclusive, vamos compartiendo imágenes por las redes sociales, que también son opiniones ajenas, y, sin no estamos atentos, terminamos siendo cómplices de las intenciones que encierran.

Dice un proverbio chino: "Si te crees todo lo que lees, no leas"; ahí está la clave: creer o no creer.

Cuando se cree en algo y eso se da por cierto sin la previa investigación y comprobación de los hechos, la inteligencia deja de funcionar y comienza a desarrollarse uno de los peores virus mentales: "el prejuicio" (El prejuicio es la acción y efecto de prejuzgar (juzgar las cosas sin tener cabal conocimiento o antes del tiempo oportuno).

Un prejuicio, por lo tanto, es una opinión previa acerca de algo que se conoce poco o mal).

También existe otro término similar que es "el preconcepto" (Término que se usa para expresar la formación de un juicio o de un concepto en alguien acerca de una cosa pero de una manera anticipada, es decir, la persona en cuestión se forma en su mente una idea o pensamiento antes de tiempo, prematuramente y antes de, por ejemplo, disponer de una evidencia o de certeza real y directa sobre ello).

Ya sea cuando tenemos un conocimiento, o cuando conseguimos un dato real, o cuando recibimos la versión de una persona cualificada y confiable, entonces, podríamos considerar la posibilidad de incorporar esa opinión como propia, porque hemos hecho un esfuerzo intelectual para intentar aclarar la verdad de los hechos.

Aún así, siempre se debe dejar un margen para cambiar de opinión si es otra la realidad que lo exige. Es evidente que la opinión emitida por los científicos de épocas anteriores con respecto a la realidad que observaban, es muy diferente a las opiniones que hoy pueden emitir los científicos actuales que han sido ayudados por una tecnología que muestran otras realidades.

Supongamos (y ésto es una experiencia real), que una persona lee, ve y escucha repetidamente una comentario negativo sobre un gobernante determinado; supongamos que acepta ese comentario como cierto, así, sin más; es seguro que terminará por tener un "preconcepto" que compartirá en forma de "opinión" con sus semejantes.

Posiblemente conviva con ese "preconcepto" durante años; pero, pasado el tiempo, cuando alguien comienza a desmentir con hechos y evidencias los comentarios despectivos emitidos y publicados, se crea en esa persona un conflicto interno que demostrará el grado de independencia o de sumisión que demuestra.

Los preconceptos a uno lo ponen en una posición de intransigencia tal, que resulta muy difícil admitir que estuvimos equivocados durante tanto tiempo.

Peor aún es cuando el preconcepto se convierte en prejuicio, entonces, no sólo se eluden las evidencias, sino que se combaten y la inteligencia queda paralizada.

Aclaremos conceptos.....

Significado de OPINIÓN:

En la filosofía de Parménides: "Es la idea confusa acerca de la realidad y que se opone al conocimiento tenido éste como verdadero".

Del latín "opinión" deriva del verbo "suponer", "imaginar", "creer", "juzgar". "Grado personal de verdad, impresión o certeza"

Resumiendo, las opiniones surgen de lo que leemos y oímos, pero, sin tener la certeza total de la veracidad de lo que expresamos. Si uno quiere acercarse a la verdad de los hechos, entonces, debemos aplicar el filtro de la reflexión antes de aceptar y admitir como buena una opinión, aunque se repita y se repita de forma constante por la mayoría de los medios de comunicación posibles.

Parecería que en primera instancia nos van instalando un preconcepto sobre alguien o algo, luego, una vez que tenemos formada una idea anticipada sin comprobación previa, vamos dando la oportunidad al nacimiento de un prejuicio.

Es decir, si se aceptan abiertamente las opiniones ajenas, (no las informaciones) estaremos creando un prejuicio.

Una vez instalado el prejuicio, resultará imposible llegar a ningún conocimiento, porque daremos por ciertas determinadas versiones sin llegar a comprobarlas y, en esas condiciones, la inteligencia deja de funcionar.

Actualmente, y en base a la cantidad de medios tecnológicos de comunicación que nos rodean, los que necesitan transmitir opiniones para condicionar otras mentes y ponerlas al servicio de sus intereses, han llegado a un engaño muy sutil y efectivo para que sus víctimas no se den cuenta de la manipulación: han disfrazado a las opiniones y las hacen aparentar como si fueran "informaciones".

Esa es la trampa en la que está cayendo gran parte de la humanidad.

Recordemos: la opinión es: "idea confusa", "suponer", "imaginar", "creer",....

Pero la información tiene otra acepción muy diferente:

"La información está constituída por un grupo de datos ya supervisados y ordenados, que sirven para construir un mensaje basado en un cierto fenómeno. La información permite resolver problemas y tomar decisiones, ya que su aprovechamiento racional es la base del conocimiento".

Ahí está la trampa: APARENTAN QUE ESTÁN INFORMANDO, CUANDO REALMENTE ESTÁN OPINANDO. En otras palabras:

DICEN QUE TE INFORMAN PERO TE ESTÁN INCULCANDO "SUS" OPINIONES PARA PROTEGER "SUS" INTERESES.

Lo suelen hacer de dos maneras contrapuestas: unas veces de forma sutil y delicada (para que no te des cuenta) y otras veces de forma directa y violenta (para que te indignes). Por ejemplo, si se quiere quitar un gobierno, se comienza por desprestigiar su gestión de forma paulatina y disimulada enviando mensajes donde se resaltan sus errores.

Luego comienza una campaña insidiosa de desprestigio, usando adjetivos despectivos para hundir el concepto de los gobernantes. No les importa que sean simples calumnias o acusaciones falsas; lo realmente importante para ellos es crear un sistema para distribuir opiniones que prendan en las mentes de la gente y les cree la crispación necesaria para desestabilizar al país y proponer otro gobierno que se ofrezca a solucionar los problemas, muchas veces ficticios.

Ese objetivo solamente se puede conseguir si se lanzan mensajes y opiniones de forma masiva y constante.

 Eso se logra con el dominio de la mayoría de los medios de comunicación que, usados como armas cargadas con mucha munición, van sembrando víctimas mentales por todo el mundo. Similares opiniones en forma de noticias se están dando en todos los continentes a la vez; los medios de comunicación hegemónicos tratan los mismos temas y en el mismo orden; los gobernantes que resultan ser opositores al sistema económico que se quiere imponer, son criticados, difamados y acosados por campañas mediáticas perfectamente coordinadas.

No hay diferencias sustanciales entre un país y otro en cuanto a los mensajes que se envían desde los medios.

Las democracias débiles suelen tener un Poder Judicial corrupto y dependiente del Poder Ejecutivo, e inclusive, muchos jueces son usados para abrir causas que puedan servir de titulares que lleguen a las mentes de los distraídos y les formen una opinión determinada.

Cuando los vampiros económicos que todo lo observan desde la oscuridad de sus lujosas cavernas, descubrieron que ese mecanismo de destrucción y reparación podría proporcionarles grandes beneficios, entonces, llegaron a la siguiente conclusión:

"Si propagamos con insistencia una opinión que llegue a enquistarse en la mente de la gente hasta que se forme un prejuicio, tendremos garantizado el el matrimonio de la crispación y el odio, que harán nacer el caos. Solamente nos quedará presentarnos como los *salvadores* que harán las reparaciones necesarias y, con ese pretexto, instalarnos "legalmente" para controlar el país".

Y luego reflexionaron:

¿No resultará muy evidente que estamos haciendo una invasión encubierta? Entonces, deberíamos apoderamos de la mayor cantidad de medios de comunicación para poder transmitir las opiniones que a nosotros nos conviene divulgar, y, ocultar así, nuestras reales intenciones".

Así fue como esos codiciosos insaciables concentrados en pocas empresas (por ahora entre 4 y 6), lograron hacer un entramado financiero-empresarial-mediático que han comprado el 95% de los medios que emiten SUS opiniones.

Parecería que emitir una opinión en una democracia es algo normal y natural, pero no, a la vista de los últimos acontecimientos que sacuden al mundo, cuando las opiniones se acumulan y toman una sola dirección, se transforman en armas mortíferas que atacan y destruyen la parte más trascendental del ser humano: su mente. Y cuando la mente queda paralizada, adormecida y succionada por el ataque de pensamientos malintencionados ocultos tras las opiniones, la inteligencia deja de funcionar, y, entonces, se pierden todas las defensas.

En esas condiciones de indefensión, los débiles, los distraídos, los indiferentes, los crédulos, los confiados,.... pueden llegar al extremo de pedir a su propio verdugo que los siga destruyendo.

Así actúan las opiniones que emiten los medios hegemónicos propiedad de los vampiros económicos del mundo financiero, primero atacan desde afuera, pero luego, una vez que se introdujeron, comienzan la constante tarea de idiotizar a cada ser humano, hasta conseguir una pandemia que puede ser imparable y contagiar a toda la sociedad.

El terreno ideal para la propagación de esa pandemia, lo suelen llamar DEMOCRACIA, pero el nombre real es PLUTOCRACIA. También se están dando muchos casos de CLEPTOCRACIA. 

En DEMOCRACIA los medios de comunicación ofrecen un equilibrio en las diferentes direcciones que se ofrecen a las opiniones.

En PLUTOCRACIA los medios de comunicación por los que viajan las opiniones son propiedad de una corporación que solamente permite un tipo de opiniones que se desplazan en un sentido único.

Por eso es que la PLUTOCRACIA produce una pandemia de idiotización generalizada. Vale la pena recordar que "idiotez" viene del griego, y, en su primera acepción adquiere el significado de "el que no se interesa por la política". 

Kchinsky

Se adjuntan varios videos complementarios

https://que-esta-pasando.webnode.es/dime-lo-que-lees-y-te-dire-que-opinas/

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