Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

Nicaragua: Oligarcas Opositores, abandonad toda esperanza.

Carlos Alberto Escorcia Polanco 
La Oligarquía opositora nicaragüense ya entró al “panteón” de los condenados de la historia. Como en el caso de La Divina Comedia de Dante, los que entran al infierno de Dante narrado en su canto tercero, ven un letrero que dice: ¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!

El basurero de la historia de America Latina esta ubicado en la ciudad de Miami, Florida, el estercolero político de los Estados Unidos. Comenzando con la mafia batistiana anti-Castrista cubana, pasando por la criminal y asesina ex -guardia somocista, el alto mando de la Fuerzas Armada de los criminales de guerra salvadoreña con sus 14 familias (Los Borgonovo Poll, etc) hasta la ex mafia petrolera y guarimbera de Venezuela, todos fueron a parar a ese nauseabundo sumidero de la historia.

Miami, Florida es también paraíso de narcotraficantes, mercenarios internacionales, lavadores de dinero, todos unidos por un mismo cordón umbilical: todos han sido desplazados del poder en sus países de origen, a saber, Cuba, Nicaragua, El Salvador y Venezuela.

Todos o casi todos se trajeron sus millones de dólares mal malhabidos, saqueados y robados de las arcas fiscales de los países de donde salieron huyendo como alma que se la lleva el diablo, con Revoluciones triunfantes pisandoles los talones.

Detrás vinieron también sus “cachimberboys”, guardaespaldas, sirvientas, choferes, queridas, jardineros y tuti cuanti, para conformar las inmundicia política mas asqerosa del continente americano.

Todos son republicanos rabiosos, todos son fanáticos anticomunistas, todos respiran por la herida, todos tienen terror regresar a sus países de origen, todos viven enfermos de patología del odio, odian a los pobres, odian a la clase obrera, odian el comunismo, aunque ni saben que significa eso, todos viven en el asqueroso mundo de la isla de la fantasía.

Los batistianos cubanos llevan más de medio siglo soñando con regresar al poder en La Habana, para seguir administrando prostíbulos, plazas de narcotráfico y esa hermosa res pública llamada presupuesto de la República.

Los somocistas nicaragüenses llevan 40 años suspirando por un regreso que no solo se les hizo de hule, sino se les convirtió en “misión imposible”. Los guarimberos de la ex -mafia petrolera, saqueadores de PDVSA, suspiran con derrotar al presidente obrero de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

Todo cuentan con el apoyo incondicional del gobierno más poderoso de la tierra en toda la historia de la humanidad, el gobierno de los Estados Unidos de America. Todos ya dejaron de ser abuelos y se han convertido en bisabuelos, camino a ser tatarabuelos y nada que regresan triunfantes.

Todos viven suspirando y conspirando contra los pueblos que saquearon y empobrecieron a mas no poder.

Todos viven practicando la “masturbación mental” en la que ven una gigantesca y todopoderosa conspiración del “Comunismo Internacional” soviético cubana, pese a que el bloque soviético desaparecio hace ya 30 años.

Todos viven viendo visiones como ebrios consuetudinarios, terrícolas blancoides que habitan en EL PLANETA DE LOS SIMIOS.

Pero, hay un pero en todo este nacatamal histórico latinoamericano. Hay un grupo de ellos que se les conoce como “Los sobrevivientes del naufragio”. Quienes son estos seres especiales que todavía no viven en Miami, aunque hablan mejor el inglés que el español, igualitos a “coyoles en miel”, Anastasio Somoza Debayle?

Se trata de la parroquial, provinciana y mercenaria oligarquia blancoide de Nicaragua, que gracias a un hombre singular llamado Pedro Joaquin Chamorro Cardenal, lograron sobrevivir al gran naufragio de la historia, ese tipo de hecatombes que ocurren sólo una vez cada 500 años, como lo fue el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, aquella luminosa mañana del 19 de Julio de 1979, cuando el pueblo nicaragüense comenzó a vivir el momento mas glorioso de su historia.

Las elites de estas antiguas clases dominantes, desplazadas de esos tres países (Cuba, Venezuela y Nicaragua) que el halcón del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, ardido por la derrota mundial en la ONU, ese mismo dia, calificara a los presidentes de este triangulo, como “los 3 chiflados” se han pasado mas de medio siglo intentando recuperar el paraíso perdido de lo que es su “triangulo de las Bermudas”.

Pero de los tres clanes oligárquicos de estos 3 paises, la que mas cerca creyó estar de su victoria, es la oligarquia blancoide nicaragüense, encabezada por la familia Chamorro, clan familiar que desde el siglo antepasado, con Frutos Chamorro, se ha alternado con Timbucos y Calandracas, para tomar turno al bate y pinatearse las riquezas del pueblo de Nicaragua, por generaciones.

La nueva generación de Chamorros, protagonizada por los primos Juan Sebastian y Carlos Fernando Chamorro, montaron en Abril de este año, lo que ellos consideraban como “la mas formidable ofensiva conspirativa” para derrocar al gobierno de Daniel Ortega Saavedra, el mismo hombre que entró triunfante a Managua luego de derrotar a la mas prolongada, la mas sangrienta, la mas brutal dictadura de America Latina como lo fue la dictadura militar somocista.

Los ideólogos del imperialismo norteamericano, el mas sofisticado y avanzado poder dominante de toda la historia de la humanidad, diseñaron lo que su autor, el intelectual de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, Gene Sharp, calificó como “golpe suave” para derrocar al pueblo nicaragüense del poder.

Llevaban años hilvanando pacientemente todos los hilos que concluirían con una marcha triunfal sobre el cadáver del FSLN, tal como los Sandinistas marchamos sobre el cadáver del somocismo, el 20 de Julio de 1979 en la plaza de la revolución, plaza que los Washingtologos como Francisco Aguirre Sacas siguen llamando “plaza de la República” porque para ellos no hubo triunfo revolucionario en 1979.

Desataron un diluvio de calumnias contra el Frente Sandinista de Liberacion Nacional, la vanguardia político-militar del pueblo nicaragüense, pero muy particularmente contra su líder indiscutible, el comandante de la Revolución, Daniel Ortega Saavedra.

La campaña de odio y satanización contra el comandante Ortega, no se diferenció absolutamente en nada al discurso de inmundicias que diariamente le lanzaba la “cadena azul y blanco” bautizada por el pueblo como “el insultativo nacional” durante la dictadura somocista. Los ataques de los primos Chamorro parecían una copia carbon de los ataques de la dictadura somocista contra Daniel Ortega.

Se aprovecharon de las debilidades propias de un país pequeño y pobre y por lo consiguiente de su gobierno. Supieron utilizar al máximo el poder de propaganda y “apoyo aéreo” de los gigantescos conglomerados internacionales como CNNenEspañol, Univision, Telemundo y de todos los periódicos de las oligarquías latinoamericanas aglutinados en la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP.

Esa es la misma Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, o sea el Club de oligarcas, dueños ricachones de los principales periódicos de America Latina que le aplicó una brutal y absoluta censura a los gobiernos del mundo entero cuando el 1 de Noviembre, votó masivamente contra Estados Unidos en la ONU por su criminal embargo contra Cuba.

Esa es la misma Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, un club de explotadores y mercenarios que le otorgó un premio a la “libertad de prensa” a un indigno indígena engallotado de Nicaragua, dueño de 100%Mentiras, cuyos rasgos personales denotan su origen de clase humilde, quizás mominboseña pero que odia igual o peor que como odian los sangre azul de la oligarquía, blancoide.

El duo dinámico de los primos Chamorro (Juan Sebastian y Carlos Fernando) siguió al pie de la letra el libreto de la CIA, sobre el golpe suave y fracasaron. Juan Sebastian hizo el ridiculo ante un periodista ingles de la BBC de Londres, quien lo hizo admitir que era un simple tarifado de los yanques, demostrando que “el bachi” era mucho mas astuto que el.

Fracasaron en los tranques, fracasaron en las calles, fracasaron en la OEA con su resoluciones “No Vinculantes” y fracasaron en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Ellos aun no entienden porque fracasaron, porque no han podido entender que el verdadero giro histórico del pueblo nicaragüense no comenzó el 25 de Abril de 1990, cuando “la doña” asumió la presidencia, sino el 19 de Julio de 1979 cuando el pueblo asumió el control histórico de su destino.

Su última esperanza está en permitir que sus amos,los dueños del circo, les hagan el trabajo que ellos no pudieron hacer. Esperan que la Nica Acta y la Global Magnisky les haga el favorcito de sacar a Jose Daniel Ortega Saavedra del poder.

Muy a pesar de los pesares que eso signifique que pasen a la historia, no como los sobrevientes de un naufragio, sino como los que terminaron hundiendo el barco, cuyo naufragio solo fue pospuesto en 1979, a la espera de irse a Miami, el estercolero político de los Estados Unidos, en donde ya se encuentran sus hermanos de clase.

Hace una semana, un pingüino tropical pronosticó que en los próximos 10 dias el congreso estadounidense aprobaría la oprobiosa Nica Act. Pero mientras Ileana Ros-Lethinen alista maletas para abandonar el congreso para siempre, la administración Trump esta enzarzada en intrigas y conspiraciones palaciegas propias de la derrota congresional del 6 de Noviembre.

El gobierno de Estados Unidos y muy particularmente la Casa Blanca se encuentran en estado de caos total y altos funcionarios como el Ministro de la presidencia, el general John Kelly y la secretaria de ICE, ( dirección de Migracion y Aduanas) estan en la lista de funcionarios a ser despedidos en cualquier momento.

La crisis interna de la Casa Blanca es tal, que Nicaragua y su agónica Oligarquía blancoide están muy lejos en la inmensidad, de ser una prioridad para la actual administración. Quienes manejan el “Nicaragua desk” del Departamento de Estado en Foggy Bottom son empleados de 5ta categoría que no pueden decidir nada en estos momentos.

Sin tranques, sin calles, sin OEA, sin Consejo de Seguridad de la ONU, sin Nica Act y sin Conferencia Episcopal, a la Oligarquía Opositora de Nicaragua no le queda otra alternativa mas que pegarse mecha y abandonar toda esperanza y aceptar lo que son, “condenados por la historia” a quienes solo les espera el estercolero político de Miami donde estan ya todos sus hermanos de raza comelona.

Pero lo que no han podido entender, ni entenderán jamás, que este empobrecido, humilde y todavía explotado pero digno pueblo nicaragüense, ni se vende ni se rinde jamás. 

El pueblo pobre tenia hambre y prefirió salir a saquear pero nunca se decidió por derrocar al presidente constitucional de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.

Si fuera cierto que el 85% de los nicaragüenses está en contra del gobierno de Daniel Ortega, como fantasiosa e irresponsablemente asegura un pingüino tropicalizado, ya Ortega hubiera caído.

Aun retumban en mis oidos, las lapidarias palabras del comandante Ortega, en la plaza de los No Alineados “Omar Torrijos”, cuando una multitud bañada en lágrimas, escuchaba al presidente admitir la derrota en Febrero de 1990 y este pueblo en llanto gritaba, “se vendieron”, el comandante ripostó “no se vendieron, los pueblos se equivocan pero no se venden y saben rectificar”

La historia de los últimos 40 años ha demostrado hasta la saciedad que pese a la brutal, feroz y pulverizante campaña de odio y el diluvio de mentiras descaradas e inmundicia contra los representantes del pueblo, este pueblo, estos nicaragüenses “ni se venden, ni se rinden jamás, luchamos contra el Yanque, enemigo de la humanidad.”

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