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La operación “Juan Santamaría 1970” y su importancia en la historia del FSLN

Rufo Marín (primero a la izquierda), Plutarco Elías Hernández, Carlos Fonseca y Humberto Ortega en el extremo derecho

La historia del movimiento revolucionario, tiene tantos capítulos relevantes que nos hacen creer cada día más que la causa siempre, desde la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ha valido la pena. Como el destino se encargó de hacer coincidir a sus fundadores como el Comandante Carlos Fonseca Amador, Santos López, Tomás Borge, José Benito Escobar, Silvio Mayorga.

Fueron los líderes revolucionarios los que rescataron la memoria de lo que la dictadura pretendía desaparecer, las ideas y la lucha del Héroe Nacional General Augusto C. Sandino y su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Los fundadores del movimiento revolucionario sandinista y quienes se fueron uniendo a la organización, en función de una misma idea, derrocar al régimen Somocista, pero con un plan estratégico bien planteado desde su orígenes, buscar el bien común del pueblo nicaragüense, que había sido oprimido por muchos años, no sólo por los políticos tradicionales, sino por el enemigo del norte, el yanqui opresor.

A comienzos de 1969, cuando el Comandante Carlos Fonseca estaba por motivos cumplir misiones de preparación de algunos elementos revolucionarios nicaragüenses, pero que se encontraban en Costa Rica. Su poca experiencia en ese país, permitió que la guardia civil costarricense lo ubicara y fue capturado. 

Al respecto, el Comandante Fonseca relató: “Estuve detenido en Costa Rica más de un año. Mi prisión, como la de todo revolucionario nicaragüense fue repudiada por el pueblo costarricense, que no puede admitir que en su país se encarcele a los que se rebelan contra la dictadura de Somoza”.

Tener al máximo líder del FSLN detenido en Costa Rica, sólo hizo que el movimiento buscara por cualquier medio de lograr su liberación. Fue el momento que la juventud que estaba integrada al Frente Sandinista demostró su capacidad de preparación estratégica, política y militar para lograr la liberación del Comandante Carlos Fonseca, Humberto Ortega, Rufo Marín Úcles y Plutarco Hernández, el 21 de octubre de 1970.

El General de Ejército Humberto Ortega en su obra La Epopeya de la Revolución, ampliamente aborda este episodio en la historia, al ser protagonista y testigo, hace referencia a quienes estuvieron a cargo: “El jefe del Comando es Carlos Agüero Echeverría y tiene al nicaragüense Alberto Cornavaca como segundo al mando. Completan el comando dos jóvenes oriundos de Limón, una joven chilena y dos jóvenes costarricenses del valle central. En total son siete integrantes”.

La Operación se denominó “Juan Santamaría” en honor al jovencito héroe costarricense que luchó en los años de la intervención norteamericana durante 1855-1857 en la Guerra Nacional. El Comandante Carlos relató el proceso de su liberación de la cárcel, en una entrevista concedida en La Habana en noviembre 1970 y que posteriormente fue publicada en el Diario Barricada el 7 de noviembre de 1979:

(…) Se llevó a cabo el secuestro de una nave aérea en territorio de Costa Rica, que con cuatro técnicos norteamericanos de la United Fruit Company, fue conducida a la isla colombiana de San Andrés. Desde allí se exigió nuestra libertad -la de tres compañeros y la mía-. De lo contrario se tomarían represalias contra los norteamericanos. El gobierno de Costa Rica cedió en gran medida, pienso, porque el señor José Figueres se encontraba en la Asamblea de la ONU en Estados Unidos. Figueres se manifestó públicamente contra nuestra liberación. De Costa Rica fuimos a México y de México vinimos para Cuba, donde fuimos acogidos por la solidaridad internacionalista, propia de la Revolución Cubana.

Se logró la liberación del Comandante de la Revolución Carlos Fonseca Amador y demás compañeros, siendo este el primer episodio en la historia de la organización del Frente Sandinista en obtener éxito en el rescate de presos políticos, algo que significó mucho para la militancia, por la transcendencia del movimiento, con esta acción, a nivel nacional e internacional.

Esta operación llevada a cabo por estos jóvenes revolucionarios, encabezada por un gran estratega como lo fue el Comandante Carlos Agüero debe ser el ejemplo claro de cuando una causa es justa, no se rinde ni se vende al mejor postor, al contrario, se sigue hacia adelante asumiendo las consecuencias, cualquiera que sea, de la misma.

Debe ser el ejemplo de las nuevas generaciones en la militancia y aquellos que aún creen en las “acciones” de la derecha tradicionalista y golpista, para nutrirse en el valioso sacrificio que realizaron los héroes para tener hoy una Nicaragua, próspera, con un proyecto revolucionario que, aunque le duela al imperio a la derecha golpista, seguirá creciendo y continuará, con esa causa de sus fundadores, líderes y miles de revolucionarios, que seguiremos apostando por una Nicaragua siempre bendecida y en victorias.

Por: Stella Merlos

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