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Nicaragua: Hermanas y hermanos sandinistas


El momento es de indignación total. Las bestias contrarrevolucionarias han mostrado su crueldad, pero también su cobardía; su objetivo es crear zozobra y desesperación, unidas a nuestros deseos de arremeter con todo y de una vez por todas, en contra de las desorganizadas y cobardes fuerzas reaccionarias causantes de tanta ignominia; deseos que sin embargo, mal encaminados se pueden convertir en acciones individuales o de pequeños grupos, desordenadas y descontroladas, sin más orientación que nuestras emociones.

Apenas se logró avanzar en el Diálogo en el tema de levantar los tranques, los enemigos de la paz y del pueblo nicaragüense arremetieron con furia quemando viva a una familia con varios de sus miembros sandinistas, dueños de un negocio de venta de colchones, que primero no quisieron entregarlos a los vándalos de la UPOLI, luego no se sumaron al paro y finalmente, no aceptaron que los vándalos contrarrevolucionarios usaran el techo de su casa como posición de fuego contra la Policía, que iba tras sus pasos.

Mientras esto sucedía, entregaba su vida en defensa de la Paz, de la Patria y de la Revolución nuestro hermano Francisco Aráuz Pineda, combatiente histórico desde su adolescencia e hijo de la legendaria luchadora campesina Amanda Pineda, quien fuera torturada y violada por la Guardia somocista en los años setenta. Las bestias contrarrevolucionarias, mostrando qué valores morales profesan, se ensañaron en el cadáver de nuestro hermano caído, quedando el oprobioso hecho registrado en video para la historia.

En León, a pocas horas de firmarse un acuerdo de paz, las hordas criminales quemaron la casa de la madre del diputado sandinista José Ramón Sarria, y el hecho tuvo su réplica en diferentes lugares del país, aunque quedando sólo en el intento en la mayoría de los casos.

A pesar de todo y a tropezones con la irresponsable y criminal intransigencia de la derecha, el Diálogo avanza. Los revolucionarios no actuamos por emociones, sino por convicciones. Los sandinistas somos la fuerza política mejor organizada de este país y estamos acostumbrados a triunfos y fracasos, a momentos de victoria y momentos difìciles, y en medio de todo, somos una de las fuerzas revolucionarias más victoriosas del mundo a través de la historia de lucha de los pueblos por su libertad.

Tenemos un líder que se encuentra entre los más experimentados, astutos y exitosos de la izquierda a nivel mundial, con una firmeza y serenidad a prueba de todo, forjada en las cuatro grandes etapas de la lucha del Frente Sandinista: La lucha contra la dictadura somocista, durante la cual fue el Jefe de la Resistencia Urbana, pasó siete años preso y torturado en las cárceles de la tiranía, fundó el Frente Norte “Carlos Fonseca Amador”, y fue impulsor de la estrategia insurreccional que llevó al triunfo revolucionario de 1979; durante la primera etapa de nuestra Revolución en los años ochenta, enfrentando la guerra impuesta por el imperialismo, época en la que fue Presidente de la República; en los años terribles del neoliberalismo y de la derecha en el poder, poniéndose al frente de la lucha popular y de la defensa de los principios revolucionarios del sandinismo frente a los traidores que renunciaron a ellos y que hoy están al frente de la asonada contrarrevolucionaria; y luego, en la segunda etapa de la Revolución, encabezando el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, que ha hecho tanto por el pueblo y por nuestro país.

Permanecer unidos en la lucha, bien organizados, resistiendo y dialogando, es la orden del momento. Unidos en la lucha frente al plan de derrocamiento de nuestro gobierno revolucionario, a través del trabajo político de nuestras estructuras organizadas en barrios y comunidades; organizando la defensa de la vida, las casas de los sandinistas y las casas del Frente; dando la batalla en las redes sociales con efectividad y precisión, usando nuestros hashtags, haciendo denuncias en las páginas de los organismos correspondientes; entrando en diálogo con nuestros vecinos, amigos, familiares, sin rencores, sin odio, haciendo relucir la verdad con amor y convicción, porque gran parte de nuestro pueblo está en situación de histeria colectiva frente a la guerra psicológica del enemigo, y de ahí la proliferación de barricadas que en gran parte no son contra nosotros, sino porque muchos piensan que así se protegen de la violencia desatada por la derecha, pero que amplios sectores de nuestro pueblo, víctimas de la manipulación y la mentira, no sabe a quién atribuir o nos la atribuye a nosotros. Eso no se resuelve con la confrontación. De nada nos sirve arrasar barricadas y tranques si perdemos la confianza y el apoyo del pueblo, al cual pertenecemos y al cual nos debemos como fuerza revolucionaria organizada.

Nuestros enemigos, los enemigos del pueblo, quieren que nos invada la desesperación, la impaciencia o peor aún, la desesperanza, que nos dejemos llevar por nuestras emociones, que perdamos nuestra capacidad de raciocinio, como se la han hecho perder a muchos de nuestros vecinos, familiares, amigos, compañeros de trabajo e incluso, compañeros sandinistas. Ese es el objetivo de esas imágenes de compañeros nuestros ultrajados y torturados.

Tenemos la fuerza más invencible del mundo, que es la de la verdad y las ideas; tenemos una fuerza organizada que ni sueña tenerla la derecha vendepatria; tenemos un líder que nuestros enemigos no tendrán jamás; tenemos una historia de lucha, sacrificio y victorias que pocos movimientos revolucionarios tienen y que los enemigos del pueblo jamás podrán llegar a tener; tenemos una Policía heroica que no se vende ni se rinde; tenemos un Ejército patriótico y popular, que jamás permitirá la violación de nuestra Constitución ni que fuerzas antidemocráticas tomen el poder por la fuerza.

La firmeza de carácter debe ser atributo de los revolucionarios, y eso implica no desesperarse ante ninguna circunstancia. La serenidad es indispensable incluso en medio de los más cruentos combates. Tenemos todo para vencer, hermanas y hermanos, y a pesar de lo difícil del momento, como difíciles han sido tantos otros que hemos vivido, VENCEREMOS.


#NicaraguaQuierePaz

#VivaNicaraguaLibre

#BastaDeOdio

#PazYSeguridad

Carlos Fonseca Terán 

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