El próximo viernes 22 de junio está convocada una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar un informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la situación interna en Nicaragua.
Grupos de la derecha nicaragüense, cohesionados en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y quienes al parecer ya tuvieron acceso al informe, refieren que el documento abordaría los supuestos enfrentamientos provocados por “simpatizantes sandinistas”, sin pruebas que así lo respalden, contra una marcha pacífica convocada por la oposición el pasado 30 de abril, y la ola de violencia que vive el país desde entonces, de lo cual también insisten en culpar al presidente Ortega.
Como era de esperar, el informe no aborda el alto número de acciones violentas contra simpatizantes del FSLN que hace más de un mes se están cometiendo por grupos armados. Crímenes atroces como prenderle fuego a un militante sandinista, amarrar a jóvenes, desnudarlos y pintarlos con los colores de la sagrada bandera azul y blanco después de humillarlos públicamente por su ideología, saqueo e incendio de viviendas con familiares sandinistas dentro, incendio a instalaciones públicas y privadas incluyendo varias emisoras de radio, balear buses de simpatizantes sandinistas que viajan a Managua para asistir a una marcha también pacífica y así una lista significativa de hechos que omite la derecha.
Pareciera que hay dos Nicaragua que coexisten ahora mismo en Centroamérica. Para los organismos de Derechos Humanos solo es legítima aquella versión de Nicaragua que tiene reales, anda en Hilux serviciada todo el tiempo, clama por una supuesta paz a golpe de fusil, se viste de blanco, e intenta presentarse como vocera de un pueblo que nunca ha tomado en cuenta.
Pero aquí todos los muertos son sagrados, todos son producto del Golpe Suave que está ejecutando la derecha, que de suave y blando solo tiene la palabra. Para todos estos fallecidos nuestro Canciller Denis Moncada, con toda la bondad que lo caracteriza y también por conocer lo que significan 50 mil fallecidos en una guerra financiada por Estados Unidos, pidió un minuto de silencio el pasado 15 de junio en la mesa plenaria del diàlogo nacional que la Conferencia Episcopal no atendió, a pesar de haberlo solicitado también en memoria de nuestro Cardenal Miguel Obando y Bravo.
No es una sorpresa que la CIDH asuma esta posición parcializada en favor de la oposición, si tenemos en cuenta el rosario de hechos que a lo largo de su historia indican esta postura cuando se trata de acusar a un gobierno progresista, de izquierda y miembro del ALBA, como es el caso de Nicaragua.
Obviamente el informe que la CIDH presentará el próximo viernes en la OEA tiene este propósito acusatorio, sobre todo cuando varios asesores de la derecha nicaragüense refieren que esta es una oportunidad especial para dar a conocer a la comunidad internacional lo que sucede en el país, según la versión de la derecha, y presionar al presidente Ortega para tomar una postura ante la demanda de realizar elecciones anticipadas el próximo 31 de marzo de 2019.
Más allá de la diferencia entre “el ser” y “el deber ser”, o como nos gusta decir en Nicaragua, entre lo “ideal” y lo “real”, me interesa poner sobre la mesa algunos elementos que considero determinantes para entender qué se esconde detrás de esta nueva etapa del Golpe Suave que desarrolla la derecha, ahora tratando de internacionalizar el conflicto, al parecer para acusar al gobierno de Ortega, aumentar la presión y acelerar su salida del poder; algo que no han sido capaces de lograr por la vía democrática que tanto defienden y demandan, a pesar de haber asistido a tres procesos electorales presidenciales desde el 2005 hasta la actualidad.
Es significativo que en las últimas semanas el patrón de la “represión” se ha incrementado en Nicaragua, sin embargo la mayoría de los fallecidos por los actos violentos son simpatizantes sandinistas, militantes del partido gobernante y policías que se habían mantenido resguardados en sus cuarteles por insistencia de la derecha y quienes son hostigados casi todas las madrugadas por grupos armados que han intentado tomar diferentes sedes policiales en franco propósito golpista.
Los medios de la derecha, antes completamente desacreditados y ahora igual de desacreditados pero auto titulados “insignias de la verdad”, han maximizado cada una de las acciones culpando de manera inmediata al gobierno cuando no se presentan pruebas, solamente se manejan videos sin nitidez, con gritos, alboroto social, sonido de cualquier índole como expresión, eso sí, del claro terror que vive hoy la población nicaragüense por la delincuencia desatada.
Hace más de un mes en el país la policía nacional emite todos los días un comunicado donde informa a la población las acciones cometidas por grupos delincuenciales, en la mayoría de los casos financiados por bandas controladas y financiadas por narcotraficantes que operan en la región.
La derecha insiste en trasladar que “son estudiantes y no estàn armados”, sin embargo las pruebas muestran todo un arsenal ocupado ayer durante el operativo policial en Masaya y antes en la Universidad UPOLI cuando detuvieron al Viper, quien reconociera su participación en delitos por los cuales está siendo devidamente investigado y procesado por las autoridades nicaragüenses.
Si esta aclaraciòn no fuera suficiente podrìan observar en la foto el número de fusiles y pistolas que muestran estos simpatizantes del Movimiento 19 de Abril que operan en el departamento Estelì, al norte de Nicaragua, infundiendo temor en la poblaciòn local que clama por restablecer la tranquilidad ciudadana.
En nombre de los derechos humanos la Alianza Cívica ha obstaculizado una y otra vez todas las jornadas del diálogo nacional que se retomó en Managua el pasado 15 de junio, con la participación del nuevo Nuncio Apostólico. Stanislaw Waldemar Sommertag llegó al país con un mensaje desde el Vaticano de paz y reconciliación para la familia nicaragüense como prioridad en la actual coyuntura.
La derecha intenta manejar este patrón de “represión” culpando al gobierno de Ortega para legitimar los tranques que violan el derecho a la libre circulación de la población, la guerra psicológica, el genocidio contra simpatizantes sandinistas desatado bajo el slogan de las “protestas pacíficas” y obtener un respaldo internacional que remate al enemigo y allane el camino para la “transición democrática”.
Cuando parecìa existir un acuerdo en la mesa de negociaciòn, la derecha de manera predecible trancò el debate insistiendo en la llegada al país de los organismos internacionales, acusando al gobierno de no haber circulado de manera inmediata la invitación a la CIDH, al Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, la OEA y la UE.
Sinceramente creo que la derecha debe leer más las noticias. Resulta que en Nicaragua se encuentra una delegación de Naciones Unidas en contacto con el gobierno para tramitar la invitación; a eso se refería el Canciller Colindres cuando hablaba de trámites burocráticos en el diàlogo. Entre el 15 y el 16 de junio visitó el país un alto funcionario de la UE para canalizar el trabajo conjunto solicitado en la negociaciòn con la derecha. Hace dos dìas fue recibido en Managua Gustavo Cinoci, asesor principal del Secretario General de la OEA Luis Almagro, para abordar lo acordado en la mesa plenaria. La CIDH destacó recientemente que estaban preparando una delegación para viajar al país en la primera semana de julio, con el objetivo de comenzar el trabajo en el terreno a travès del grupo especial de investigación aprobado.
Esta presión de la derecha solo me conduce a una idea y es que se sienten acorralados, con pocos pretextos al alcance de la mano porque el gobierno ha venido avanzando de manera gradual en todos los frentes, a pesar de conocer y tener claridad que con la derecha no se negocia porque nunca tiene la voluntad para hacerlo.
Ante esta verdad la opoisiciòn de Nicaragua termina recurriendo una y otra vez al único tema que los une en esa alianza, el ùnico tema que moviliza a la población nicaragüense sometida a una fuerte manipulación mediática y también a la comunidad internacional: la supuesta represión y matanza.
Para remarcar toda esta estrategia, en una típica escalada de posiciones en el discurso, el gobierno de Estados Unidos movido por muchos intereses geoestratégicos en la región centroamericana y particularmente en Nicaragua, ha venido manejando un comunicado conjunto “para la familia nicaragüense” en el marco de la OEA, declaraciones sistemáticas del Departamento de Estado, asesores de la Casa Blanca y el propio Vicepresidente, Mike Pence, culpando al gobierno de Nicaragua por la violencia en el país, aplicación de sanciones contra altos funcionarios del FSLN, visita al país de Caleb McCarry, experto en transición y ahora Carlos Trujillo, Embajador norteamericano ante la OEA y cercano al Senador ultra conservador Marco Rubio.
Quien conozca la historia de Nicaragua y en sentido general la historia moderna y contemporánea, sabe que la participación de Estados Unidos en un contexto complejo como este solo tiene un propósito y es mover las fichas en su favor, acelerando el Golpe que haya iniciado la derecha. Solo me permito aclararles que en estos momentos no tienen cabida acciones como la Nota Knox para darle ultimátum al gobierno nicaragüense, el Comandante Ortega en Nicaragua es un presidente electo democráticamente, no es un dictador al estilo de Somoza como la derecha quiere hacer ver ante la comunidad internacional.
Hasta este punto todo parece estar servido sobre la mesa, sin embargo solo faltaba la cereza sobre el pastel, un hecho extraordinario de último minuto que lograra conmocionar la opinión pública nacional e internacional para terminar de criminalizar al gobierno de Ortega y arremeter con toda la fuerza para la estocada final.
El pasado 16 de junio Nicaragua amaneció consternada ante el incendio provocado en el barrio Carlos Marx en una casa ubicada en la céntrica Avenida La Reynaga, a pocas cuadras de la Rotonda de la Virgen, el barrio Villa Progreso y la Universidad UPOLI. Quien viva en Nicaragua entenderìa a primera vista que se trata de un barrio donde han operado en las ùltimas semanas las bandas delincuenciales, cometiendo crìmenes atroces contra la poblaciòn local.
El siniestro sucedía mientras la derecha agrupada en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia debatía cómo solucionar las contradicciones internas entre el sector privado, el movimiento anti canal y los líderes estudiantiles sobre el tema de los tranques; tras un acuerdo alcanzado en grupo de trabajo reducido 3+3 donde la derecha aceptó conformar una Comisión de Verificación y Seguridad para revisar los tranques, así como evaluar un plan para irlos desmontando de manera gradual.
Sin escrúpulos de tipo alguno, los medios de la derecha que se han auto titulando en las últimas semanas “los de mayor teleaudiencia por la veracidad de la información que trasmiten”, comenzaron a informar de manera inmediata que el suceso fue cometido por “turbas de la Juventud Sandinista” que llegaron al lugar presionando a los moradores para que el techo de la casa fuera empleado por francotiradores.
El show mediático montado en torno al crimen ha sido de los más fuertes en estos dos meses de crisis en Nicaragua con el mismo esquema que la derecha ha empleado hasta el momento, olvidar los detalles básicos, anular la investigación para aclarar el hecho, maximizar solo imágenes y gritos desesperados de un sobreviviente y manipular una y otra vez los sentimientos de amor y solidaridad del pueblo nicaragüense.
¿Qué silencian los medios de la derecha sobre el extraño caso de Cynthia López y la familia nicaragüense quemada? Resulta que Cynthia López negó hacerle autopsia a los cadáveres, algunos de los cuales presentaban orificios de bala en la cabeza. Los 70 mil dólares que estaban en el edificio, declarados por Cynthia, no se quemaron y se encuentran en estos momentos desaparecidos. Cynthia quiere salir del país apenas se recupere la niña, única sobreviviente que puede ser testigo clave en una investigación y de quien Cynthia dijo ser madre cuando en realidad no lo es.
Se conoce que todos los adultos que residían en esta vivienda eran sandinistas, excepto Cynthia, quien le vendía y regalaba colchonetas a miembros del Movimiento 19 de abril basificados en la UPOLI. Los moradores de la casa no le querían vender más colchonetas a estos individuos porque ya les debían dinero y los habían comenzado a hostigar.
Curiosamente cuando a Cynthia se le pregunta por qué no presenta rasguños a pesar de tirarse del 2do piso de esta vivienda, o por qué hay fotos donde se miraba abierto el negocio que ella decía estaba cerrado, Cynthia no hace otra cosa que culpar al gobierno sin una prueba del hecho, más que el ser ella una “sobreviviente”. El negocio ubicado enfrente de la casa incendiada cuenta con más de 19 cámaras de vigilancia las cuales se niegan a entregar para continuar con las investigaciones.
Por si no fuera poco, el abogado que atiende el caso de Cynthia, en el cual se acusa al gobierno por represión, es el mismo abogado que lleva los casos de El Viper, auto declarado responsable de una serie de actos vandálicos en la zona de la UPOLI, Villa Progreso y la Rotonda de la Virgen. Este abogado cobra hasta 250 dólares por día, cuando Cynthia declara que no tiene dinero para pagar altos honorarios. ¿Quièn los paga por ella entonces?
Muchos olvidan algo simple y es el hecho de que la policía no podía entrar en la zona que estaba cercada por más de 30 barricadas desde hace más de un mes. Desde estas barricadas se atacó a los bomberos cuando llegaron al lugar para intentar apagar el incendio, solo permitieron la entrada de bomberos voluntarios que llegaron más tarde cuando ya casi no habìa mucho por hacer porque el fuego se habìa propagado. Desde estas mismas barricadas se atacó a trabajadores de instituciones cercanas que acudieron de manera inmediata para apoyar en la evacuación de heridos y no los dejaron acceder.
Lo increíble es que a menos de una semana ya nadie toma en cuenta el tema, la oposición solo lo manipuló y ahora la noticia principal es otra: la supuesta agresión verbal de un policìa contra la periodista Leticia Gaitán del canal 100% Noticias y la represión policial ordenada por el gobierno sandinista. Como esta podrìamos citar un nùmero similar de historias, todas marcadas por al incongruencia del relato, la falta de investigaciòn, la manipulaciòn mediàtica y la criminalizaciòn del gobierno sandinista.
¿Cuàntas familias de nicaraguenses tendràn que seguir muriendo en manos de la derecha golpista? Eso solo lo sabe Dios. El presidente Ortega ha dado muestras sobradas de voluntad para encontrar una salida pacìfica a la crisis que ha desatado la derecha en el paìs. Los sandinistas nos hemos mantenido de manera disciplinada en nuestras casas observando como se evidencia la oposiciòn, pero no se confundan, la paciencia nuestra, como bien dice Carlos Fonseca Teheràn, tiene un lìmite. Esperemos que no se agote, porque entonces la derecha sabrà lo que significa un pueblo en las calles defendiendo sus conquistas.
https://zonafrank.wordpress.com/2018/06/20/los-derechos-humanos-la-fabricacion-de-un-pretexto-para-acelerar-el-golpe-suave-en-nicaragua/