Muchos medios de comunicación hacen sonar las alarmas y comparan el asedio de Guta Oriental con la matanza de Srebrenica de 1995.
Sin embargo, se les olvida mencionar que el área está dominada por dos facciones islamistas que las fuerzas del Gobierno sirio han estado combatiendo desde el 18 de febrero.
El suburbio de Guta Oriental, al este de la capital siria, ocupó las primeras páginas hace cuatro días cuando el Ejército Árabe Sirio lanzó una ofensiva militar denominada Acero de Damasco, en un intento de limpiar la región de los grupos islamistas, principalmente de Yeish al Islam, pero también de Frente al Nusra, Ahrar al Sham y Failaq al Rahman.
La situación humanitaria y socioeconómica en Guta Oriental se vuelve crítica.
Los llamamientos del Centro Ruso para la Reconciliación a los grupos armados ilegales para que pongan fin a su resistencia y entreguen sus armas no han dado resultados.
Las negociaciones para la solución pacífica del conflicto en Guta Oriental se han descarrilado", señaló Yuri Evtushenko, portavoz del centro.
Mientras tanto, la situación humanitaria en la región se ha deteriorado drásticamente, lo que llevó al embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, a convocar una reunión urgente del Consejo de Seguridad para que todas las partes involucradas "presenten su visión y entendimiento de la situación y encuentren formas de solucionarlo".
Campaña para desacreditar a Asad
Los medios vuelven a acusar a Asad de crímenes de lesa humanidad y exponen la posición de los países occidentales, mientras que se niegan a tomar en cuenta los argumentos del mismo Gobierno sirio y a reconocer la complejidad de la situación.
"Hay terroristas allí contra los que el Ejército sirio está luchando y los terroristas están bombardeando Damasco, y eso se ha descuidado. Es una situación compleja", señaló el embajador ruso.
Damasco ha sido acusado hasta ahora de bombardear civiles en la región y de matar a unas 300 personas.
Sin embargo, los datos de las acusaciones provienen de los informes de los Cascos Blancos, que en repetidas ocasiones han falsificado información y organizado provocaciones de 'bandera falsa'.
Los medios de comunicación occidentales y Al Jazeera, con sede en Catar, han lanzado una nueva campaña de desinformación contra Bashar Asad en una última apuesta por desacreditar los esfuerzos de su Gobierno para restablecer la paz en el país.
The New York Times: 'Fuerzas bárbaras' vs. terrorismo
En el artículo de The New York Times (NYT) titulado 'El bombardeo sirio causa el mayor número de víctimas mortales en años' los autores citan al líder de las Fuerzas Tigre del Gobierno, general Suheil Hasan, quien anunció los planes de eliminar a los rebeldes en la región.
"Prometo que les daré una lección, en combate y en fuego", declaró Hasan en un vídeo compartido por las cuentas de redes sociales progubernamen Tras destacar la "barbarie" de las fuerzas pro-Asad, el medio no mencionó que los militares estaban allí no para luchar contra civiles, sino para expulsar y eliminar a los terroristas que han estado cada vez más activos en la región, utilizando el enclave como plataforma para bombardear Damasco.
De hecho, el NYT confía en los datos proporcionados por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que el medio ha elogiado anteriormente por su contribución al recuento de víctimas.
Pero ¿qué se sabe sobre el observatorio? Su oficina se encuentra en el Reino Unido y su fundador, Osama Suleiman (cuyo seudónimo es Rami Abdulrahman), vive en Coventry y dirige las actividades del observatorio desde su casa prácticamente él solo.
Los datos proporcionados por su 'proyecto favorito' son bastante cuestionables, dado su clara tendencia anti-Asad.
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El NYT también cita a un residente local que afirmó que "a los civiles nunca se les permitió irse". Esto desestima todo el esfuerzo diplomático realizado por Siria y Rusia para este fin que, aunque en este caso fracasó, demostró su eficacia en Alepo.
The Guardian: 'Otro Srebrenica'tales.
El medio de comunicación británico eligió una forma más sofisticada para abordar la situación en Guta Oriental: la comparó con el genocidio de Srebrenica en Bosnia Herzegovina.
En su artículo, The Guardian hace ver como si las fuerzas sirias y los "partidarios rusos" atacaran deliberadamente a civiles después de que las conversaciones de paz fracasaron, pero no menciona que mientras Damasco y Moscú han estado presionando para lograr un acuerdo de paz, parecido al de Alepo, con evacuaciones de personas y un éxodo masivo de terroristas de la ciudad, los islamistas bombardeaban la capital desde Guta Oriental.
El artículo da la impresión de que las partes no han hecho nada para proteger a la población.
El 'implacable bombardeo' de Al Jazeera
La emisora catarí se ha unido a la campaña de desinformación, al afirmar que las fuerzas sirias respaldadas por los cazas rusos atacaron el enclave, matando a cientos de personas.
Mientras que el NYT confió en los datos obtenidos del observatorio, Al Jazeera ha optado por los 'más confiables' Cascos Blancos, entusiastas en la falsificación de la información.
Anteriormente, los voluntarios de la Defensa Civil siria fueron acusados de escenificar operaciones de rescate, así como de planear un falso ataque químico en Guta Oriental.
Según un residente local, el grupo distribuyó máscaras en la región para proteger a los civiles de un ataque químico.
¿Proceso de paz?
Los diplomáticos rusos han estado mediando el proceso de paz a lo largo del conflicto, trabajando duro para evitar que el caos se extienda aún más.
Sin embargo, sus esfuerzos se han visto constantemente socavados por el doble rasero de EEUU hacia Siria.
Recientemente, el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, destacó ante la comunidad internacional que Washington estaba tratando los asuntos "de modo selectivo".
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Según el Departamento de Estado de EEUU, las Fuerzas Aéreas de Damasco realizaron ataques indiscriminados contra Guta Oriental, atacando hospitales y centros médicos y matando a 100 civiles en las primeras 48 horas de la operación Acero de Damasco.
Tras esta declaración, emitida por la portavoz Heather Nauert, el Departamento de Estado pidió a Rusia que deje de apoyar al presidente Asad en vista de la "escalada de violencia en Guta Oriental".
En respuesta, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó las acusaciones contra Rusia y señaló que los informes sobre la muerte de civiles en bombardeos eran "infundados".
"Estas son acusaciones sin fundamento.
No está claro en qué se basan, no se proporcionan datos específicos, y así es como evaluamos tales acusaciones.
No estamos de acuerdo con ellos", declaró Peskov.
Tanto Siria como Rusia han instado a una solución pacífica de la crisis en la zona de distensión creada durante las conversaciones de Astaná sobre la reconciliación siria.
Sin embargo, los rebeldes han ignorado los llamados a cesar la resistencia y a comenzar la evacuación de civiles, así como la retirada de los terroristas del área.
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