DICEN CAMPESINOS EN CASO DE MENORES MUERTOS EN CRUZ DE RÍO GRANDE.
A dos meses de la muerte de seis personas en la Cruz de Río Grande durante un enfrentamiento con el Ejército, salen más versiones de campesinos de la zona que relatan los hechos donde murieron dos menores, hijos de la señora Elea Valle.
“Todos andaban armados con fusiles AKA y pistolas fajadas” reveló a colegas de la zona Ricardo José Luna, mandador de la Finca El Destino, de la comunidad San Pablo 22.
El señor Luna expresó que la madre de los menores, estuvo en el sepelio que realizaron el pasado 13 de noviembre del 2017, un día después del combate entre la agrupación y el ejército de Nicaragua.
“Estuvo en el entierro…aquí estuvo la mamá y no se los quiso llevar porque no quiso, pero aquí nos esperamos hasta las 7 de la noche para ver si ella se los llevaba, para recurrir a unas bolsas de plástico y llevárselos a la carretera, pero ella no quiso llevárselos, porque no se los quiso llevar”, reiteró Luna.
Hace dos semanas, la señora Elea Valle se presentó a Plaza El Sol para insistir ante la Policía Nacional cumpla con la exhumación de los cuerpos de sus hijos, Francisco Alexander y Yojeisel Perez Valle, de 12 y 16 años respectivamente.
En el lugar negó que sus hijos anduvieran armados y que “sería una mentira de la policía nacional”, decir que sus hijos andaban alzados en armas.
Valle ha dicho que el día del hecho los menores andaban visitando a su padre Francisco Pérez Dávila, miembro de la agrupación del “Colocho” y ha negado que anduvieran en actividades delincuenciales.
Al respecto, el mandador de la finca El Destino, aseguró que este grupo les pedía dinero a los productores de la comunidad. “Antes se pedía 15 mil, 20 mil pesos, ahora piden hasta más.
Andan armados, uno les da de comer porque ideay, llegan a la casa de uno y les tiene que dar de comer…son gente armada y gente peligrosa porque ellos no lo toman como delincuencia, lo toman como que uno los tiene que ayudar para dejarnos trabajar en la propiedad”, señaló Ricardo Luna.
Otro campesino relató que este grupo secuestró a su hermano en el año 2015 y pese haber pagado por el rescate, lo terminaron matando, “50 mil pesos para salvarle la vida y fue mentira porque ya después se pagaron los riales y siempre lo mataron”, dijo Abraham García Soza, hermano de la víctima de secuestro y muerte supuestamente por parte de la agrupación del “colocho”.
En la comunidad San Pablo 22, el delegado de la palabra Concepción Linarte, reforzó la versión de los otros campesinos sobre la conformación de una directiva para sepultar los seis cadáveres que les entregó la Policía Nacional.
“Ellos se retiraron como a las tres de la tarde y luego solo quedó la población civil para darle sepultura”, reiteró Linarte quien manifestó que la madre de los menores estuvo en el sepelio.