Estonia, Letonia y Lituania abandonan el bando de los que se oponen al proyecto Nord Stream 2.
El economista Vasili Koltashov contó a Sputnik que las naciones del Báltico tuvieron en cuenta una verdadera razón de peso para dar este paso.
El economista Vasili Koltashov contó a Sputnik que las naciones del Báltico tuvieron en cuenta una verdadera razón de peso para dar este paso.
La declaración conjunta de los primeros ministros de los países del Báltico fue publicada al término de la reunión que tuvo lugar el 18 de diciembre en Tallin, la capital de Estonia.
El documento final no contiene protestas contra el mayor proyecto energético entre Rusia y la UE, lo que supone un cambio radical en su postura sobre la necesidad del proyecto.
Documentos similares suscritos en años anteriores se caracterizaban por enviar un mensaje totalmente opuesto.
El director del Centro de Estudios Económicos del Instituto de Globalización y Movimientos Sociales, Vasili Koltashov, cree que de esta manera los países bálticos demostraron su lealtad a Alemania, principal interesado europeo en el proyecto.
"Ellos han moderado todo su odio hacia la Federación Rusa, hacia Gazprom, y dijeron: 'bueno, si Berlín requiere el Nord Stream 2, entonces no vemos obstáculos para su construcción' (…)
Ante las condiciones actuales, para Berlín [el gaseoducto] es realmente necesario, y no solo como una fuente de gas, sino también como una alternativa al South Stream, que ha sido bloqueado", explicó Vasili Koltashov.
La segunda rama del gasoducto Nord Stream deberá unir las tuberías de Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico.
De esta manera se pretende evitar el paso del gas por países intermediarios como Ucrania, Bielorrusia o Polonia.
https://mundo.sputniknews.com/economia/201712211074933305-union-europeo-economia-energia-rusia/