Paraguay es uno de los lugares más estratégicos de América Latina a nivel geográfico y político.
En primer lugar debido a su situación geográfica en el centro de Sudamérica y como enclave estratégico para la influencia estadounidense y su proyección geopolítica en una zona, últimamente, muy esquiva con Washington.
En primer lugar debemos entender que la presencia estadounidense en Paraguay está disfrazada de ayuda humanitaria, si bien es cierto que existe todo un programa de ayuda médica en las regiones más pobres y conflictivas del país es, igualmente cierto, que junto con el adiestramiento de las fuerzas paraguayas para el combate del crimen organizado y el terrorismo se une toda una cantidad de personal de inteligencia que se están infiltrando bajo el paraguas de esta operación.
Estados Unidos, por ejemplo, tiene un especial interés en la zona de la denominada “triple frontera” debido a que es en este enclave geográfico donde confluyen los territorios de Brasil, Argentina y la propia Paraguay. Durante la era Lula y Kirchner, dentro del contexto del auge de Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador o Evo Morales en Bolivia para Washington se hizo indispensable asegurar su presencia en un país que fuera lo suficientemente estratégico (que a veces no significa importante o de peso a nivel internacional) que le permitiera mantener esferas de influencia en la región.
Una de las más importantes razones para la existencia de militares en Paraguay y de una base de Estados Unidos en el país trasciende el juego de las influencias, los enclaves y las proyecciones internacionales; el pilar fundamental es muy diferente.
En la triple frontera se ha detectado la presencia de Hezbollah, que está logrando un gran ascendente entre comunidades no islámicas del Líbano así como entre las comunidades chiitas expatriadas y asentadas en América Latina. Tanto el mossad como la CIA detectaron, en principio, la presencia del grupo libanés en América Latina, primero en Venezuela donde tenían contactos de alto nivel y, más tarde en la triple frontera, dónde han establecido una red de inteligencia y financiación.
Como hemos explicado en otros artículos el poder, siempre, busca un nuevo nicho y América Latina, en apenas veinte años, se ha ido sacudiendo la influencia de Estados Unidos y abriéndose a otras potencias como Rusia o China, creando organizaciones internacionales sui generis que permitan mantener un bloque unido e independiente.
Obviamente con el auge de estas naciones latinoamericanas han habido otras, en otros lugares del mundo, como Irán o Siria (relación que se mantiene incluso dentro del contexto de la guerra contra el Presidente Bashar al Asad por parte de potencias occidentales y de Oriente Medio a través de grupos terroristas como aliados interpuestos).
Este bloque internacional que podríamos llamar anti sionista/anti imperialista estadounidense ha generado que grupos políticos como Hezbollah (que es un partido político legal con representación parlamentaria en un estado democrático como el Líbano) se hayan asentado allí atendiendo a sus necesidades e intereses.
Aparte de la lucha contra Hezbollah, Estados Unidos ha situado una base militar en un punto estratégico del mapa paraguayo que va más allá de la mera estrategia geográfica, busca un recurso natural básico y no es petroleo. Estados Unidos busca agua dulce, el oro azul, este puede ser uno de los primeros pasos en el contexto de las guerras del agua, como antes fueron las del petróleo ya que el agua, en este momento, ha entrado dentro del flujo de bienes comerciales y, por lo tanto, es una fuente de dinero imparable ya que, se quiera o no, se necesita agua para todo y ese bien sólo es garantizado mediante la defensa militar.
La estrategia de Estados Unidos consiste en situarse en las regiones paraguayas del acuífero del Guaraní, uno de los más importantes del mundo que se encuentra en territorio brasileño, argentino, uruguayo y paraguayo:
En Brasil la superficie aproximada que abarca es de 840.246 km²;
En Argentina la superficie aproximada que abarca es de 225.424 km²;
En Paraguay la superficie aproximada que abarca es de 72.540 km²;
En Uruguay la superficie aproximada que abarca es de 58.545 km²;
Se considera que la cantidad de agua dulce que contiene es de 40 mil km.
Base Mariscal Estigarribia, vista por satélite, en ella se alojan 400 soldados de Estados Unidos con inmunidad total.
Estados Unidos se ha situado en la base Mariscal Estigarribia, construida a mediados de los años ochenta con ayuda de técnicos militares norteamericanos.
En esta base han ingresado 400 soldados con inmunidad, todo ello avalado por el gobierno de Asunción, en lo que es una avanzadilla para valorar la situación y trazar el plan sobre el que se basará el control sobre el agua de este país, al mismo tiempo que otras cuestiones.
Obviamente esta presencia militar no es para que Estados Unidos, de forma directa, haga comercio con ese agua sino para que las compañías internacionales del agua, que poseen el mismo poder que el complejo militar frente al Congreso y el Senado de estadounidense puedan iniciar la explotación a niveles industriales de este recurso militar y, al mismo tiempo, asegurar la influencia geopolítica en una región bastante rebelde para los intereses de Washington.
Además junto a Estados Unidos, Israel también lleva años trabajando en la posibilidad de aumentar su influencia mediante el control de los recursos naturales en la región de Chile-Argentina, concretamente en los Andes.
Debemos comprender que tanto Israel como Estados Unidos se enfrentan al problema de la escasez de agua, lo cual hace que esta cuestión comience a pesar cada vez más en sus agendas internacionales.
Durante las administraciones de George H.W. Bush, Donald Rumsfeld comenzó una serie de movimientos, junto con Dick Cheney, a fin de tantear la situación política en la región y asegurarse el aumento de la influencia política y militar en la zona para el mantenimiento del estatus quo y la explotación de los recursos naturales.
Hoy en día esta operación sigue en marcha bajo la administración Trump que, ultimamente ha amenazado a Venezuela con una intervención militar.
La situación de inestabilidad en el país caribeño puede ser el perfecto pretexto para la intervención directa en la región y la preeminencia de Washington en la región latinoamericana, como ya hicieron en el centro de Asia por la droga o en Oriente Medio con el petróleo. (Foto: Wikimedia Commons)
https://otralectura.com/2017/08/13/que-busca-estados-unidos-con-una-base-en-paraguay/