«Pues como ha quedado demostrado hasta este momento, la teoría y práctica del PCE (r) durante los años 70 fue de completo apego al revisionismo maoísta, a veces entremezclado con otras tesis revisionistas procedentes del tercermundismo, el guevarismo, el anarquismo, el espontaneismo y el terrorismo, etc.
Así que lo que dicen sus palmeros sobre que el PCE (r) es un partido, o mejor dicho el único partido marxista consecuente, no tiene el más mínimo sentido, viven en universos de fantasía. El PCE (r) hizo del eclecticismo oportunista su bandera.
Y esto también se comprueba en la línea de su política exterior. (...) La importancia de refutar al PCE (r) también versa en parte por la moda entre ciertos jóvenes de dejarse sorprender y seducir por la historia de grupos estilo ETA, GRAPO, RAF, Brigadas Rojas, y otros de similar estilo que Hasél tanto alaba y estimula en sus letras.
Y es que el rapero lo único que consigue es seguir contribuyendo a mantener el mito de estas organizaciones. Hasél no ha crecido y madurado políticamente, ha pasado de sus simpatías por Izquierda Unida a los GRAPO, de admirar a Anguita a vivir los vientos por Arenas, y ahí se ha estancado, pero el resto de la juventud no tiene porque seguir esa su deriva, y debe de progresar, formarse ideológicamente, para sí poder discernir entre marxismo-leninismo de lo que no lo es: blanquismo y anarquismo de marxismo; populismo, trotskismo y eserismo de bolchevismo; aventurerismo y terrorismo de marxismo-leninismo». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos oportunistas del PCE(r) y las prácticas terroristas de los GRAPO; 30 de junio de 2017)