Pablo Gonzalez

Nicaragua: Charlotte Baltodano: Una flor en la historia del FSLN


Siempre fue sencilla y bella mujer. Una gran compañera. 

De hablar suave y pausado, pero con grandes tareas. 

La conocí primero a través de los diarios cuando era implicada junto con Leonel Espinoza, su compañero en el Asalto a la casa de José María Castillo, el 27 de diciembre de 1974. 

Luego cuando la hija de ambos y Charlotte vivían en León, después del triunfo de la histórica revolución sandinista.

Estudiante y estudiosa de los movimientos sociales, de los avances en el mundo. Con una visión amplia no encasillada de las cosas y de las concepciones. 

Siempre estudiando a la gente. 

Creo que era una psicóloga popular de la gente. 

Frágil de cuerpo pero con grandes decisiones para exponerse en situaciones arriesgadas.

Posteriormente la vi muy callada como si pretendiera detener el tiempo y lograr otra cosa con los hechos. 

Luego, la leí en la entrevista concedida a Visión sandinista y pensé que la enfermedad no le había minado el coraje, pero que añoraba a los compañeros y compañeras idos.

Escribía sus ideas y sus pensamientos. 

En cada entrevista trataba de esclarecer a las personas confundidas y desatinadas. 

Todas sus palabras hay que leerlas entrelineas y tienen muchas lecturas. 

Conservó su lealtad al FSLN por el cual luchó y combatió y trató de preservarlo de toda maldad.

Es una militante que debe ser recordada siempre y sus virtudes deben ser los elementos claves para elegir a cualquier mujer que en la vida política quiera aspirar a un cargo.

Nos legó su humildad, su coraje y su lealtad ante los embates de altisonancias y parafarnalias fraudulentas.

Desde Guatemala envío estas líneas a todos y todas las militantes sandinistas para que el tiempo conserve la memoria de los que entregaron sus vidas, sus esperanzas y sus sueños por una Nicaragua mejor.

Lilly Soto Vásquez

Guatemala de la Asunción, 13 de marzo de 2012

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