Pablo Gonzalez

Una reflexión acerca de lo sucedido en Londres


Orwell predijo en "1984" que los gobiernos necesitan un "enemigo" que justifique el control policial de la población. 

Y la amenaza del enemigo hay que materializarla de vez en cuando para que resulte creíble. 

No son tiempos propicios para el análisis los momentos en que la sangre de la clase trabajadora aún está fresca en los adoquines de la última ciudad mártir (Londres anteayer, como pudo ser Amberes ayer). 

Pero cuando el mensaje envenenado es "Siente!" (miedo, obviamente), la única rebelión posible es reflexionar. 

Y reflexionar justamente sobre lo que se nos revela (re-velar, velar u ocultar de nuevo) a través de las medias verdades que los medios nos suministran.



Y los medios de comunicación vuelven a escamotear datos de lo ocurrido para orientar las impresiones del ciudadano medio en una sola dirección. 

Al igual que en el intento de masacre abortado por los Mossos d´Esquadra en Barcelona, se nos dan datos confusos y secundarios del perpetrador porque "queda mal" señalar su origen y sus creencias (aparte de la creencia en que las vidas de los occidentales carecen de valor en comparación con la divulgación de su "mensaje").

Nos dicen que era de nacionalidad británica y punto. De hecho había nacido en Kent.



Pero cuando uno no se integra sigue siendo emigrante, aunque el cambio de nación lo efectuaran sus padres o sus abuelos. 

Es emigrante porque no participa de los valores de la sociedad que le acoge, y su identidad no es la que acreditan sus documentos administrativos, sino la que fijan su resentimiento e inadaptación. 

Y cuando no se es parte de la sociedad real y se vive mentalmente en una "Umma" (comunidad de creyentes) que tampoco existe más que como abstracción (luego desarrollaré esta idea), solo quedan dos opciones: aceptar una realidad que no está a la altura de la monstruosa pureza del creyente o suicidarse, morir matando en un simulacro de martirio que no encubre sino la incapacidad para vivir en un mundo que defrauda las expectativas que uno abriga. 

Vivir sería la única opción valiente, pero la decepción puede ser tan brutal que no permita ni el coraje ni la lucidez de aceptar la realidad.



Extraña motivación la del yihadista que se piensa héroe cuando en realidad es un matarife.

Se nos dice "británico de 52 años", con un nombre tan "británico" como Khalid Masood. 

Ante cómo su nombre delata su origen, medios como el Daily Mail lo describen meramente como "asiático".

 Tal cual. Se nos dice que no había sido "objeto de investigación", aunque tenía antecedentes policiales. 

Y nadie nos recuerda que "pringadillos" de su perfil son utilizados por la policía de los países occidentales para "cargar con el mochuelo" y apuntalar versiones oficiales de atrocidades sobre cuya autoría caben serias dudas ... aunque sabido es que los muertos no contradicen lo que nos cuentan.

Tampoco nos dirán si la autopsia revela que actuó bajo el influjo de alguna droga insensibilizante, como el Captagón, la favorita de los mercenarios del ISIS.


Mercenarios del ISIS, fingiéndose piadosos musulmanes que cumplen con la oración preceptiva ... sin saber siquiera dónde queda La Meca.

Raro, raro ...

El Estado Islámico (una creación del Mossad y las élite financieras) ha reivindicado el crimen, como era de esperar. 

El espantajo asustaviejas que en realidad hace el trabajo sucio que los que tiran de los hilos no pueden realizar directamente por aquello de la convención de Ginebra, el rechazo de la opinión pública y el escrutinio de los que todavía quieren informarse, en vez de buscar solo que les den la razón.

En una época en que todo se subcontrata, el ISIS no es más que una franquicia nacida al amparo de la privatización de otro "asunto" público ... la guerra. 

Un negociado de mercenarios que cuenta con la coartada de la yihad.

 Y en cuya bandera pueden ampararse tanto los lunáticos que actúan por imitación como los peleles Mk-Ultra programados por los servicios secretos. Islamismo contra el Islam. 

La coartada de la guerra santa contra los que quieren vivir en paz.

Y otra jugada que presenta a todo creyente como un asesino en potencia, cuando, con los datos en la mano, la mayoría lo que son es víctimas en potencia: en lo que va de marzo ha habido mas de 30 atentados (no noticiables) en varios países, con mas de 500 victimas ... el 90 % musulmanas. 

Pero, como dijo Stalin, "un asesinato es un crimen, un millar de asesinatos, una estadística".



Por mucho que "chirríe" a algunos, hay inmigrantes de 2ª y 3ª generación. Son los que no se integran. 
Eso, y no otra cosa, es lo que hace de la comunidad de creyentes, la Umma, la "comunión de los santos" en versión islámica, una ficción, un mito. 

Una comunidad no puede ser devorada desde dentro por los radicales sin que la "común-unidad" salte por los aires. 

Y, si la comunidad es inteligente, debería expulsar a los caníbales de su seno, distanciarse de ellos. 

Es una tarea que los musulmanes no han acometido con determinación aún.

 ¿Cuantas masacres habrán de ocurrir aún para que alguien dé el primer paso en ese sentido?

Tal vez todo lo que precede no sea más que el delirio de quien lleva 48 horas dando vueltas en su cabeza a unos hechos desquiciados, intentando comprender.



Lo ocurrido tiene el aspecto de un mensaje enviado por una facción de una guerra secreta (globalistas contra antiglobalistas, tal vez) a otra. 

Las claves solo las conocen los destinatarios. 

Y estos mensajes siempre se firman con sangre.

Pero nadie nos ayuda a entender lo que sucede, y eso nos condena a verlo repetido. 

No se trata de que "nos tenemos que acostumbrar", como dicen los cínicos con acta de diputado a los que nunca salpica la sangre. 

Se trata de que el guión de anteayer lleva ya tantas representaciones que, además de horrorizar, cansa. Y, lo que es más grave, nos insensibiliza. 

Nos hace ver como cifras a seres humanos sacrificados cruentamente en el altar de intereses geoestratégicos que cuesta comprender.

Descansen en paz los inocentes. Ellos son, al final, los que merecen las explicaciones.

Aunque para ellos, si las hubiera, llegarán tarde.

(posesodegerasa)





Publicado por posesodegerasa

Related Posts

Subscribe Our Newsletter