Entre los principales candidatos que se sitúan a la cabeza de la carrera por el Elíseo no queda ninguno 'limpio': el candidato centrista Emmanuel Macron ha completado el triplete con la investigación formal que ha abierto el fiscal de París en torno a un viaje que realizó el político a la ciudad de Las Vegas a comienzos del 2016.
De esta forma, una de las principales armas políticas de los últimos tiempos –la filtración de datos comprometedores en momentos estratégicamente escogidos– parece volver a la palestra. Los presuntos escándalos que se ciernen sobre estos políticos galos le han otorgado un importante protagonismo a los tribunales y han desencadenado la indignación social, lo que repercute en los sondeos electorales.
Esta situación, sumada al hartazgo generalizado con el sistema político existente desde hace décadas, convierte estas elecciones presidenciales -que celebrarán su primera vuelta el 23 de abril y, si fuera necesario, su segunda ronda el 7 de mayo- en unas de las más disputadas de la historia del país.
Macron: adjudicaciones a dedo
Este lunes la Fiscalía de París decidió abrir una investigación formal contra Emmanuel Macron, líder del movimiento En Marche! tras recibir un informe de la Inspección General de Finanzas.
El él se sospecha que el político habría favorecido a la multinacional francesa de publicidad y eventos Havas para llevar a cabo la organización del Consumer Electronics Show (CES), un evento tecnológico que tuvo lugar en la ciudad estadounidense de Las Vegas.
La reunión se remonta al 6 de enero de 2016, momento en el que Macron era ministro de Economía de Hollande. Al parecer el político no lanzó una licitación pública ni tuvo en cuenta las ofertas de otras compañías.
Asimismo, la Inspección General de Finanzas subraya que el evento tuvo un costo de 381.759 euros, de los cuales 100.000 euros fueron dedicados al alojamiento, y que varios funcionarios de su gabinete eran exempleados de Havas.
Ahora, la Justicia francesa debe determinar si Business France, organismo de promoción de la tecnología francesa dependiente del Ministerio de Economía, podía escoger a la multinacional Havas sin concurso previo.
Fillon y el 'PenelopeGate'
La situación del aspirante a la presidencia François Fillon en la carrera por el Elíseo ha sufrido turbulencias: si a principios de año se situaba a la cabeza en los sondeos, hoy estos le colocan en la tercera posición. Si las encuestas aciertan, Fillon quedaría eliminado en la primera vuelta.
Este martes, el candidato conservador fue acusado formalmente por delitos de apropiación indebida de fondos gubernamentales y desvío de fondos públicos en el marco del caso conocido como 'PenelopeGate'.
Los cargos están relacionados con una actividad sospechosa de la que se pudo haber beneficiado su esposa, Penelope Fillon.
En concreto, con unos empleos ficticios como asistente parlamentaria por los que su mujer llegó a percibir hasta 500.000 euros de dinero público.
Asimismo, los jueces instructores cuentan con pruebas y testimonios de que el exprimer ministro también habría contratado a sus dos hijos, Marie y Charles Fillon. Supuestamente estos le abonaron grandes cantidades de dinero a su padre tras haberlo cobrado en calidad de asistentes parlamentarios.
Concretamente, su hija llegó a transferir a su padre 33.000 de los 46.000 euros que obtuvo por el contrato de ayudante entre octubre de 2005 y finales de 2006, cantidad que justificó como un reembolso de los gastos que el padre le había avanzado para su boda. En enero de 2007, fue sucedida por su hermano, quien le reembolsó a su padre cerca del 30% de su sueldo.
"Es un asesinato político. Por lo desproporcionado de la persecución, por la elección de las fechas, no solo se me asesina a mí, sino también a la elección presidencial”.
François Fillon, candidato del Partido Republicano
Pero una vez destapado el escándalo, Fillon cometió un error que le ha costado muchos votos: el compromiso de retirarse de la carrera por el Elíseo si era imputado. No cumplir con su promesa, además de dar una mala impresión a multitud de ciudadanos franceses, provocó la renuncia de su asesor de campaña clave, Bruno Le Maire.
Le Pen: varios frentes judiciales abiertos
La candidata a la presidencia del Frente Nacional, Marine Le Pen, tiene abiertos varios frentes con la Justicia francesa.
Por un lado, la aspirante ha sido citada por un juzgado de instrucción francés por un supuesto uso indebido de fondos públicos con los que habría contratado a dos falsos asesores en el Parlamento Europeo. Le Pen ya ha anunciado que no se presentará ante el tribunal hasta que no finalice la campaña electoral, pero el Parlamento europeo reducirá en alrededor de 300.000 euros el sueldo de la eurodiputada para recuperar estos fondos.
Además, la institución levantó a principios del mes de marzo la inmunidad parlamentaria a la líder del Frente Nacional para que pudiera ser juzgada por difundir imágenes de ejecuciones de la organización terrorista Estado Islámico en Twitter.
La Eurocámara responde así a la solicitud de la Justicia Francesa, que inició una investigación después de que Le Pen publicase en 2015 en su perfil de Twitter fotografías en las que se veía a tres personas ejecutadas por Estado Islámico –una decapitada, otra quemada viva y otra aplastada por un tanque– con el mensaje "Daesh es esto".
La inmunidad de Le Pen evitaba su procesamiento en Francia. Ahora, el Parlamento permite la acción legal en su contra. El delito que se le imputa es el de "publicar imágenes violentas". Puede conllevar una pena de tres años de cárcel y una multa de 75.000 euros.
¿Quién es el responsable de esta guerra?
"Sin lugar a dudas, estos escándalos son motivo de alegría para los representantes del Partido Socialista gobernante", sostiene la columnista Nadezhda Alekseeva en RT.
A principios de este mes, el actual presidente François Hollande declaró que "existe" la "amenaza" de una victoria de Le Pen y apuntó que el Frente Nacional no se ajusta a los principios y valores fundamentales de Francia.
"La extrema derecha nunca había estado tan respaldada en los últimos 30 años, pero Francia no cederá”.
François Hollande, presidente francés
Además, el primer ministro Bernard Cazeneuve lanzó una campaña contra la candidata alegando que "mostraría a los franceses que las propuestas del Frente Nacional son callejones sin salida ocultos por mentiras".
Sin embargo, apunta Alekseeva, aunque las clasificaciones de los tres principales candidatos cambian a lo largo de la campaña, "esto no propicia un crecimiento de la popularidad de los socialistas". "La mayoría de los votantes están de acuerdo con cualquier alternativa a los liberales de izquierda", explica.
¿Acciones preparadas?
La mayoría de los expertos no se inclina a atribuir la responsabilidad de esta guerra de datos comprometedores a ningún partido en concreto.
El investigador del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Serguéi Fedorov, afirma que el sistema judicial francés "es independiente" a pesar de que "la aparición del dato comprometedor contra Fillon ha ocurrido en el momento adecuado y parezca una acción preparada".
Además, Fedorov destaca un nuevo punto caliente que puede explotar en un futuro cercano: la prensa francesa se pregunta quién está financiando la campaña del líder de En Marche!.
"Él dijo que recibe el dinero de donantes, que contribuyen a su fondo con aproximadamente 6 millones de euros. Sin embargo, esta versión despierta dudas", constata.
"Tales chivatazos de información se han convertido en una acción popular de la campaña electoral. Posteriormente, estos cargos pueden no ser confirmados, pero igualmente dejan un regusto desagradable a los electores", sostiene el profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú Alexánder Tevdoi-Burmuli.
Lo que muestran los sondeos
Según el último sondeo llevado a cabo por el instituto sociológico Ifop-Fiducial, Le Pen encabeza la intención de voto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales con un 26,5%, seguida de Macron, que obtiene un 25,5% y Fillon, que se queda en el 18,5%.
Respecto a los datos anteriores, la líder del Frente Nacional se mantiene estable en cauanto a apoyos, mientras que el candidato centrista aumenta su intención de voto en un 0,5% y el candidato conservador la ve reducirse en la misma proporción.
Se trata de la diferencia entre los dos últimos candidatos más alta registrada hasta la fecha desde que se comenzaron a hacer las encuestas.
En una eventual segunda ronda, Macron vencería a Le Pen con un 61,5% de los votos frente a un 38,5%. El socialista Benoît Hamon vería reducida su puntación en un 0,5% mientras que el neocomunista Jean-Luc Mélenchon tendría un respaldo estable, con un 11,5%.
Sin embargo, otros sondeos apuntan a que sería Macron quien ocuparía el primer puesto en la primera ronda con un 26-27% de sufragios frente al 25% que se llevaría Marine Le Pen.
La columnista Alekseeva sostiene que actualmente Macron supone "un rival aún más peligroso para la élite" que Le Pen. "Si para la líder del Frente Nacional los sociólogos predicen una victoria únicamente en la primera ronda y una derrota en la segunda, Macron puede liderar ambas", opina.
Otro panorama político
"Han pasado muchos años desde que Francia tuvo su última revolución e incluso un intento serio de reforma", escribe un artículo de 'The Economist'. Según el diario, el estancamiento político y económico ha sido el "sello distintivo" de un país donde el poder ha rotado entre los partidos tradicionales de izquierda y derecha desde 1958.
Sin embargo, el bipartidismo podría tener los días contados con la irrupción en el escenario político de Marine Le Pen y Emmanuel Macron en el marco de los nuevos partidos de diferentes ideologías que están creciendo en toda Europa.
De esta forma, las formaciones tradicionales galas llegan muy tocadas a los comicios "ante la inutilidad y autorreferencia de la clase política": el presidente socialista, François Hollande, se ha convertido en un político tan impopular en Francia que ni siquiera se presenta a la reelección a pesar de solo haber completado un mandato.
Los problemas sin resolver de Francia
Según el semanario, la crisis política en la que se encuentran sumidos los partidos tradicionales es fruto de una situación en que nada ha mejorado ni cambiado para los franceses desde el punto de vista económico en los últimos tiempos: uno de cuatro jóvenes franceses está desempleado y, entre quienes disfrutan de un puesto de trabajo, pocos pueden gozar de la calidad de vida que disfrutaron sus padres.
Además, los recientes ataques terroristas en suelo francés han alterado los nervios de los ciudadanos, que se han visto obligados a vivir bajo un estado de emergencia casi permanente, y en el que han aflorado las profundas divisiones culturales en el país con la comunidad musulmana más grande de Europa.
"Muchos de estos problemas se han acumulado durante décadas, pero ni la derecha ni la izquierda han sido capaces de enfrentarse a ellos (…) tanto Macron como Le Pen aprovecharon esa frustración, pero ofrecen diagnósticos totalmente diferentes de lo que aflige a Francia", sostiene la publicación.
Las propuestas de los nuevos partidos
La conquista principal de Marine Le Pen ha consistido en distanciar al Frente Nacional de su pasado antisemita hasta convertirlo en un partido socialmente aceptable en Francia.
La candidata derechista defiende la necesidad de crear más barreras comerciales y contra la inmigración frente a una globalización, a la que culpa de la situación económica del país. Así, ha prometido convocar un referéndum para abandonar la Unión Europea, recuperar el franco francés, limitar la llegada de inmigrantes y cerrar las mezquitas radicales, entre otros.
"Los dos pilares sobre los que se basa la misma ―Schengen y el euro― están en un proceso de desmoronamiento", declaró la política a RT.
Por su parte, Emmanuel Macron representa el resurgir europeo de una ideología diferente, el liberalismo, y defiende que solo a través de una mayor apertura al exterior es posible que Francia sea más fuerte.
El candidato de En Marche! se declara a favor del libre comercio, la competitividad, la inmigración y la Unión Europea. A diferencia de Le Pen, considera que para acabar con la difícil situación económica que sufre el país hay que reducir las protecciones laborales que tienen los franceses, no ampliarlas.
Sin embargo, a pesar de que los dos candidatos han irrumpido con fuerza en el escenario político francés, ninguno es un rostro nuevo.
Le Pen lleva toda la vida trabajando en el ámbito político y Macron fue ministro de Economía con Hollande.
No obstante, ambos tienen algo en común: representan a todos los franceses que están en contra del sistema establecido.
Pero, ¿quién ganará?
"De la investigación contra Macron y Fillon puede salir ganando Marine Le Pen, ya que su evaluación es más estable", ha indicado a RT el profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú Alexánder Tevdoi-Burmuli.
Según el experto, a pesar de que la candidata también esté siendo investigada, "los votantes se inclinan por perdonarla porque no tiene relación con el 'establishment'".
Sin embargo, Tevdoi-Burmuli indica que "por ahora" el favorito de la carrera presidencial "sigue siendo Macron".
"Lo más probable es que salga en la segunda ronda junto con Le Pen y gane", vaticina el experto, que añade que aunque los socialistas consigan más votos que los que tienen actualmente "no saldrán en la segunda ronda".
"Otra cosa es que el candidato ganador finalmente continúe con el curso político seguido previamente por Hollande; es un escenario completamente esperable", concluye.
En la elaboración de este artículo se han utilizado archivos multimedia de AFP, Reuters y RT
Redactado por Yulia Nitchiporenko
Diseño de Ksenia Belova