La presentadora del programa de Telesur Empire Files responde a un artículo publicado The New York Times, en el que se distorsiona su trabajo en el canal Russia Today, sección América.
Renuncié a la cadena Russia Today en mis propios términos en febrero de 2015 porque quería hacer trabajos de investigación de mayor profundidad, no porque creyese que fuera un aparato de propaganda.
El largamente esperado reporte del Director Nacional de Inteligencia (DNI en inglés), el cual supuestamente prueba la "interferencia" rusa en la elección de Estados Unidos y que incluye una sección entera para vapulear a Russia Today, específicamente se refiere a mi antiguo programa que llevaba por nombre "Breaking the Set", el cual dejó de transmitirse hace 2 años, señalándolo como un vector propagandístico que marcaba el primer intento del Kremlin de subvertir la democracia estadounidense.
En un intento desesperado para darle continuidad a esta narrativa de la inteligencia estadounidense, el diario The New York Times señaló el reporte como "concluyente y sorpresivamente detallado", mientras agregaban que en realidad no se incluía evidencia alguna.
Al día siguiente, el 7 de enero, el NYT publicó otro artículo llamado "Rusia y su RT, la cadena implicada en la interferencia electoral".
En dicho artículo, el periodista del NYT Russel Goldman usó dos argumentos descaradamente falsos sobre mi trabajo en la cadena RT, para apoyar el argumento de que RT es simplemente un medio de comunicación propagandístico de Putin.
Primero, manifestó que "...los dos anclas que renunciaron durante una transmisión en vivo dijeron que el medio es un aparato de propaganda".
Yo no renuncié durante una transmisión en vivo, y tampoco dije que la cadena fuese un aparato de propaganda. El periodista continuó argumentando "... Abby Martin, quien antes de renunciar dijo: 'Lo que hizo Rusia estuvo mal'.
Cualquiera que quiera investigar sobre la cita mencionada -cuando hablé en contra de la entrada militar de Rusia en Crimea y la glorificación de la cadena por ello- encontrarán que no solo no renuncié estando al aire, sino que continué con mi programa durante un año entero después de ello.
Me entrevistaron sobre mi comentario al aire en diferentes medios importantes, desde la BBC hasta CNN, donde defendí mi libertad editorial y también desafié su doble moral y la hipocresía de su cobertura.
RT emitió un comunicado oficial en apoyo a mi libertad de expresar mi opinión en la cadena. Durante el año siguiente, continué emitiendo mis opiniones sobre Rusia, desde el MH-17 hasta la crisis de Ucrania, sin filtro alguno.
Renuncié a la cadena en mis propios términos en febrero de 2015 porque quería hacer trabajos de investigación de mayor profundidad, no porque creyese que fuera un aparato de propaganda.
El NYT publicó una corrección luego que estas falacias estuvieron en el portal web del diario durante 19 horas, sin embargo, su corrección presenta los hechos de manera confusa para ayudar a su narrativa.
La corrección dice "este artículo expuso erróneamente que cuando la presentadora Abby Martin dejó la cadena RT, en realidad lo hizo tiempo después de haber denunciado al aire la guerra de Rusia en Ucrania, no lo hizo en vivo".
El error no es únicamente acerca de cuando renuncié, sino sobre la razón y las circunstancias para hacerlo. El artículo deja implícito que renuncié por un desacuerdo político.
Asimismo, quitaron del artículo la línea que decía "los dos anclas que renunciaron durante una transmisión en vivo dijeron que el medio es un aparato de propaganda", pero no hacen la anotación respectiva al respecto, como se acostumbra.
El artículo ahora incluye una oración modificada " Abby Martin dejó la cadena RT tiempo después de haber denunciado al aire la incursión militar rusa. 'Lo que Rusia hizo está mal', dijo la Srta. Martin". De nuevo, esta línea distorsiona la realidad, omite los hechos, e irónicamente contradice el argumento por completo.
La realidad es que yo hablé sobre las acciones de Putin, Rusia y la cobertura de la cadena estando al aire, y no solo no me despidieron, sino que mantuve mi programa de opinión en horario estelar durante todo un año seguidamente.
Entonces le pregunto al New York Times: Si RT es simplemente un vocero del Kremlin, ¿Cómo es que pude hacer esto y mantener un programa estelar en la cadena televisiva?
Parece que el NYT está nuevamente, tratando de impulsar una perpectiva falsa promovida por el Gobierno de Estados Unidos, sus representantes y agencias, con el fin de presentar a RT de una forma caricaturesca y totalitaria - y así promover la idea de que subvierte la democracia estadounidense - lo cual representa una peligrosa propaganda de estado que sí debería preocuparnos.
PUBLICADO POR NO NOS OLVIDAMOS