Turquía ya no cuenta con los poco fiables socios occidentales y prefiere actuar en colaboración y coordinación con las fuerzas de Rusia y el Gobierno sirio, afirmó a Sputnik Erdogan Karakus, teniente general retirado de las Fuerzas Aéreas de Turquía, excomandante de la base aérea turca y de la agencia de aviación del país otomano.
"En términos de sus intereses nacionales, Turquía debería coordinar sus actividades con las fuerzas gubernamentales rusas y sirias. No necesita el territorio sirio. Pero en Turquía ahora hay 3 millones de sirios. Ankara quiere crear las condiciones para que regresen a su país", declaró Karakus en una entrevista con Sputnik.
Por su parte, el portavoz de la coalición antiterrorista en Irak y Siria, el coronel John Dorrian, declaró que Occidente no apoyaría la operación turca para liberar la ciudad siria de Al Bab.
"Desde el principio Washington ha estado en contra de nuestras operaciones en Siria. El objetivo de EEUU es claro: establecer un corredor kurdo a lo largo de la frontera con Turquía hasta la provincia de Hatay, lo que les permitiría ejercer una presión constante sobre Ankara. Es obvio que la operación de las unidades turcas para liberar la ciudad de Al Bab no entra en los planes de Washington", explicó el militar turco.
Al mismo tiempo, el mando militar del país otomano tomó la decisión de enviar tropas adicionales a Siria, 300 combatientes de unidades especiales, para que participen en la operación bautizada como Escudo del Éufrates. Lo que demuestra que hay serias discrepancias entre Ankara y Washington sobre la situación actual en Siria.
"En mi opinión, Turquía es muy consciente de la situación en el país árabe y es consciente de las intenciones de los países occidentales. Ahora, al parecer, Ankara se esforzará por reducir la influencia de la coalición occidental en Siria e Irak".
"Esto es posible solamente en estrecha cooperación y coordinación de sus acciones con Moscú y Damasco. Es por eso que trabajar con ellos es tan importante para Ankara", añadió el experto.
Publicado por Enrique Sierra Mendoza