En este diciembre del 2016 se cumplen 42 años del asalto a “Chema” Castillo.
Comando FSLN doblegó arrogancia tiránica somocista genocida
*FSLN rompió período de “acumulación de fuerzas en silencio” • Somoza Debayle impuso Ley Marcial, Estado de Sitio, “Toque de Queda” y censura de prensa • Se inició represión somocista gigantesca en el país • “Diciembre Victorioso”, llamó Jaime Weelock Román a esta jornada político militar de 1974.
Pablo Emilio Barreto, afirma que que la Dictadura militar somocista fue sorprendida y conmocionada al producirse el célebre Asalto del Comando “Juan José Quezada”, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, en la casa del archisomocista José María “Chema” Castillo Quant, aquel 27 de diciembre de 1974, año en que todavía el FSLN guerrillero estaba empeñado en su “acumulación de fuerzas en silencio”.
El asalto, preparado cuidadosa y clandestinamente entre las frescuras y nubes rasantes de El Crucero, tuvo como finalidades inmediatas golpear a la tiranía, liberar a 18 prisioneros destacados del FSLN, obligar al somocismo genocida a publicar comunicados o “partes de guerra” del Frente Sandinista y obtener cinco millones dólares de rescate por los rehenes capturados.
El famoso Comando “Juan José Quezada” fue integrado por Eduardo Contreras Escobar, Comandante Cero; Germán Pomares Ordóñez, Joaquín Cuadra Lacayo, Hugo Torres, Javier Carrión, Róger Deshón Argüello, Leticia Herrera, Olga Avilés, Eleonora Rocha, Omar Hallesleven Acevedo, Hilario Sánchez, Juan Antonio Ríos y Félix Pedro Picado.
Los presos liberados fueron: José Benito Escobar Pérez, Daniel Ortega Saavedra, Lenín Cerna Juárez, Carlos Guadamuz Portillo, Julián Roque Cuadra, Oscar Turcios Benavidez, Alí Rivas Vallecillo y Jacinto Suárez Espinoza. En la lista estaba incluido René Núñez Téllez, pero el negociador, Cardenal Miguel Obando y Bravo, no lo incluyó en la lista.
El jefe político y militar del Comando “Juan José Quezada” era Eduardo Contreras, Marcos o Comandante Cero; y los jefes de escuadra eran: Joaquín Cuadra Lacayo, Hugo Torres y Germán Pomares Ordóñez. Eduardo Contreras Escobar y Germán Pomares Ordóñez eran ya miembros de la Dirección Nacional Histórica del FSLN.
El jefe de entrenamiento del Comando fue el Comandante Tomás Borge Martínez, miembro fundador de la Dirección Nacional del FSLN, quien relata que los entrenamientos duraron casi tres meses en una casona de Las Nubes en El Crucero, situado a casi 1,000 metros de altura al Sur de Managua. Le alquilaban casas a Somoza La casa de Las Nubes fue alquilada por doña Julia Pasos viuda de González al supuesto matrimonio integrado por Charlotte Baltodano Egner y Leonel Espinoza, militantes del FSLN.
Al ser interrogada por la Corte Militar de guardias genocidas del somocismo, doña Julia Pasos viuda de González, dijo que ella no sabía quiénes eran los inquilinos y que además ella le alquilaba residencias en ese sector a los generales Anastasio Somoza Debayle, Montealegre y Montiel y también a doña Hope Portocarrero de Somoza, la esposa del tirano.
Los entrenamientos del Comando “Juan José Quezada” eran integrales: arme y desarme de todo tipo de armas, sin verlas y en lo oscuro inclusive e identificándolas con sólo tocarlas, entrenamiento físico agotador todo el día, tácticas militares, sobre cómo apoderarse de rehenes, cómo efectuar el asalto en la práctica, cómo desarmar a los enemigos, cómo parapetarse con la rapidez de una bala, capacidad de negociación, conocimiento claro y pleno de los enemigos y el convencimiento de que todo era ¡Patria Libre o Morir! Todos los integrantes del Comando tenían un número.
Ese “número” era su nombre clandestino. Por supuesto, el plan de Asalto fue urdido por el Jefe de la Revolución Popular Sandinista, Carlos Fonseca Amador. La idea inicial indicaba la posibilidad de asaltar una fiesta, en una embajada, donde estuviera la chanchera civil del somocismo genocida.
El 24 de diciembre, el equipo de escuchas de radioemisoras del Comando captó por radio que en la casa de Noel Pallais Debayle, primohermano de Anastasio Somoza Debayle y Director del Diario NOVEDADES, se efectuaría una fiesta, a la cual asistiría parte de la “crema y nata” del somocismo genocida, incluyendo Anastasio “El Chigüin” Somoza Portocarrero, ya ascendido a coronel por su padre y convertido en el jefe de los archiasesinos de la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI).
Se anunciaba que llegaría asimismo la Dinorah Sampson, la querida de “Tacho” Somoza Debayle, y el embajador yanqui, Tunner Shelton. Hartón da la pista clave Se desistió, al final de efectuar este Asalto en la casa de Pallais Debayle porque habían demasiados somocistas, mientras la vigilancia era demasiado extrema tanto dentro como fuera de la residencia.
Sin embargo, el 27, temprano, Germán Pomares brincaba de alegría después de escuchar un anuncio de Lazlo Pataky, periodista de origen judío, gordo, insanciable en las comilonas, quien divulgaba con afán placentero en su noticiero radial El Clarín todo aquello de “notas sociales” relacionadas con fiestas de cumpleaños, bodas, bautizos, “tenidas” entre las familias de los somocistas genocidas, porque allí tenía la oportunidad de comer indeteniblemente, sin pagar nada.
El anuncio indicaba que esa noche del 27 habría una fiesta en la casa de José María “Chema” Castillo Quant, dedicada al embajador yanqui, Tunner Shelton.
Entró a funcionar todo el operativo político militar del FSLN. Salieron de la casa de Las Nubes en vehículos conducidos por Álvaro Baltodano y Mario Cardenal. Dispusieron asaltar taxis, en uno de los cuales, iba, ¡qué casualidad extraordinaria¡, un hermano de Catún Sandoval, reconocido revolucionario sandinista. La orden era disparar contra todo lo que se moviera al llegar frente a las puertas de la casa de “Chema” Castillo Quant. Hubo un incidente, precisamente en la entrada, cuando uno de los sicarios del régimen somocista les empezó a disparar desde la acera de enfrente.
Germán Pomares, auxiliado por Joaquín Cuadra Lacayo, lo neutralizó a tiros, y con la velocidad felina aprendida en los entrenamientos, cruzaron la calle hacia la puerta de la casa, donde rostros llenos de pánico los miraban casi paralizados, entre otros el embajador de Chile, los hermanos Gallo y el gordo periodista Lazlo Pataky, mencionado arriba como “hartón”.
“La cagamos. Aquí no hay nadie que valga la pena.
Lo que veo es un montón de mujeres”, dijo Germán Pomares Ordóñez cuando entraron a la casa de “Chema” Castillo Quant. -Si están las mujeres, deben estar los maridos. Hay que buscarlos-, razonó rápido Eduardo Contreras, el “Comandante Cero”.
Revisaron los roperos y encontraron un arsenal, porque “Chema” Castillo Quant era coleccionista de armas y, de un solo golpe, cada guerrillero del Comando quedaba dueño de tres equipos militares, con reservas abundantes de parques o balas para cada uno. Muere “Chema” Castillo El Comandante Tomás Borge Martínez en su libro “La Paciente Impaciencia”, relata: “Se produjo el segundo tiroteo.
El enfrentamiento fue con la escuadra de Hugo Torres, que cubría la cocina y el garage. Una patrulla, que se aproximaba con lentitud, como olfateando el peligro, fue recibida por una lluvia de disparos. Algunos cayeron y otros abandonaron el vehículo y huyeron. Se pasó de la ofensiva a la defensiva táctica, tal como se había previsto y para lo que estaban adiestrados.
El enemigo trató de abrir la puerta del patio, hizo un boquete y desde ahí disparó a ciegas. Germán Pomares y Joaquín Cuadra accionaron las armas y algunos guardias fueron heridos o se retiraron. “Chema” Castillo ofreció resistencia y murió fulminado por varios disparos. El hecho se le ocultó a los invitados. Se le pidió a la hija menor de Castillo que saliera con un pañuelo blanco, y a las otras mujeres que gritaran.
Eso detuvo el fuego enemigo. Orinados y cagados Sigue el relato del Comandante Borge: “Cubrime, dijo Germán Pomares, “El Danto” a Joaquín Cuadra, en voz baja, cuando ya amanecía el 28 de diciembre.
Los pies del Danto se movieron con el sigilo de un bailarín.
Al otro lado, temblando, orinados, otros cagados en los pantalones, estaban los “peces gordos”: Alejandro Montiel Argüello, el canciller; Danilo Lacayo, gerente de la Esso; el famoso “Chato Lang, exministro del Distrito Nacional; Iván Osorio Peters y, especialmente, Guilllermo Sevilla Sacasa, el cuñadísimo de Somoza Debayle”.
Con rehenes de esa calidad en mano, los integrantes del Comando “Juan José Quezada” ya estaban seguros del éxito completo del operativo político y militar. “Sólo Guillermo Sevilla Sacasa vale los 5 millones de dólares”, comentaba entre brinquitos Germán Pomares Ordóñez.
Inicialmente, se pedían 5 millones de dólares, la liberación de los presos políticos, la difusión de dos comunicados del FSLN en diarios nacionales, en noticieros radiales y televisivos, mientras la “mediación” la hacía el entonces Obispo Monseñor Miguel Obando Bravo. Somoza Debayle estaba en Guatemala, de donde retornó rápidamente.
Al darse cuenta de la contundencia militar del Comando “Juan José Quezada”, a Somoza Debayle no le quedó más remedio que aceptar las condiciones, sólo que variando la cifra de 5 millones a un millón de dólares.
Uno de los comunicados lo redactó el Comandante Tomás Borge Martínez en una finca de la Carretera Vieja a León, mientras el otro fue escrito y remitido a Managua por el Comandante Henry “Modesto” Ruiz Hernández.
Una vez cumplidas las demandas del Comando, jefeado por el Comandante Cero, Eduardo Contreras Escobar, cada uno de los integrantes del Comando salió con un rehén a subirse al autobús, para viajar al Aeropuerto “Las Mercedes” (Hoy Sandino), donde los esperaba un Avión de La Nica (línea aérea de Somoza Debayle) para viajar a La Habana, Cuba, donde los esperaba el Jefe de la Revolución Sandinista, Carlos Fonseca Amador. Durante el trayecto por la Carretera Norte, el “Comando Juan José Quezada” desplegó banderas del FSLN, mientras varios miles de personas se apostaron a la orilla de la Pista par decirles “!Adios…hasta la victoria siempre¡ Pronto nos veremos en las calles de Managua!”
Del silencio a la ofensiva De esta forma, mediante esta operación militar y política (espectaculares), el FSLN rompe el llamado ”período de acumulación de fuerzas en silencio” y pasa a la ofensiva política y militar en todo el país, según definiciones del Jefe de la Revolución Popular Sandinista, Comandante Carlos Fonseca Amador.
Por su parte, la tiranía genocida del somocismo, encabezada por Anastasio Somoza Debayle, impuso la Ley Marcial, Estado de Sitio, ”Toque de Queda”, Censura de Prensa, especialmente contra el Diario LA PRENSA; y ordena el cierre de numerosos noticieros radiales y televisivos y desata descaradamente espionaje en contra de los más conocidos periodistas opositores del país.
Los coroneles y generales de la guardia genocida del somocismo durante unos tres meses se presentaron todos los días a los medios de comunicación masivos para censurarles los materiales periodísticos, antes de publicarlos, e impedían la publicación de todo aquello que hablara en favor del FSLN, de manifestaciones callejeras, de causas populares, y especialmente de denuncias por la represión sangrienta del somocismo genocida.
Al mismo tiempo, la Guardia Nacional, los agentes de la Oficina de Seguridad, los 12 mil Jueces de Mesta, los “orejas” de estos organismos represivos y miembros de AMROCS (guardias retirados) y de la “Mano Blanca” (“escuadrones de la muerte), iniciaron una represión masiva en todo el país, la cual incluyó el establecimiento de una Corte Militar para “juzgar” a centenares de sandinistas y sospechosos, los cuales fueron condenados a 150 años, 100 años, 50 años de cárcel por andar metidos en los intentos de derrocar al somocismo genocida.
Esta represión incluyó centenares de desapariciones forzadas, decenas de asesinatos, miles de jóvenes capturados en colegios, en las calles y en sus casas, y aparecían hombres y mujeres asesinados en la Cuesta del Plomo, en las cercanías del Teatro Popular Rubén Darío, por la Escuela de Arte, en el Cerro de Rota en León, etc.
Esta operación militar y política del FSLN guerrillero inició una descomposición acelerada del régimen genocida somocista, cuyo derrumbe definitivo también fue acelerado porque el Frente Sandinista ya no paró en su ofensiva militar hasta culminar con el derrocamiento definitivo del 19 de julio de 1979.
“Diciembre Victorioso” continúa en la lucha de los revolucionarios sandinistas por la profundización de la Revolución Popular Sandinista y por la construcción del Socialismo en toda la Madre Tierra, para la salvación de la Humanidad entera, por la salvación de los animales en general, por la preservación de las plantas o vegetación y por la vida en la misma Naturaleza terrestre, la cual comenzó hace 4,500 millones de años, según los astrónomos.
Asalto del FSLN a Casa de “Chema” Castillo Quant somocista: Comando rojinegro doblegó arrogancia tiránica somocista. Publicado el 19 noviembre, 2009 por Pablo Emilio Barreto Pérez
Managua, diciembre 2005. Pablo E. Barreto Pérez: periodista, editor, investigador histórico, escritor popular, Cronista de la Capital, fotógrafo, Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío, Hijo Dilecto de Managua, Orden Servidor de la Comunidad del Movimiento Comunal Nicaragüense, Orden José Benito Escobar Pérez de la Central Sandinista de Trabajadores (CST nacional) y Orden Juan Ramón Avilés de la Alcaldía de Managua. Colonia del Periodista No. 97, frente al portón del parque, en Managua. Teléfonos 88466187, 88418126 y 22703077.