El, 28 de octubre, es cuando miles de niños cubanos arrojan flores en los ríos y en el mar para honrar a Camilo Cienfuegos.
El ritual es lo mismo desde 1959, cuando el revolucionario desapareció en un bimotor Cessna 310 que viajaba desde la provincia de Camagüey a La Habana.
Nunca fue encontrado – ni el avión, ni Camilo, ni los otros dos pasajeros, el piloto Luciano Fariñas y el soldado Félix Rodríguez.