"Hay muy pocas cosas que Vladímir Putin no haya armado a estas alturas. Si no es a refugiados, cucarachas robóticas o WikiLeaks, es a 'think tanks', a la historia o incluso a la madre naturaleza, a través del clima. Nombre cualquier cosa y Vladímir Putin encuentra la manera de armarla", ironiza la columnista irlandesa Danielle Ryan en RT.
Sin embargo, Ryan estima que la última acusación al mandatario ruso puede ser la más destacada: "¿Qué mejor manera de destruir la civilización occidental que criar un calamar asesino gigante de 14 patas bajo el Ártico?".
Responsable de la muerte de dos científicos
Esta llamativa afirmación, difundida por el diario británico 'Express' y otros medios occidentales, es cortesía de Anton Padalka, miembro de una expedición científica al lago Vostok, quien ha explicado que Rusia ocultaba a la aterradora criatura denominada Organismo 46-B para criarla y armarla, con el objetivo de causar efectos potencialmente devastadores.
Padalka ha asegurado que ese supuesto monstruo de 14 patas, atrapado por una superficie helada de más de 3.200 metros de grosor, era capaz de "hipnotizar a sus presas hasta a 45 metros de distancia cuando libera su veneno en el agua" y fue el responsable de la muerte de, al menos, dos miembros de su equipo.
El científico describe cómo vio a uno de sus amigos sumergirse en el agua "con una sonrisa dichosa" mientras el animal se le acercaba y contemplaron "impotentes" cómo utilizó sus tentáculos para arrancarle la cabeza y llevarse sus restos a la boca, " como si lo hubiera hipnotizado telepáticamente".
Cambia de forma para engañar a sus víctimas
Ese calamar también sería capaz de camuflarse por completo y cambiar de forma para engañar a sus víctimas, hasta adoptar la apariencia de un buzo humano, gracias a sus capacidades "casi diabólicas".
Asimismo, Padalka revela que el cefalópodo también podría utilizar sus tentáculos para matar, incluso después de haber sido cortados de su cuerpo.
La captura de la bestia
Tras cinco días de lucha desigual, Anton Padalka y sus colegas capturaron al cefalópodo en un tanque. Sin embargo, cuando sacaron el recipiente a la superficie fueron capturados por funcionarios rusos, quienes declararon a la prensa internacional que estaba presente que no habían encontrado nada.
Después de esa presunta aventura, Padalka decidió huir del país para alertar al mundo de que había "descubierto los planes de Putin para utilizar al animal como arma militar": "Algunas especies de pulpo ponen 200.000 huevos. Imagínense si se depositaran en embalses y lagos de toda Norteamérica".
Danielle Ryan concluye que "aún no queda claro" qué planea hacer Vladímir Putin con sus "criaturas monstruosas" pero es posible que, "una vez descubra cómo reproducirlas o clonarlas", las liberará por Occidente para causar "el caos mortal y la sangrienta destrucción" que desea "desde que era niño".
Después de eso, "tal vez pueda almacenarlos en Kazajstán con el desaparecido vuelo MH370 de Malaysia Airlines que ha estado ocultando durante años", finaliza la columnista.