Ocho marineros y sargentos segundos de la Armada de Chile han sido procesados por grabar a escondidas con cámaras de video a seis compañeras y difundir esas imágenes a través de redes sociales.
Los uniformados implementaron en la fragata Lynch "un sofisticado sistema" con cámaras espía ubicadas en lugares "estratégicos" —como los ductos de ventilación— para "observar a sus compañeras de armas en la intimidad".
La denuncia llegó hasta la Comandancia en Jefe por la denuncia de varios compañeros y la Fiscalía Naval inició una investigación contra esos integrantes de la tripulación.
Por su parte, las afectadas decidieron continuar en el navío.
Delitos contra la intimidad
Tres de los implicados están acusados de incumplir sus deberes militares —a pesar de estar al tanto, no comunicaron los hechos a sus superiores—, mientras que los otros cinco podrían haber cometido delitos contra la intimidad.
De estas ocho personas, solo una se encuentra detenida.
El comandante de la Dirección de Comunicaciones, Leonardo Chávez, lamentó "a nombre de la Armada de Chile" una situación" que rechaza "completamente" y añadió que las autoridades chilenas brindaron "todo el apoyo a las personas que se vieron involucradas o afectadas" y respetan "la privacidad" de "todos los miembros de la institución".