Una nueva investigación sugiere que el clima de la Tierra podría ser más sensible a los gases de efecto invernadero de lo pensado hasta ahora, elevando el espectro a un "punto apocalíptico" por la subida de las temperaturas en más de 7 ºC. dentro del período de vida de la siguiente generación, reza un nuevo estudio publicado en la revista 'Science Advances'.
Según la NASA, si la temperatura de la Tierra se eleva en 7ºC, esto podría desencadenar el tipo de calentamiento global desenfrenado que posiblemente una vez hubiese hecho pasar a Venus de ser un planeta habitable a una versión del infierno de 460 ºC, con una atmósfera compuesta principalmente de dióxido de carbono con nubes de ácido sulfúrico.
Esta visión de un futuro tan apocalíptico, según climatólogos prominentes, podría ser el fin, sobre todo teniendo en cuenta que el próximo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, es un obstinado negador del cambio climático.
Sin embargo, la nueva investigación de un equipo internacional de expertos que estudió los datos sobre el clima de la Tierra de casi 800.000 años advierte que el clima es más sensible a los gases de efecto invernadero cuando está más caliente.
Los investigadores han avisado que el rango real podría estar entre 4,78 ºC a 7,36 ºC hasta el año 2100.
Tobias Friedrich, uno de los autores del estudio, ha señalado que "la única salida es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tan pronto como sea posible y que esto requeriría "los recortes incluso más radicales de las emisiones de carbono", según el rotativo 'The Independent'.
Por su parte, Michael Mann, otro experto en el ámbito del cambio climático de la Universidad Estatal de Penn en Estados Unidos, ha señalado que "si Trump cumple con sus promesas, y Estados Unidos se retira del Acuerdo de París [sobre el cambio climático], es difícil ver un camino hacia adelante para mantener el calentamiento por debajo de esos niveles".
En este caso, según indica Mann, esto significará que el planeta quedaría "fuera de juego".
El dióxido de carbono es el gas que más contribuye al calentamiento global. Otros de los principales gases de efecto invernadero de larga duración son el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y el hexafluoruro de azufre.