En un artículo para el medio Literarni noviny la analista política y periodista checa, Tereza Spencerova, explica por qué Occidente está condenado a una muerte inminente.
Según la periodista, el presidente electo de EEUU, Donald Trump, está dispuesto a disolver la OTAN en caso de que los países miembros no comiencen a pagar de manera adecuada por las armas y servicios de EEUU.
El nuevo líder estadounidense, prosigue la autora, afirma que la economía del país norteamericano no se puede permitir nuevas dotaciones para sus 'aliados parasíticos'.
Además, recuerda las palabras del político estadounidense, Francis Fukuyama, según las cuales "después de la caída del muro de Berlín la historia se terminó, porque Occidente y sus valores habían ganado en todo el mundo y no había nadie que pudiera contrarrestarlos".
"Sin embargo, hoy el propio Fukuyama señala que las instituciones occidentales se van desintegrando debido a que pocos siguen creyendo en el sistema", escribe Spencerova.
El exsecretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, expresó en su cuenta de Facebook su verdadero terror por la elección de Trump, ya que "con su llegada viene el fin de la OTAN, la UE, EEUU y otras abreviaturas nuestras", destaca la periodista.
A juicio de Spencerova, el Occidente está predestinado a perecer: el filósofo e historiador alemán, Oswald Spengler, lo predijo hace 100 años en su famosa obra 'La decadencia de Occidente'.
Su vaticinio fue consolidado por el politólogo estadounidense, Samuel P. Huntington, quien en su libro 'El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial' advirtió que los países occidentales podrían perder su predominio mundial.
"Todas las civilizaciones que dominan el orden mundial van a morir tarde o temprano.
La única cuestión que queda es cuándo y cómo Occidente perderá su influencia", destaca la autora.
La periodista profundiza que la amenaza de la caída de Occidente ya surgió durante la crisis económica de los años 30 del siglo XX y durante la Segunda Guerra Mundial que pudo culminar en un cataclismo nuclear.
Y en este momento "este escenario escalofriante surge de nuevo".
"Pero el Occidente está vivo aunque solo a través del brillo publicitario y nadie sabe la razón por la cual sigue respirando", apunta. Spencerova sostiene que Europa sufre de un "síndrome común", por el cual "la izquierda y la derecha forman una masa sin ideología" —"con el vacío a la izquierda y el nacionalismo creciente a la derecha"—.
Así, agrega, "el proceso democrático y sus protagonistas ya no tienen nada que ofrecer"
. "¿Y qué pasaría si un día a las urnas viniera un solo votante que todavía sigue creyendo que existen candidatos dignos a elegir, y decidiera el destino de todos nosotros?", se pregunta.