Pocos días después de concretarse la destitución de Dilma Rousseff, el presidente interino de Brasil, Michel Temer, enfrenta nuevos escándalos por delitos de corrupción.
Las empresas que construyeron la central hidroeléctrica de Belo Monte pagaron sobornos millonarios al partido político del presidente interino de Brasil, Michel Temer, según un informe policial divulgado este martes por el diario Folha de Sao Paulo.
La Policía Federal muestra evidencia de que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Temer, recibió millonarias sumas de dinero pagadas por empresas constructoras, sobornos que fueron disfrazados como supuestas ayudas legales.
El escándalo de corrupción fue revelado mediante la operación “Lava Jato”, adelantada por la Policía Federal, que se basó en los testimonios de implicados en el caso de corrupción de Petrobras y que se han acogido a acuerdos de colaboración con la Justicia para reducir sus penas.
Belo Monte fue construida por un consorcio de empresas formado por Andrade Gutiérrez, Queiroz Galvao, OAS, Odebrecht, Camargo Correa, Serveng, Galvao Engenharina y J. Mallucelli.
De acuerdo con la versión del Diario Financiero, los sobornos se presentaron “supuestamente a través de donaciones legales a campañas electorales del PMDB entre 2010 y 2014.
El soborno
El valor del contrato ascendía a 13 mil 400 millones de reales (unos 4 mil 187 millones de dólares), por lo que el soborno sería de 134 millones de reales (41,8 millones de dólares).
Las firmas constructoras acordaron pagar el 1 por ciento del valor del contrato de Belo Monte al PMDB de Temer.
El sociólogo brasilero Vinicius Sartorato comentó que fue Sergio Machado, exdirector de TransPetrol (una subsidiaria de PetroBras), quien denunció a más de 20 políticos entre senadores y diputados, de haber recibido sobornos.
Sartorato indicó que Temer tiene un asunto pendiente con la justicia electoral. Un asunto que lo haría inelegible para cargos públicos, una vez termine el período que está ejerciendo.
Nodal | EFE | Telesur