Pablo Gonzalez

¿Asesinatos extrajudiciales?: Muere un segundo activista negro en Ferguson


Darren Seals, de 29 años, un destacado organizador y activista en Ferguson, Missouri, fue encontrado muerto en su coche a primera hora del martes.
El cuerpo de Darren Seals, uno de los activistas que lideraba las protestas en Ferguson por la muerte de Michael Brown a manos de la Policía, fue encontrado con varias heridas de bala en el interior de un coche calcinado en la ciudad de Riverview, a escasos kilómetros de Ferguson.

La muerte de Seals, está siendo investigada como un homicidio, tal y como ha recogido el diario ‘St. Louis Dispatch’, si bien por el momento no hay informaciones acerca del posible motivo del mismo y no hay ningún sospechoso.


El activista adquirió popularidad en las calles de Ferguson desde el inicio de las protestas tras tras la muerte de Michael Brown, un afroamericano de 18 años, a manos de un policía blanco el 9 de agosto de 2014.

Seals no sólo jugó un papel destacado en la organización de las protestas, sino que también se involucró en los esfuerzos electorales dirigidos tanto a la eliminación del liderazgo existente que perpetúa el profundo racismo y clasismo en Ferguson, como también para mostrar el creciente poder del nuevo movimiento negro.

Seals era especialmente conocido por sus comentarios en las redes sociales.

Recientemente había tomado una posición firme en defensa del jugador de fútbol americano de la NFL, Colin Kaepernick, que se negó a levantarse durante el himno nacional, en protesta por el racismo policial en EEUU.

Seals también había estado con la familia de Michael Brown la noche en que se anunció que el oficial de policía Darren Wilson no sería acusado por un gran jurado, y escribió conmovedoramente acerca de esa experiencia tan frustrante.


Cabe destacar que Darren Seals había recibido disparos en dos ocasiones anteriores en su vida.

En 2013, Seals recibió seis heridas de bala, cuando fue tiroteado frente a la casa de su primo.

En esa ocasión, tres de las balas le hirieron en las manos, cuando intentaba proteger su rostro. 

Al caer al suelo, dos más balas impactaron en sus pies.

“Cada vez que hablaba de recibir un disparo, decía que aquel momento cambió su vida para siempre. 

En ese momento decidió entregar su vida a su comunidad”, sostiene Mya Aaten-White, una activista amiga de Seals, que en su momento también recibió disparos de un desconocido tras una acción de protesta contra la policia en Ferguson.


Mya Aaten-White

Tras recuperarse de sus disparos y salir del hospital en 2013, Seals se unió a las filas de los activistas anti-armas y anti-violencia locales. 

No mucho tiempo después, se unió a las protestas contra la brutalidad policial sobre la población negra.

La muerte súbita de los Seals, bajo tales circunstancias violentas, plantea muchas preguntas inquietantes.


Han crecido los rumores, promovidos por fuerzas desconocidas que tratan de ensuciar la imagen de Seals tras su muerte, sugiriendo que el activista estaba involucrado en tráfico de drogas, un argumento absurdo que rápidamente ha sido refutado por amigos y familiares.

La cuestión es que Seals es el segundo activista de Ferguson que muere de la misma manera.

DeAndre Joshua murió en la noche en 2014 en la que Seals acompañaba a la familia de Michael Brown: lo encontraron con un disparo en la cabeza, y su cuerpo quemado en un coche, cerca de la zona en la que Mike Brown fue asesinado a tiros.

En ese caso, la policía también afirmó no tener ninguna pista ni ningún sospechoso, como acaba de suceder con Seals.

Así pues, la sombra de los asesinatos extrajudiciales sobre actvistas defensores de la libertad de expresión se alarga cada vez más.


Segús sotiene el analista Eugene Puryear, todo ello lleva a recordar algunos casos memorables, como son las campañas COINTELPRO del FBI y la Operación Caos de la CIA, diseñadas para sembrar la discordia entre los movimientos pro derechos civiles, el Poder Negro, y los movimientos contra la guerra de finales del siglo XX.

Estos programas secretos del gobierno dieron lugar a la muerte de radicales como Fred Hampton y parecen un eco no muy lejano de la campaña de persecución masiva contra los comunistas después de la Segunda Guerra Mundial.

Puryear afirma que la rebelión en Ferguson ha sido el punto de partida de un movimiento que ha desenmascarado ante todo el mundo la violencia policial casi paramilitar y las tácticas terroristas de la policia norteamericana y que el movimiento Black Lives Matter parece haber provocado la ira de instituciones poderosas dentro del sistema policial estadounidense.

De ser ciertas todas estas sospechas, existe una alta probabilidad de que estemos ante una campaña de asesinatos políticos en EEUU, en los que la propia policia podría estar involucrada y que prometen recrudecerse dramáticamente en los futuros meses, especialmente si se produce una victoria de Donald Trump.

¿Quizás todo esto forma parte de un plan?

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