Un amor por la limpieza parece haber sido la mentalidad general de la población: el Códice Florentino muestra la importancia de la higiene documentando las instrucciones de limpiezas dadas por los padres mexicas a sus hijos.
Jacques Soustelle
La Europa del siglo XV tuvo uno de sus periodos más antihigiénicos de todos los tiempos. Lo anterior, en parte por que luego de la peste de 1347 (que acabó con 1 de cada 3 europeos), Felipe VI pidió a la Universidad de París las causas de la propagación; entre las conclusiones de la institución estuvo el que los baños calientes abrían la piel, de manera que el organismo era más susceptible a los gérmenes.
Aunque históricamente la sociedad europea nunca se distinguió por un estricto régimen higiénico, a partir de entonces los baños públicos fueron cerrando y esto debilitó aún más la limpieza personal entre los habitantes del continente.
En toda su vida Luis XIV se bañó únicamente dos veces, pero era considerado limpio por cambiarse su ropa blanca dos veces al día; por su parte los españoles se lavaban los dientes de vez en cuando, pero ¡con orina! Todos estos datos forman parte de un artículo publicado por la periodista Katherine Ashenburg, también autora del libro The Dirt on Clean, donde abunda en los hábitos de higiene de numerosas sociedades.
En ese mismo escrito Ashenburg hace un interesantes desglose de los hábitos de higiene de los mexicas, que dejaron sorprendidos a los españoles, incluso atemorizados, por las creencias negativas que durante siglos se habían asociado al tema de la limpieza personal.
Presentamos algunos de las pulcras costumbres de los mexicas, quienes a diario lavaban sus dientes, barrían sus calles y trataban sus desechos, mientras sus conquistadores vivían, francamente, entre la podredumbre de sus ciudades, casas y de sus propios cuerpos.
Los mexicas, por miles, barrían las calles de sus ciudades cada día.
En cada vecindario fueron construidos baños públicos.
Trataban sus desechos. Cada día, los residuos fecales eran transportados en canoas para ser aplicados como fertilizantes.
Mientras en ese tiempo Londres seguía tomando agua del contaminado Río Tames (incluso hasta 1854,) los mexicas suministraban su ciudad con agua limpia desde Chapultepec gracias a los acueductos construidos tanto por Nezahualcóyotl (entre 1446 y 1478) como por Ahuitzotlveinte años más tarde.
El mismo conquistador Andrés de Tapia reportó, con un tono de poco entendimiento, el que el rey Moctezuma se bañase dos veces al día.
Los mexicas usaban la hierba del copalxocotl (llamada como árbol del jabón por los españoles) y la raíz del xiuhmaolli, las cuales usaban como jabón para bañarse (ambas generan burbujas) también era el jabón con el que lavaban la ropa.
En el Códice Florentino existe una descripción sobre esta última planta jabón.
Copalxocotl y xiuhmaolli en el Códice Florentino
Para mantener el agua limpia los aztecas usaban axolotes que se comían los detritus, manteniendo el agua en perfectas condiciones de salubridad.
En el códice Florentino se hace mención de desodorantes, refrescantes de aliento y limpiadores de dientes (entre ellos la ceniza de tortilla).
Desde niños se les educaba en la importancia del aseo personal, incluidos los dientes y la ropa; uno de los principales consejos que los mayores daban a las jóvenes parejas para una convivencia dichosa, como se muestra en el Códice Florentino.
Además de que los mexicas se bañaban casi diariamente en lagos o ríos, también se bañaban casi a diario en los temazcales, que además eran altamente benéficos para la salud, limpiando al organismo de toxinas.
Temazcal, Códice Tudela
http://masdemx.com/2016/08/10-sorprendentes-habitos-de-higiene-de-los-aztecas-que-contrastaban-con-los-europeos/