El último tiroteo en un club nocturno de Orlando Florida hace repensar por qué ocurren este tipo de actos violentos, con especial foco, en Estados Unidos.
El último saldo de una matanza de 50 muertos y al menos 53 heridos, ocasionados por un hombre que disparó sin distinción, pero que luego fue muerto por miembros de la policía la madrugada del domingo 12 de junio.
El miércoles primero de junio, una escuela fue escenario de violencia con armas de fuego; alrededor de las 10 de la mañana se registró un tiroteo en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la policía informó de dos muertos.
En la mayoría de los casos el accionar de la Policía es aplaudida por diversos sectores de la sociedad estadounidense.
En México, centenares de personas se reportan desde hace años como desaparecidas, de los cuales posteriormente algunos aparecen en fosas comunes. Las matanzas en éste país son comunes y constantes.
Lamentablemente, en algunos casos, aparecen involucrados agentes del orden público, pero aun así la Policía no es víctima de campañas de desprestigio.
En Nicaragua, la semana pasada, exactamente el sábado, 25 de junio, en la comunidad conocida como La Fonseca, en Nueva Guinea, la Policía Nacional de Nicaragua detuvo a varias personas luego de que fueron alertados de que ocurrió una explosión donde un joven campesino nicaragüense.
Entre los detenidos y posteriormente liberados figuran los nicaragüenses Francisca Ramírez, Migdonio López, así como los extranjeros Byron Reyes Ortiz (Costa Rica); de Luz Ruiz y Eugenio Pancelli (México), Daniel Espinoza (España)
Según el reporte de varios medios de comunicación, los detenidos participaban en un “taller” sobre tecnología para la creación de hornos eficientes que utilizan poca leña, celebrado en La Fonseca, distrito del departamento de Nueva Guinea, utilizando materiales altamente inflamables que provocaron el accidente.
La Policía cumplió con su obligación de detener a las personas involucradas en el confuso accidente, de investigar las causas del accidente y suspender la actividad para resguardar la seguridad de las personas que participaban en el evento, así como a los vecinos, porque para eso existe ¿ o no?
Reacción política
Sin embargo, para asombro de muchos nicaragüenses, la reacción de algunos Organismos No Gubernamentales se hizo sentir de inmediato, y a lo visceral, atacaron el accionar de la Policía y del gobierno en el accidente.
Casi al unísono reaccionaron Violeta Granera, quien de seguro regresará al Movimiento pro Nicaragua luego de su rotundo fracaso en el intento de correr en las elecciones como candidata a Vicepresidenta y compañera de fórmula de Luis Callejas.
De igual forma, los organismos de derechos humanos y otras “onege” criticaron el accionar de la Policía, como si quisieran poner a la Policía de éste país con las manos arriba, sin capacidad de accionar ante accidentes confusos como el sucedido en La Fonseca y que la inseguridad se apropie de la nación.
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