Un paciente ingresa en un hospital privado de alto standing para ser tratado de un cáncer agresivo, allí se le ofrece la posibilidad de complementar el tratamiento antitumoral habitual con la siempre terapéutica danza de los indios navajos o la también más que poderosa medicina de los chamanes del Ganges.
¿Absurdo? ¿Imposible? pues no, estamos hablando de la siempre paradójica sanidad privada estadounidense.
EEUU tiene algunos de los mejores hospitales privados del mundo, en donde junto con la contrastada medicina científica establecida se desarrollan nuevas y modernas terapias avanzadas.
Y uno de esos centros médicos es el famoso “Dana-Farber Cancer Institute”, institución atendida por más de 4.000 profesionales sanitarios que tratan al año a unos 300.000 pacientes de todo el mundo, siempre y cuando por supuesto tengan la posibilidad de hacer frente a sus más que abultadas facturas médicas que superan en conjunto los mil millones de dólares anuales.
El Dana-Farber es además un centro de investigación de excelencia que tiene activos más de 500 proyectos científicos financiados por el NIH estadounidense y que participa además en unos 750 ensayos clínicos a escala mundial, además de estár asociado a la más que archiconocida “Harvard Medical School“.
Como su propio nombre indica este centro está especializado en cáncer y es uno de los más reconocidos a nivel mundial en terapias antitumorales tanto en adultos como en pediatría.
Pues bien, con estas impresionantes credenciales el Dana-Farber debería ser un ejemplo de lo que la actual medicina científica es capaz de ofrecer.
Sin embargo junto con esos cientos de profesionales altamente cualificados, que se encuentran a la vanguardia de la moderna medicina, coexisten los que únicamente se puede considerar chamanes del siglo XXI. Así dentro de la estructura de esta institución se encuentra el “Leonard P. Zakim Center for Integrative Therapies” que tal y como reza su propia publicidad
Se dedica a mejorar la calidad de vida de los pacientes de cáncer y sus familias mediante la incorporación de terapias complementarias en el tratamiento del cáncer tradicional.
¿Y cuáles son estas terapias complementarias que han logrado pasar los siempre exigentes estándares de calidad del más que prestigioso Dana-Farber? Pues desgraciadamente no se crean que son algunos tratamientos médico novedosos, fruto de la incansable labor de sus más que capacitados investigadores, sino varias de las más que gastadas, inútiles y chamánicas medicinas “alternativas” de toda la vida, esas que llevan siglos o incluso milenios enredando cuando no estafando directamente a millones de pobres enfermos desesperados de todo el mundo.
Una de estas “terapias” que tienen “mucho éxito entre los pacientes de cáncer del Dana-Farber” es la acupuntura, que según la propia web de la institución
Consiste en insertar suavemente en la piel en puntos específicos (llamados puntos de acupuntura) finas agujas tan delgadas como un cabello. Cuando se estimulan de esta manera, así como con calor, los puntos de acupuntura pueden ayudar a corregir y volver a equilibrar la energía física, mental, espiritual y emocional [del paciente].
Por supuesto que nada se dice sobre cómo se mide y se equilibra esas energías tan peculiares, sólo que los enfermos
la describen como una experiencia relajante y tonificante que puede ayudar a manejar los síntomas y efectos secundarios asociados con el cáncer.
En un apartado más específico se describe que
Aunque muchos estudios han sido poco o nada concluyentes, Lu y Rosenthal [los dos líderes acupunturistas del Dana-Farber] han señalado que la acupuntura parece ser beneficiosa en combatir múltiples síntomas asociados a los tratamientos antitumorales científicos.
Cosa en principio nada extraña, porque esta institución tiene fama de contratar a los mejores especialistas del mundo, y no sería nada raro que sus expertos fueran capaces de proezas inalcanzables para el común de los investigadores del montón, pobres ratas de laboratorio que trabajamos en oscuros centros de investigación dejados de la mano de dios y sobre todo de los generosos “grants” del NIH.
Y como prueba de su competencia y de la eficacia de la acupuntura desarrollada por las siempre expertas manos de los Drs. Rosenthal y Lu se da la referencia de una publicación científica, que hasta se puede consultar total y gratuitamente en la web del NCBI ¡todo un lujo en estos tiempos en donde las grandes editoriales cobran 30 dólares por acceder a un artículo científico!
Sin embargo, el mencionado artículo no es un trabajo original de los acupunturistas del Dana-Farber demostrando que esta “terapia” es efectiva, sino una revisión sobre algunos ensayos que se han realizado sobre la posible eficacia de esta ancestral patraña.
En dicha revisión sólo se incluyeron los escasos estudios en los que se ha notado algún tipo de mejoría en los pacientes por muy marginal que esta fuera.
Sin embargo Lu y Rosenthal no citan en ningún momento el mucho mayor número de artículos publicados que no muestran beneficio alguno de esta superchería milenaria, de tal manera que se crea un sesgo que invalida este tipo de revisiones tal y como se ha indicado numerosas veces a la hora de evaluar a la acupuntura.
Y lo peor de esta revisión es que ni siquiera se comenta el más completo trabajo de revisión del campo realizado un par de años antes, un meta-metaanálisis que incluía casi 60 metaanálisispreviamente publicados que comprendían un total de 676 estudios sobre acupuntura, meta-metaevaluación que no detectó efectividad alguna de la acupuntura más allá del consabido efecto placebo. ¿Olvido? ¿Descuido? ¿Desconocimiento?, en cualquiera de los casos, un error garrafal de unos investigadores de tan prestigiosa institución.
Y si con esas estamos con la acupuntura, pues seguimos con otra de las pseudomedicinas chamánicas ofertadas por el Dana-Farber: el Reiki. En la misma web se declara no sabemos si con sorna o seriamente que el
Reiki es una técnica japonesa para reducir el estrés que es segura, natural y fácil de aprender.
Fácil, lo que se dice fácil es lo más fácil del mundo ya que como siguen comentado
Usted simplemente se acuesta sobre una mesa, con la ropa puesta,
No vaya a ser que desnudo ocurra cosas extrañas
mientras que un maestro de Reiki con licencia
Aunque la técnica sea fácil parece ser que no vale cualquiera, porque seguro que hay que controlar
coloca sus manos sobre varias partes de su cuerpo. Además de hacer que se sienta más relajado, seguro y estable, un instructor puede facilitar el dominio del flujo de energía a las zonas donde más lo necesita, creando a menudo una sensación de calor en esos lugares.
Ya saben, el experto manipula (nunca mejor dicho) con sus pases mágicos el flujo de una energía cósmica que nadie ha detectado o medido nunca salvo un monje budista, cuando allá por 1922 subió al monte Kurama próximo a la ciudad japonesa de Kioto para ayunar y meditar. Tras veintiún días de hambre y aburrimiento monumental (combinación ideal para dar rienda suelta a las más disparatadas locuras) parece ser que, tal y como lo contó él mismo después, sintió el Reiki en su coronilla (por favor no se rían) y alcanzó instantáneamente el Rei No (don misterioso para sanar) y el Satori que es
el momento en que se descubre de forma clara que solo existe el presente (donde nace el pasado y el futuro), creándose y disolviéndose en el mismo instante; con lo que la experiencia aclara que el tiempo es solo un concepto, que el pasado y el futuro son una ilusión al igual que todo el mundo físico. Satori es un momento de comprensión al nivel más alto, es ir más allá de la experiencia terrenal. Esta experiencia solo se da en niveles elevados de conciencia, comunes en los meditadores pero al alcance de cualquier persona.
Pues bien, con este bagaje tan científico los “expertos” del Dana-Farber nos informan que
Pequeños estudios han demostrado que la práctica puede ayudar a reducir la ansiedad en pacientes con cáncer.
Y tan pequeños, porque como buenos investigadores nos dan el link de un artículo científico publicado por ellos mismos sobre los efectos del Reiki en el bienestar de pacientes de cáncer de próstata en donde, con grupos de tan sólo 15 enfermos, se muestra que aunque no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de Reiki y el control ni en medida de ansiedad ni de depresión, sin embargo encontraron “una tendencia positiva” (vamos, que diferencias ninguna) en los pacientes del grupo de Reiki clasificados previamente como “ansiosos”, signifique eso lo que signifique. Por lo que este tan reseñable estudio que aparece en la web del Dana-Farber como prueba de que el Reiki es terapéutico concluye categóricamente que
La terapia Reiki tuvo un efecto positivo en los pacientes ansiosos. Un estudio más amplio para verificar y definir mejor los beneficios de estas terapias en los hombres con cáncer de próstata está justificado.
Es decir, no nos ha salido nada claro, pero si lo admitimos se nos acaba el chollo de abultar la factura de nuestros pacientes oncológicos cobrándoles por un par de pases mágicos, por lo que entonces vamos a intentar que alguna agencia investigadora siga derrochando dinero para que nosotros sigamos “estudiando” este cuento chino, nunca mejor dicho.
Y con este tan “científico” bagaje la web del Dana-Farber dice que
El Reiki está disponible para pacientes de cáncer adultos y pediátricos en sesiones individuales […] Pregúntele a su equipo de atención médica para obtener más información sobre el Reiki.
Traducido al Román Paladino: déjennos seguir estafándoles porque mientras que los tratamientos oncológicos ortodoxos tienen muchos gastos, “el dominio del flujo de energía” nos sale gratis y nosotros le facturamos después lo que nos de la real gana.
Y así estimados lectores se consigue la cuadratura del círculo, una terapia combinada que mientras que por una parte intenta curar al paciente con la medicina científica, aumenta por otro lado la cuenta de resultados de la institución con la pseudociencia más burda.
Todo un ejemplo de lo bien que funciona esamaravillosa medicina privada orientada al libre mercado y al capitalismo más salvaje, en donde si el cliente (perdón, digo paciente) solicita libremente (o con una pequeña ayuda, pero por supuesto no seamos mal pensados) que se le suministre la “terapia” alternativa de su elección (aunque casualmente bajo sugerencia de esos reputados médicos en los que confía ciegamente y a los que está pagando un dineral) no hay problema alguno.
Así que abierta la puerta ya a la estafa pseudomédica, no sería de extrañar que la lista de “terapias” complementarias en el Dana-Farber aumentara exponencialmente, porque analizando de manera racional este asunto ¿por qué tratar a los pacientes sólo mediante acupuntura y reiki cuando la homeopatía, la medicina tradicional china, la terapia floral o biomagnética, la medicina ayurvédica, la sanación mediante fe, los productos milagro y ese largo etcétera de pseudomedicinas y remedios inventados a lo largo de los siglos por los más variados iluminados o estafadores no van a tener su hueco dentro del prestigioso “Dana-Farber Cancer Institute”?
Eso sí, siempre que estas “terapias” sean administradas por magos, sanadores, chamanes, hechiceros o curanderos expertos y adecuadamente titulados por la Escuela de Magia Hogwarts o similares.
Reflexión final
Aunque el número de pacientes estudiados en cada ensayo clínico sobre acupuntura es variable, si tomamos el metaanálisis de Madsen et al. que estudió 13 ensayos clínicos que incluyeron entre unas pocas decenas y varios cientos de pacientes por estudio hasta un total de 3.025 enfermos, se puede calcular en unos 230 el número medio de pacientes por ensayo clínico.
Los Dres. Steven Novella y David Colquhoun calculan que se han realizado unos 3.000 ensayos clínicos para intentar demostrar la efectividad de la acupuntura, lo que rendiría la nada despreciable cifra de casi 700.000 enfermos estudiados a lo largo de los años.
Teniendo en cuenta los altos costes económicos que significan este tipo de ensayos (incluso en su fase piloto) y si le sumamos los también cientos y cientos de estudios realizados en ratas de laboratorio (muchísimo más caras de mantener y usar que los versátiles ratones) no hace falta ser un experto economista para comprender el inmenso despilfarro económico que ha significado el estudio más o menos científico (porque luego encima, tal y como se puede deducir del análisis de este tipo de ensayos, publicados generalmente en revistas de ínfima calidad, en demasiadas ocasiones estos estudios clínicos presentan importantes errores metodológicos como para invalidar la gran mayoría de ellos) de algo que podría haber sido descartado previamente sin ningún tipo de miramiento, debido al absoluto disparate científico de los postulados claramente esotéricos del Yin, del Yang, de los Cinco Elementos, del Qi-Xue-Jinye y los Zang-Fu en los que se basa esta milenaria pseudomedicina. Porque hacer ensayos clínicos con este tipo de “medicinas” es como si en la actualidad estudiáramos la posible efectividad de la Espagiria medieval, que es la farmacopea basada en recolectar y procesar plantas bajo las directrices de la Alquimia y la Astrología.
Y todo ello para que el pasado mes de junio se haya publicado un metaanálisis sobre el tema que ha “concluido” que
En comparación con los tratamientos simulado/placebo y farmacológico la acupuntura mostró resultados estadísticamente significativos. Sin embargo, la evidencia está limitada por el sesgo en los estudios incluidos y la heterogeneidad [de los mismos]. Se necesitan estudios bien diseñados para confirmar los resultados identificados en esta revisión.
Y después de esta no conclusión (que además muy seguramente será utilizada sesgada e interesadamente por los adeptos a las energías del plano astral) los autores se han quedado tan satisfechos por publicar este más que inválido metaanálisis, que nunca hubiera sido aceptado en ninguna revista con un mínimo de rigor científico.
P.D.
En una próxima entrega comentaré la infiltración de la pseudomedicina dentro del sistema sanitario español.
https://lacienciaysusdemonios.com/2016/07/05/los-negocios-son-los-negocios-la-paradojica-sanidad-privada-estadounidense/