De ser cierto que la élites gobernantes USA se confabularon para proteger a Hillary Clinton al “esconder” o “desaparecer” del ojo público al hacker Guccifer, allanándole un estorbo hacia su carrera presidencial, sería una muestra más sobre cómo se cocina la política a espaldas de los ciudadanos de ese país.
Un sitio hace alusión a un supuesto informe del Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR) en el que se especula sobre la desaparición por parte de las autoridades norteamericanas del hacker rumano Marcel Lehel Lazar (Guccifer), quien alcanzó renombre al develar todos los emails privados y públicos de la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
Según esta fuente, los tres oficiales del FBI enviados ayer a la prisión en la que se encontraba recluido, con la intención de entrevistarlo, no pudieron dar con el mismo.
Simplemente, estaba desaparecido.
La excusa de las autoridades del penal es que había sido trasladado el 25 de mayo a un destino no revelado.
La desaparición de Guccifer de su celda en el Centro de Oficina de Detención (DCB), con sede en Alexandria, Virginia, –quien ha sido prominente en uno de los mayores escándalos políticos de EEUU como consecuencia de su intrusión en el servidor de correo electrónico privado de la ex secretaria de Estado, lo que permitió que varias naciones como Rusia, China e Israel conocieran ampliamente el contenido de los mismos– resulta sumamente sospechoso y preocupante.
Se conoce que esperaba su sentencia para el 1 de septiembre de este año, luego de que llegó a un acuerdo de culpabilidad con el FBI.
El mismo sitio alude a que el traslado de Guccifer fue resultado de un acuerdo adoptado en una reunión secreta celebrada entre el ex presidente Bill Clinton y el Procurador general de los Estados Unidos, Loretta Lynch.
Por tanto, se culpa a la fiscal general de esta sospechosa “movida” por cuanto es la única funcionaria del gobierno de EEUU facultada para autorizar este traslado al tener bajo su mando a la Oficina Federal de Prisiones (BOP).
A todas luces parece un intento de entorpecer la investigación contra la Clinton y mantener a recaudo secreto alrededor de los 34,000 emails aún por ser conocidos.
Estos correos podrían desnudar la manipulación de la Clinton de las negociaciones de la deuda entre la Unión Europea y Grecia en un intento de enriquecer ilegalmente a su hijo-en-ley Marc Mezvinsky a expensas del pueblo griego.
Asimismo, podría evidenciar cómo ella conspiró con el general de la USAF, Philip Breedlove, para instigar una guerra con Rusia, aun cuando existía una orden expresa del presidente Obama de no hacerlo.
De ser cierto que la élites gobernantes USA se confabularon para proteger a Hillary Clinton al “esconder” o “desaparecer” del ojo público al hacker Guccifer, allanándole un estorbo hacia su carrera presidencial, sería una muestra más sobre cómo se cocina la política a espaldas de los ciudadanos de ese país.
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