Manuel González, el poco serio canciller de Costa Rica.
Como una forma de desquitarse en contra del Gobierno de Nicaragua por el reclamo que hiciera en torno a la copropiedad de la Isla Bolaños en la Corte Internacional de La Haya, Costa Rica emitió un comunicado “alertando” a sus ciudadanos sobre las visitas que realicen a nuestro país, uniéndose a una campaña sospechosa iniciada por los EEUU y México.
De acuerdo al comunicado de la Cancillería tica, el Gobierno costarricense ”recomendó” a sus ciudadanos que al ingresar a Nicaragua porten siempre sus documentos de identificación y guardar una fotocopia de pasaporte y de su cédula, también informar dónde se hospedarán, a pesar que nuestro país es considerado como uno de los más seguros de América.
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, “aconseja” que avisen hacia dónde se dirigen y con quiénes viajan, así como reportar la entrada y salida a nuestro país Lo sospechoso de estas “alertas”, incluidas las de EEUU y México, es que se realizan en medio de un proceso electoral y de forma “coincidente” terminan una vez finalizados los comicios.
Sin embargo, dentro de esta campaña a la que se une de manera oficiosa se el Gobierno de Costa Rica, existen contradicciones muy serias en el Ejecutivo, ya que mientras el presidente Luis Guillermo Solís,negó ante los medios que hubiera una crisis con Nicaragua, su canciller Manuel González no solo lo desmentía, sino que afirmaba que las medidas iban a aumentar.
El arrebato antinicaragüense de parte del canciller González lo llevó a admitir que esta medida y las próximas que se lleguen a tomar en contra de nuestro país, serán parte de un proceso de tensiones escaladas que su nación estará tomando, aprovechando que en este momentos Nicaragua vive un proceso electoral, en una clara demostración de prepotencia e injerencismo.
En tanto, aquí en Nicaragua medios de comunicación de la derecha, como el diario LA PRENSA se regocijan con las medidas adoptadas por el Gobierno de Costa Rica y le hacen un despliegue sin vergüenza alguna, al igual, que los llamados organismos de derechos humanos, como el CENIDH y la CPDH, que no solo ven con beneplácito, sino que se vuelven cajas de resonancia.
Estos autodenominados grupos de derechos humanos, así como LA PRENSA, además de criticar todas las medidas de seguridad a la que cualquier Estado tiene la obligación de tomar en defensa de su nación, dejan entrever no una advertencia, sino una amenaza de que a la campaña de México, Estados Unidos y Costa Rica se sumen otros países.
