La noche del 15 de julio, Turquía fue escenario de una tentativa de golpe de Estado. Un grupo de militares opuestos al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acompañados de vehículos militares y helicópteros, bloquearon y tomaron el control de zonas estratégicas del país, como los dos puentes sobre el Bósforo, la televisión pública estatal, el aeropuerto internacional de Ataturk o el palacio presidencial.
Los sublevados anunciaron que asumían el poder a fin de restablecer el orden constitucional y el Estado de Derecho en el país.
No se sabe a ciencia cierta cuántos golpistas participaron en la tentativa y quién o quiénes se encuentran detrás del levantamiento.
Según el Gobierno turco, los sublevados fueron dirigidos por varios militares de alto rango descontentos con el curso político actual del país, entre ellos el exjefe de las Fuerzas Armadas del país, Akin Ozturk.
Además, Erdogan ha considerado al clérigo Fetulá Gulan, actualmente en Estados Unidos, como el "cerebro" del intento de Golpe.
Entre las medidas adoptadas por el Gobierno, sorprende el número de detenciones llevadas a cabo y las declaraciones de Erdogan en las que vuelve a plantear la restauración de la pena de muerte en Turquía.
Hasta el momento, más de 7.543 personas han sido detenidas hasta el momento, según ha informado el lunes el primer ministro turco, cuyas palabras recoge el diario 'Haber Turk', entre ellas 6.000 militares, 100 policías, 755 jueces y fiscales, así como 650 civiles.
El toque de queda en el Kurdistán turco
A través de la ocupada televisión pública, los militares golpistas proclamaron la ley marcial y anunciaron la imposición del toque de queda en toda la nación, y hasta nuevo aviso.
Sin embargo, la prohibición de no salir a la calle no era nueva para los habitantes del sureste del país, con mayoría de población kurda.
Ese mismo viernes por la mañana, horas antes del golpe, las autoridades turcas impusieron un toque de queda de 24 horas en 16 localidades de las provincias de Diyarbakir y Mardin, según un comunicado del gobernador de esta última recogido por varios medios locales.
Tampoco es nuevo el toque de queda para los ciudadanos de Cizre, capital de la provincia de Sirnak, también de mayoría kurda.
La población ha vivido bajo el estado de excepción y cercada por el Ejército turco durante meses.
Sin embargo, la noche del viernes, sus habitantes pudieron salir a la calle: las tropas habían desaparecido.
Protesta en Bruselas (Bélgica) contra las operaciones del ejercito turco contra los militantes kurdos / ReutersFrancois LenoirReuters
En un informe publicado la semana pasada por Human Rights Watch, la organización denunció que el Gobierno de Turquía estaba bloqueando el acceso a las zonas de mayoría kurda de las organizaciones que quieren investigar supuestos abusos en masa perpetrados por las autoridades, entre los que se encuentran la matanza de civiles, el desplazamiento forzoso y la destrucción de la propiedad privada.
¿Cómo ha reaccionado el kurdistán turco?
El 7 de julio de 2015, el partido de Erdogan, el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) perdió la mayoría absoluta, por primera vez desde 2002, en las elecciones legislativas con la entrada de un nuevo partido en el parlamento: el Partido Democrático de los Pueblo (HDP), que representa a la izquierda prokurda. Erdogan se negó a negociar con las demás fuerzas políticas y no hubo se alcanzó un acuerdo de Gobierno. Por turcos volvieron a las urnas el 1 de noviembre de ese año y el AKP recuperó la mayoría.
Tras el intento de golpe de Estado, el Partido Democrático de los Pueblos se sumó a la condena, pero defendió una mayor democratización de Turquía para dar respuesta a la acción militar.
"Necesitamos la democracia más que nunca.
Nuestro mensaje a las fuerzas democráticas es que mantengan la lucha por la democracia", publicó su líder, Selahattin Demirtas, en uno de los numerosos mensajes que publicó el partido a través de su cuenta de Twitter.
El comunicado de la Confederación de los Pueblos del Kurdistán (KCK)
También condeno el intento de golpe de Estado el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), a través de un comunicado de la Unión de Comunidades del Kurdistan (KCK), que agrupa a decenas de organizaciones kurdas, recogido por ANF News.
Sin embargo, advirtió del peligro que supone describir a "Erdogan y a los dictadores fascistas del AKP" (Partido de la Justicia y el Desarrollo) como si fueran democráticos después de este intento de golpe.
"Es un enfoque aún más peligroso que el intento de golpe en sí mismo", afirma el texto que publicamos en su totalidad a continuación.
"Ha habido un intento de golpe por parte de personas cuya identidad y propósito aún no están claros. Llama la atención que este intento se produce en un momento en el que Tayyip Erdogan, según los informes, asignará Generales cercanos a él durante la próxima reunión del Consejo Militar que tendrá lugar pronto.
El hecho de que este intento de golpe se haya hecho en medio de un proceso que será testigo de los debates sobre la política exterior del gobierno fascista del AKP, es otra dimensión del mismo".
Combatientes kurdos portando la bandera del PKK en Raqqa (Siria) después de tomar el control de la zona / ReutersRodi SaidReuters
"Esta situación es la prueba de la falta de democracia en Turquía"
No importa en el marco de qué factores de la política interna o externa se concentra, y por qué razones se libra una determinada lucha de poder; en este caso no se trata de defender o no la democracia.
Por el contrario, esta situación es la prueba de la falta de democracia en Turquía.
Tales luchas de poder y los intentos por aprovechar esa energía lo antes posible, dan testimonio de cómo en los países anti-democráticos, un poder autoritario lleva adelante un intento de golpe para derrocar otro poder autoritario cuando las condiciones son las adecuadas.
Esto es lo que ha sucedido en Turquía".
Hace un año, Erdogan dio un "golpe de Estado en contra de la voluntad democrática" del pueblo
Hace un año, Tayyip Erdogan y el Palacio de Gladio dieron un golpe sobre los resultados de las elecciones del 7 de junio, llevado adelante junto al MHP (Partido de Acción Nacionalista), todos los fascistas, los poderes militares nacionalistas representados en el Ergenekon y una parte del ejército.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante el funeral de una de las víctimas del golpe de Estado / ReutersMurad SezerReuters
Este fue un golpe de Estado en contra de la voluntad democrática puesta de manifiesto por el pueblo. El fascismo del AKP hizo una alianza con todos los poderes fascistas y con una parte del ejército, incluido el Ministro de Defensa con el fin de eliminar el Movimiento de Liberación Kurdo y los poderes de la democracia. El fascismo del AKP movilizó al ejército en las ciudades y pueblos kurdos, incendió las ciudades y masacró a cientos de civiles.
Además, se promulgaron leyes para no permitir el juicio de los militares por los crímenes que han cometido.
"Intento de golpe llevado adelante por una facción militar contra otra facción militar existente"
Ya existía una tutela militar antes del intento de golpe que se dio ayer; lo cual convierte este caso en un intento de golpe llevado adelante por una facción militar contra otra facción militar existente.
Esta es la razón por la cual aquellos que necesitaban al ejército para dar un golpe, hasta ahora han aceptado la tutela militar existente y han tomado partido por Tayyip Erdogan.
El hecho de que el MHP y los círculos nacionalistas chovinistas tomen partido con el Palacio Gladio y sus aliados fascistas, revela claramente que esto no es un incidente de lucha entre los que están del lado de la democracia y los que están en contra de ella.
Describir a Erdogan como democrático después de este intento es "aún más peligroso que el intento de golpe en sí mismo"
Describir a Tayyip Erdogan y a los dictadores fascistas del AKP como si fueran democráticos después de este intento de golpe es un enfoque aún más peligroso que el intento de golpe en sí mismo.
Describir la lucha por el poder entre fuerzas autoritarias, despóticas y antidemocráticas como una lucha entre los que apoyan por un lado y los que son enemigos de la democracia por el otro, sólo serviría para legitimar la existencia de un gobierno despótico y fascista.
Turquía no tiene un grupo civil en el poder, o una lucha de las fuerzas de la democracia contra las fuerzas golpistas.
La lucha actual se centra en quién debe dirigir el sistema político actual, que es el enemigo de la democracia y el pueblo kurdo
. Por lo tanto, las fuerzas de la democracia no están del lado de ninguno de los bandos durante estos enfrentamientos.
Manifestantes kurdos piden la liberación del líder rebelde kurdo Abdullah Ocalan con motivo del 16º aniversario de su detención / ReutersMurad SezerReuters
"El pueblo kurdo está siendo sometido a ataques genocidas, fascistas y colonialistas"
Si hay un golpe en contra de la democracia, es el llevado a cabo por el fascismo del AKP. El control del poder político sobre el poder judicial, la aplicación de leyes y políticas fascistas mediante la mayoría parlamentaria, la eliminación de las inmunidades parlamentarias, la remoción de sus puestos y el arresto de los co-alcaldes y el encarcelamiento de miles de políticos del DHP y del DBP constituye un golpe mayor al que fue dado en este intento de golpe.
El pueblo kurdo está siendo sometido a ataques genocidas, fascistas y colonialistas sin precedentes en el Kurdistán.
"El AKP se ha transformado en un gobierno de guerra contra el pueblo kurdo"
Lo que ha llevado a Turquía a esta situación es el hecho de que el gobierno del AKP, se ha transformado en un gobierno de guerra contra el pueblo kurdo y las fuerzas de la democracia.
Manifestantes turcos se manifiestan contra el golpe de Estado frente a la Casa Blanca / Reuters Joshua RobertsReuters
Con su carácter monista, hegemónico y anti-democrático, ha mantenido a Turquía en el caos y en constante conflicto. Con su guerra contra el pueblo kurdo y contra las fuerzas de la democracia, se ha mantenido a Turquía en un estado de guerra civil.
El último intento de golpe de estado muestra que Turquía debe deshacerse del gobierno del AKP fascista y tener un gobierno democrático.
Es urgente para Turquía, democratizar y deshacerse de su gobierno
Los acontecimientos recientes hacen que sea urgente para Turquía, democratizar y deshacerse de su gobierno monista, hegemónico y fascista.
Dentro de este marco, las fuerzas de la democracia deben levantarse contra la legitimación de las políticas fascistas del gobierno del AKP bajo el disfraz democrático, y crear una alianza que pueda conseguir realmente democratizar el país.
Este intento de golpe hace que sea necesario que no nos detengamos en nuestra lucha contra el fascismo del AKP, sino que la potenciemos, para poner fin al caos y a los enfrentamientos en el país y para que pueda emerger finalmente una nueva y democrática Turquía.
María Jesús Vigo Pastur