Francia, que desde este 10 de junio acoge la Eurocopa 2016 –considerada la mayor fiesta del fútbol continental– está envuelta en una grave situación de seguridad pública y tensión social.
En los últimos meses todo el país ha sido escenario de huelgas y manifestaciones multitudinarias provocadas por la impopular reforma laboral presentada por el Gobierno.
Esta situación ha provocado desde paros en el sector del transporte hasta problemas de recolección de basuras tras el cese de actividad de las principales instalaciones de tratamiento de residuos parisinas. Todo ello sin contar con el fenómeno climático responsable de las recientes inundaciones en la capital.
Más de 90.000 policías, soldados y guardias privados estarán dispuestos en toda Francia para garantizar la seguridad durante todo el evento, según informó el ministro del Interior Bernard Canzeneuve el pasado miércoles en declaraciones recogidas por el portal de Eurosport.
No obstante, se prevén en los próximos días más movilizaciones y huelgas que pueden no solo generar disturbios y enfrentamientos con las autoridades, sino también dificultades para movilizarse entre las principales ciudades sede del campeonato.
Según informó Reuters, pese a la posibilidadd de que la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF) reestablezca su actividad –situación que ha provocado la cancelación de casi un tercio de sus rutas– aún continuan cerradas algunas de las principales vias férreas.
Por su parte, los pilotos de Air France anunciaron esta semana la cancelación de cerca del 25% de sus vuelos este sábado desde y hacia territorio francés.
RT