Los analistas estadunidenses aseguran que Donald Trump es una aberración, un candidato que está en contradicción con la moral alta y las ideas asociadas a la Casa Blanca y a EE.UU. en general, escribe el periodista John Wight. Sin embargo, se equivocan:
"En verdad, Trump no representa la idea, sino la realidad de América, la fea realidad de un país y una sociedad sin máscaras", señala en Wight en un artículo para RT.
Trump representa la realidad de América, la fea realidad de un país y una sociedad sin máscaras
"¿Que es EE.UU. sino un lugar brutal donde reinan la avaricia, la arrogancia y la crueldad?
¿Y quien es Donald Trump sino un hombre cuya vida entera ha sido testimonio de esos atributos particulares?", pregunta.
En 2008, el joven y desconocido senador de Chicago, Barack Obama, predicó la esperanza, unidad y cambio para un país "maltratado y magullado por los dos mandatos de George Bush".
Y ahora, recuerda Wight, siete años después, "la decepción sentida por muchos cuando se trata de Obama es imposible de negar".
"De hecho, la brecha entre la promesa de su presidencia y la realidad ha sido sin duda la más amplia de ninguna otra Administración en la historia reciente", subraya.
Y aunque su presidencia ha tenido logros notables como la normalización de relaciones diplomáticas con Cuba o el acuerdo nuclear con Irán, "no obstante Obama no pudo cumplir con las expectativas que sembró en los corazones y las mentes de los que creyeron en él, no solo en EE.UU. sino en todo el mundo", escribe.
A su juicio, si colocamos estos éxitos al lado del colapso de prestigio de EE.UU. y su influencia en Oriente Medio, la desigualdad dentro del país, la incapacidad de vencer al 'lobby' de las armas, el hecho de no combatir el racismo institucional en el cumplimiento de la ley o el fracaso a la hora de reformar el sistema de justicia criminal racista del país, aquellos "palidecen significativamente".
"Obama habló el lenguaje de la esperanza y el cambio antes de entrar en la oficina presidencial, ninguno de los cuales se materializó en cantidades significativas", afirma el analista.
Ahora, en 2016, entre los candidatos para reemplazar a Obama se encuentra el multimillonario Donald Trump, "a lo mejor la figura antisistema más improbable que haya habido nunca".
Según señala Wight, "es despiadado, cruel con sus oponentes, ávido de éxito y fama y dispuesto a hacer lo que sea necesario para ganar".
"En otras palabras, Trump, en vez de una aberración, es el ejemplo modelo para EE.UU. y el sueño americano. Él es EE.UU. despojado de los bordados, la finura y los bellos envoltorios", concluye.