Octavio Rothschuh, acusó cansancio ayer y al filó de las cuatro y media tarde decidió terminar con la audiencia del juicio en contra de Alvaro Montealegre Rivas, Hugo Paguaga y Roberto Bendaña, acusados de estafa agravada, crimen organizado y ofrecimiento fraudulento con fines de crédito.
Antes de iniciar la audiencia pidió disculpas por comenzar pasadas las dos de la tarde, cuando se citó a las partes a las nueve de la mañana.
Pero todo tuvo su causa, en realidad, el juez Rothschuh ingresó al auditorio “Augusto C. Sandino”, donde se realizan audiencias desde tempranas horas de la mañana, cuando los abogados acusadores adheridos a la fiscalía y la misma fiscal Gretel Fernández, llegaron, el juez atendía otras audiencias, hasta las dos de la tarde sumó, según lo manifestado por sus asistentes, un total de 10 audiencias, consideradas normales y atendió un juicio más, antes del proceso que se roba las cámaras de los canales de televisión.
Por la mañana, solo la abogada Regina Largaespada, defensora técnica de Roberto Bendaña, no estuvo presente, luego se explicó que había tenido ciertas complicaciones que le hicieron llegar al auditorio solo minutos antes de iniciar la audiencia. La abogada se disculpó y al mismo tiempo agradeció al juez por haber atendido su solicitud.
El trabajo que debe hacer un juez
El último caso que atendió el juez Rothschuh antes de iniciar la audiencia del juicio contra Montealegre y sus socios, fue de un hombre inocente y con dos meses de estar guardando prisión en el sistema penitenciario, solo porque lo confundieron con el verdadero acusado, un hombre al que señalan de robo agravado y que anda libre.
Angel Torrez Lechado, de 32 años, fue apresado el 18 de marzo por un delito que no cometió, cumplirá dos meses en prisión, cuando el verdadero acusado, que se llama Oscar Rufino Torrez de 49 años.
El juez oriento se hicieran los oficios pertinentes para librar al pobre hombre, pero como se deben cumplir determinados procedimientos con el Sistema Penitenciario, es posible que este hombre pase unas semanas más en su celda.
Al filo de las cuatro y media de la tarde y al concluir su testimonio la nueva víctima presentada por la fiscalía, José Angel Rodríguez Alanís, el juez dijo “estamos todos cansados” y dio por concluida la audiencia. Todos lo habían esperado desde las ocho de la mañana.
El juez, incluso, tuvo tiempo para atender una llamada telefónica antes del testimonio de Rodríguez Alanis.
“Debe ser por los lentes”
La abogada Johana Fonseca, defensora técnica de Hugo Paguaga, al momento de presentarse durante el inicio de la audiencia, pidió disculpas y comprensión al juez, porque había extraviado sus lentes y eso seguro le complicaría su labor esa tarde.
Durante el interrogatorio a Rodríguez Alanis, hizo una objeción, a la que el juez no le dio lugar y comprendiendo ella de inmediato, dijo que tanto papelero y espera posiblemente la tenían aturdida, pero la fiscal Gretel Fernández le dijo, de un extremo a otro, “debe ser por los lentes”.
El juicio es público
La abogada Fonseca también reclamó, al inicio del juicio, el hecho de que a los camarógrafos y fotógrafos se les permita unos minutos para hacer tomas de recursos y apeló a los derechos humanos del acusado, en tono molesto.
Niko Berríos de La Nueva Radio Ya, le dijo: “doctora si nos vamos a poner a hablar de derechos humanos…”. El cruce en los mismos términos, ocurrió tres veces, y la abogada le dijo “no se dirija a mí”.
Una periodista del Complejo Judicial pidió a Berríos evitar esa actitud y no hubo mayor altercado.
No obstante, justamente el juez inició la audiencia recordando que hay derechos que no se pueden limitar, uno de ellos es a publicidad del juicio, precisamente porque es oral y público, además, la autoridad ha girado instrucciones para que los periodistas hagan su trabajo como es debido.
http://www.trincheraonline.com/?p=92013