Este martes, durante el discurso de apertura de la Conferencia Nacional de Política para las Mujeres en la ciudad de Brasilia (Brasil), la presidenta Dilma Rousseff habló del juicio político en su contra y declaró que "no está cansada de luchar" pero si está cansada de "los desleales y traidores", informa el diario local 'Folha de São Paulo'.
"El último día de mi mandato será el 31 de diciembre de 2018", aseguró la jefa de Estado a las miles de mujeres participantes en el foro y prometió participar en todos los actos previstos para impedir su destitución, que será llevada a votación este miércoles 11 de mayo en el Senado brasileño.
"Voy a luchar [contra el 'impeachment'] con todas mis fuerzas, usando todos los medios disponibles, medios legales y medios de lucha", recalcó la presidenta.
Mientras tanto, en numerosos estados del país miles de personasse reúnen en el 'Día Nacional de Paralización y Movilización Contra el Golpe' en el cual han sido bloqueadas diferentes carreteras de las principales ciudades y paralizadas las actividades por varios sindicatos.
En las próximas horas el Gobierno de Brasil solicitará al Supremo Tribunal Federal la suspensión del juicio político contra la mandataria después de que Waldir Maranhão, presidente interino de la Cámara Baja de Brasil, revocara su propia decisión de anular el trámite de inicio del juicio político.
Con respecto a este tema, el político brasileño Beto Almeida opina que la oposición en Brasil quiere derrocar a Dilma Rousseff ya que persigue intereses geopolíticos externos.
En concreto, precisa que los intereses de las transnacionales petroleras, opuestas al Gobierno, que estaba nacionalizando paulatinamente el petróleo, se combinan con la oposición interna, que pretende, entre otros objetivos, "paralizar el proceso de la democratización".