Pablo Gonzalez

Proyección del FMI sobre el crecimiento económico de Nicaragua en 2016

NÉSTOR AVENDAÑO
Trinchera de la Noticia me entrevistó sobre la proyección del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial del crecimiento económico de Nicaragua para 2015 y el impacto de la reducción del crédito petrolero de Venezuela en la ejecución de programas sociales dirigidos principalmente a la población afectada por la pobreza, dada la caída de los precios internacionales del petróleo y de los combustibles.

 A continuación, les presento la entrevista.

Conocidas las proyecciones del Banco Mundial y el FMI sobre la economía de América latina, ¿qué tan acertados estarán ambas organizaciones sobre lo concerniente a Nicaragua?

Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) sobre el crecimiento económico de Nicaragua de 4.5% en 2016 y 4.3% en 2017 se observan alejadas de la realidad del desempeño productivo del país.

El FMI está castigando el crecimiento económico de Nicaragua, según mi entender, por dos razones: una, es la desaceleración económica mundial, caracterizada por la recesión de Brasil y Rusia, la desaceleración de la economía de China y el crecimiento anémico de la Eurozona, cuyos datos, al ser introducidos en el modelo econométrico fondomonetarista, afecta con una menor tasa de crecimiento al resto de los países, tanto de economías emergentes como de economías en vías de desarrollo.

 El principal socio comercial de Nicaragua es la primera economía mundial, Estados Unidos, que tendrá un buen desempeño en 2016 según las proyecciones del FMI: crecimiento económico, 2.4%; inflación acumulada anual,0.82%; y tasa de desempleo abierto, 4.85%. 

Por lo tanto, se prevé para Nicaragua, en su relación con Estados Unidos, un mayor volumen de venta de bienes primarios, una mayor entrada de inversión extranjera directa, un mayor flujo de remesas familias y un mayor número de turistas estadounidenses que visiten al país.

La otra razón es que 2016 es un año de elecciones presidenciales en Nicaragua, por lo cual el FMI, con la cautela de siempre, supone un detente inversionista del sector privado, principalmente extranjero, por aquel trillado argumento de que “hay que esperar quien gana la contienda electoral”, pero en nuestro caso ese argumento no funciona porque, por un lado, ya sabemos quién se alzará con la victoria electoral y, por otro lado, el actual gobierno ha cumplido con creces la políticas de ajuste macroeconómico: aumento de reservas internacionales, estabilidad del tipo de cambio, presión inflacionaria baja y estable, creciente carga tributaria, bajo déficit fiscal en porcentajes del Producto Interno Bruto (PIB), decreciente peso de la deuda pública externa en porcentajes del PIB y crecimiento económico sostenido e importante, pero también insuficiente para reducir subempleo, desempleo y pobreza.

 Sólo falta ejecutar la reducción del déficit comercial externo de bienes y, por ende, el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos.

Por consiguiente, el efecto de las expectativas electorales sobre la economía nicaragüense es igual a cero en esta ocasión.

 Entre 1996 y 2001, previo a los momentos electorales se registraba una fuga de depósitos que forzaba al Banco Central de Nicaragua (BCN) a elevar la tasa de encaje legal sobre los depósitos en dólares, y en 2011 este fenómeno económico despareció porque el BCN redujo la tasa de encaje legal sobre dichos depósitos.

 Ahora, en 2016 los problemas se observan exclusivamente en la en la arena política, con una oposición política desunida, sin programas y sin candidatos, que acrecienta el riesgo político del país.

Aunque asignan a Nicaragua proyecciones de crecimiento de 4.6% para este año, se refieren con preocupación a la posible reducción de los programas sociales. En este sentido, ¿qué impacto tendría en Nicaragua? ¿Qué tanto se verán afectados los programas sociales?

La reducción del financiamiento de los programas sociales con los recursos del crédito petrolero de Venezuela es una realidad.

 Este hecho tiene más efectos políticos que económicos, debido al posible desencanto de la población pobre, y especialmente extrema, que ha sido favorecida con esos programas sociales, porque se pone en riesgo el mantenimiento de la atracción del votante durante y después de las elecciones del 6 de noviembre próximo.

Sin embargo, es notorio que algunos de esos programas ya han sido trasladados total o parcialmente al presupuesto del gobierno central, por ejemplo, el bono salarial que es pagado con nuestros impuestos, o el aumento de recursos presupuestarios destinados a viviendas para el pueblo y calles para el pueblo.

 Dicho sea de paso, ese aumento del gasto público, vía consumo o vía inversión, no han disparado el déficit fiscal, el cual, con el gasto electoral, no superará el 2% del PIB esperado en este año y continuará siendo el más bajo entre los países del istmo centroamericano.

La recuperación del precio del petróleo y el congelamiento del comercio con Venezuela, ¿qué tanto afectarán al país y cómo?

Estimo que en 2016 y 2017 no se acelerarán los precios internacionales del petróleo y de los combustibles, no obstante el alza reciente del precio del barril de crudo WTI sobre la barrera de los US$40 ha sido más por razones especulativas y no por los fundamentos del mercado (una excesiva oferta y un lento crecimiento de la demanda), debido a la reunión que sostendrán los principales países productores de petróleo este fin de semana, en la cual, se supone, tratarán de congelar los niveles de extracción de crudo registrada a inicios de este año.

Por lo tanto, en el bienio 2016-2017 los precios de los hidrocarburos continuarán beneficiando a Nicaragua, disminuirá el ritmo de endeudamiento externo privado de ALBANISA, se reducirá también el financiamiento venezolano a los proyectos sociales y productivos y, en caso de que el volumen de las exportaciones nicaragüenses a Venezuela continúe en los bajos niveles de hoy o disminuya aún más, habría que buscar mercados alternativos para las materias primas, entre los que se distinguen principalmente los de los países centroamericanos.

 ¿Por qué? En 2007, el 35% del valor de las exportaciones se colocaba en Centroamérica, luego disminuyó hasta 19% en 2011 mientras se acrecentaba el valor exportado a Venezuela hasta 13.4%, y después subió levemente a 23% en 2015.

https://nestoravendano.wordpress.com/2016/04/15/entrevista-de-trinchera-de-la-noticia-sobre-la-proyeccion-del-fmi-sobre-el-crecimiento-economico-de-nicaragua-en-2016/

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