Pablo Gonzalez

Los programas sociales de supervivencia del Partido Pantera Negra de Autodefensa.



¨Sí, creo en la acción política. En cualquier tipo de acción política. Creo en la acción y punto. En cualquier clase de acción que sea necesaria. 

Cuando ustedes me oigan decir “por cualquier medio necesario”, eso es exactamente lo que quiero decir. 

Creo en todo lo que sea necesario para corregir las condiciones injustas: ya sea político, económico, social, físico, todo lo que sea necesario. Creo en ello siempre que esté dirigido inteligentemente y se proponga obtener resultados.¨ Malcolm X


La organización revolucionaria del Partido Pantera Negra de Autodefensa, organizó y puso en marcha desde mediados de los 60 hasta los años 80, toda una serie de programas sociales destinados a cubrir las necesidades básicas de las comunidades pobres de Estados Unidos, estos programas se concibieron dentro del concepto de ¨servicio al pueblo¨, y del de ¨territorialidad¨, pretendiendo crear espacios liberados y controlados por el poder popular en los que ir creando gradualmente una tela de araña asociativa desde las comunidades, opuesta a las lógicas del capitalismo en su fase imperialista de descomposición.


Estas estructuras de contrapoder y auto-organización se materializaron en un heterogéneo conjunto de servicios gratuitos: clínicas médicas, centros de investigación sobre anemia falciforme, programas de revisión dental, programas de optometría, servicios de ambulancias, programas cooperativos de alimentos, el exitoso programa de desayunos para niños que ofreció servicios a mas de 20.000 menores, cubriendo 19 ciudades, servicios de noticias e información intercomunales, programas de distribución de ropa, programas de asistencia jurídica, programas de apoyo económico y material a los presos, servicios de transporte para familiares de presos, servicios de transporte y de acompañamiento para ancianos, servicios de fontanería y mantenimiento, programas de control de plagas, programas de vivienda cooperativa, centros de desarrollo para menores, servicios de guardería, y las ¨escuelas de liberación¨ y ¨escuelas comunitarias¨.


Dentro de estos centros escolares destacó la escuela comunitaria de Oakland, donde se implementaría un método pedagógico alejado del sistema educativo oficial del Estado burgués, basado en un modelo individualista, competitivo, acrítico y carente de participación democrática, por el contrario, en estas escuelas liberadas se incidiría en la investigación científica, en premiar la participación y comunicación de los alumnos, en estimular su propio análisis crítico y colectivo de la información y la discusión posterior tras extraer sus conclusiones, en oposición a las opiniones de los instructores, sobre la historia y la sociedad.


El fomento de la participación de los alumnos llegaría incluso a la elección de comités juveniles por los propios compañeros, que tendrían capacidad de decisión y elección sobre las actividades del centro escolar. Se impartirían clases de lengua y literatura, español, matemáticas, ciencias sociales, oratoria, estudios ambientales, educación física y arte. Las instalaciones dispondrían de cafetería, cocina, centro de estudios, biblioteca, sala de arte y auditorio. También se realizarían actividades extra escolares: cine, creación científica, artes marciales, fútbol, baloncesto, natación y gimnasia.



Estos servicios se sumarían a la creación de cooperativas, como panaderías, zapaterías y fábricas textiles, que servirían para la creación de empleo, fomentando la autogestión, y al mismo tiempo sirviendo para financiar los programas sociales, que también obtendrían financiación mediante donaciones y la venta del periódico de la organización, ¨el pantera negra¨, que llegó a alcanzar tiradas de 250.000 ejemplares diarios.


En cualquier caso, el Partido Pantera Negra no vería estos programas de supervivencia ni a las cooperativas como un fin en si mismo, sino como un medio con el que ayudar a cubrir las necesidades inmediatas de las comunidades, incitándolas al mismo tiempo a la auto organización colectiva y utilizándolo como instrumento para elevar su nivel de concienciación política, así como fuente de financiación temporal para su actividad durante el largo camino hasta la toma del poder.



El éxito de este proyecto vería su fin ante la represión del gobierno, especialmente mediante la infiltración de agentes del FBI, que sembrarían la división y la desconfianza entre la organización, diseminando falsos rumores, documentos manipulados, amenazas y toda clase de mentiras para provocar enfrentamientos internos entre militantes, también se valdrían de la introducción masiva de drogas, especialmente la heroína, para destruir a la juventud, y del asesinato directo y selectivo de varios de los principales cuadros políticos del Partido, así como la detención y encarcelamiento de otros tantos. No obstante, el ejemplo sigue vivo hoy en día, y nuevos proyectos parece que intentan recoger nuevamente el testigo.



Referencias




Extraído del blog primeraxlinea.wordpress.com 

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Publicado por Odio de Clase

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