Aunque los propagandistas de la tiranía del capital sigan repitiendo, por interés o por estupidez, el dogma de la criminalización del comunismo, lo cierto es que, como confirman todas las encuestas, los rumanos vivían mejor antes de 1989, y no precisamente lo afirman por motivos ideológicos, sino por un mejor bienestar material.
Los datos son demoledores: Según la Inspección de Trabajo, publicados por Ziarul Financiar, de los cuatro millones y medio de rumanos que tienen actualmente un contrato de trabajo, el 83% tiene que sobrevivir con menos de 400 euros al mes.
La extremada desigual salarial creciente durante las últimas tres décadas de capitalismo en Rumania se puede apreciar con nítida claridad en los siguientes porcentajes:
-el 29% de los trabajadores con contrato de trabajo sobreviven con menos de 975 lei brutos al mes (unos 215 euros): 180 euros netos.
-un 54% reciben cada final de mes a cambio de su fuerza de trabajo entre 975 y 2400 lei brutos (215- 500 euros brutos): entre 180 y 400 euros netos.
-es decir, el 83% de los trabajadores de Rumania ganan menos de 400 euros netos al mes (el impuesto en Rumania, otra muestra de la desigualdad promovida desde las instituciones capitalistas, es único, independientemente del salario, y es del 16%).
-en el otro extremo, solo 200.000 privilegiados (un 4%) ganan más de 5.000 lei brutos al mes (unos 1100 euros), es decir, más de 900 euros netos al mes, la gran mayoría en la capital, Bucarest, mientras el 15% restante reciben entre 2400-5000 lei mensuales brutos (entre 500-1100 euros brutos, es decir, 400-900 euros netos).
La transformación de Rumanía en una colonia de las potencias imperialistas del entorno (principalmente Estados Unidos y Alemania, pero también Rusia, que también tiene importantes multinacionales saqueando recursos en todo el país, y la recién llegada China), tras la destrucción de toda la industria productiva nacional tras el golpe de estado de diciembre del 89, hace que la pobreza haya ido extendiéndose y multiplicándose y que los colectivos más desfavorecidos, como los niños, sean una de las víctimas más destacadas, sobre todo en el abandonado y olvidado medio rural.
Así, en el campo rumano la mayoría de los niños viven en familias sin más ingreso que la ayuda social, y el 72% de los infantes del medio rural no reciben por parte de sus familias, empobrecidas, una dieta mínima aceptable, lo que multiplica los casos de enfermedades graves y malnutrición.
La pobreza también multiplica el analfabetismo, porque un niño hambriento no puede aprender en condiciones, además de que la necesidad hace que los padres les utilicen para las labores domésticas u otras como la mendicidad o el trabajo de la agricultura de subsistencia.
Los datos muestran que el 37% de las personas de más de 15 años son analfabetas funcionales: no entienden lo que leen y no escriben correctamente. Más específicamente, en el medio rural, el 20% de los niños abandonan la escuela antes de los 14 años, siendo la tasa de abandono escolar total de casi un 20%, según los datos de Eurostat.
En las zonas rurales, después de la huida del país de casi tres millones de rumanos por motivos económicos tras la imposición del capitalismo en los años 90, la tasa de paro entre los jóvenes de entre 18 a 24 años es del 22%, y la tasa de ocupación activa (entre los 18 y los 60 años) es cercana al 50%.
El hambre y la pobreza han invadido Rumania
En estas condiciones, en Rumanía el 40.5% de la población rumana vive en los límites de la pobreza y de la exclusión social (el 51% en lo que se refiere a la infancia). El 35% de los niños sufren privaciones extremas.
Aún así, el poder de la propaganda y la manipulación mediática, y la metódica política de evitar como sea que la gente (los súbditos) sean capaces de pensar por sí mismos, hace que mientras se siguen repitiendo los tópicos goebblesianos de que en la Rumanía socialista se pasaba hambre (cuando la realidad y los datos del Banco Mundial -ver datos– muestran, por ejemplo, que en los 90 la pobreza en Rumania, como en el resto de los paises del este entregados a manos de las mafias capitalistas, la pobreza se multiplicó por 10).
Del blog ‘Un vallekano en Rumania / Un vallekan în România’