Pablo Gonzalez

Idan Raichel, un cantante "multicultural" israelí partidario de la tortura


El próximo jueves 3 de marzo actuará en la sala Caracol de Madrid el cantante israelí Idan Raichel. Su concierto está auspiciado por la Embajada de Israel en España. 

No es de extrañar, ya que Raichel se presenta a sí mismo ante el mundo como un embajador cultural de Israel

Las embajadas de Israel en todo el mundo dedican muchísimo dinero a promocionar a este tipo de músicos: gente maja, abierta, que afirma querer tender puentes entre israelíes y palestinos mediante su música. 

Hablar de Idon Raichel es hablar de multiculturalidad, de diversidad y coexistencia. Raichel afirma, sonriente, que cuando mira hacia atrás en los últimos años, está contento con el Israel que ve. 

No sabemos si está contento con la ocupación, los bombardeos masivos sobre población civil, la discriminación, la limpieza étnica, la colonización y el apartheid que millones palestinos sufren a manos del estado israelí desde hace décadas. 

De eso no habla. Sí sabemos que Idan Raichel está contento, él mismo lo dice, con la tortura practicada por el ejército israelí. Os contamos la historia.

Doron Zahavi fue oficial en la unidad 504, un cuerpo especial de inteligencia del ejército israelí. Una de sus funciones era el interrogatorio de prisioneros en manos del ejército. 

Uno de esos prisioneros fue Mustafa Dirani, secuestrado por fuerzas especiales israelíes en el Líbano en 1994. 

La inteligencia israelí creía que Dirani tenía información relevante sobre el posible paradero de Ron Arad, un piloto de caza israelí capturado por una milicia libanesa tras el derribo se su avión durante un ataque sobre la ciudad de Trípoli en 1986.

 Dirani, tras su secuestro, fue trasladado a Israel y puesto a disposición de Zahavi para ser interrogado. 

Según su testimonio, sufrió todo tipo de torturas y vejaciones durante más de un mes. Uno de los métodos empleados durante su interrogatorio, entre otros muchos, consistía en introducirle un palo de madera por el ano. 

Mustafa Dirani no dijo una sola palabra sobre el paradero de Ron Arad. Básicamente porque no tenía ni idea. La peor situación de una víctima de la tortura es no poder contestar a las preguntas que te hacen mientras te torturan.

Lógicamente, cuando el asunto saltó a la opinión pública, Doron Zahavi lo negó todo. Zahavi se quejó amargamente de estar siendo difamado por un terrorista libanés. 

Seguramente no contaba con la posibilidad de que en la unidad 504 hubiera alguien que, habiendo presenciado los métodos de interrogatorio de Zahavi, tuviese el valor de denunciarlos, o el poco estómago para no hacerlo. 

Lo había, pero no sabemos su nombre: el ejército israelí lo menciona como Het, una letra hebrea. Het, un coronel en la reserva que había servido en la 504, presentó testimonio de que él mismo había presenciado diversas forma de tortura durante los interrogatorios practicados por la unidad y, en particular, de que había estado en un interrogatorio en el que Doron Zahavi había torturado a un prisionero introduciéndole un palo de madera por el ano. 

No se trataba del prisionero Dirani. Al parecer, Zahavi le había cogido el gustito a ese método en particular y lo aplicaba generosamente en sus horas de trabajo.

 ¿Cuántos prisioneros a su cargo habrán sido torturados de ese modo por Zahavi? 

No lo sabemos, ni lo sabremos nunca. Het, el testigo de las torturas, retiró sus alegaciones tras ser interrogado por la policía israelí, ante la amenaza de encarar acciones legales por parte del abogado del torturador. 

Silencio corporativo. Nadie más en la 504 iba a apoyar su testimonio.

Zahavi ha sido ascendido a Consejero de la policía israelí en Asuntos Árabes en la Jerusalén ocupada, cargo que ocupa actualmente. 

En síntesis, se ocupa de gestionar la relación entre la policía israelí y la población palestina en territorio ocupado. Suponemos que su nuevo trabajo le va como anillo al dedo o, forzando la expresión, como palo de madera al culo.

Volviendo a la sala Caracol de Madrid, el simpático chico que actúa el 3 de marzo, Idan Raichel, el embajador de la divesidad y la coexistencia, tiene las ideas muy claras sobre la tortura. Nos limitamos a citar sus propias palabras:

“El hombre (Zahavi, el torturador) al que deberíamos estar agradecidos por la información sobre Ron Arad, en lugar de obtener una medalla, está luchando por su buen nombre. 

Es una vergüenza. Dirani nunca se preocupó por los derechos humanos de Ron Arad. Sinceramente, no tengo ningún interés en cómo obtuvo de Dirani la información sobre Arad.”

A Raichel no parece preocuparle que Dirani no pudiese dar ninguna información sobre el paradero de Arad, por mucho que fuese torturado. Más:

“Explicadme si en su interrogatorio hubiese sido suficiente leerle poesía del siglo XV (a Dirani) hasta que al fin nos diese información sobre el pobre Arad. Estoy seguro de que Zahavi no es un experto en ese tipo de poesía, pero sabe hacer bien su trabajo”.

La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), ha pedido a la sala Caracol de Madrid que cancele el concierto de Raichel. En los próximos días leeréis y escucharéis un montón de acusaciones en los medios de siempre acusando a la RESCOP de antisemitismo. 

La conclusión es también la de siempre: si pides el boicot contra un israelí, por mucho que apoye la tortura, eres antisemita. 

Lógica sionista. 

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