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Darwin y el darwinismo social


El darwinismo social no es mas que una utilización inapropiada de la teoría de la evolución de Darwin, precisamente para justificar la injusticia y también para ocultar la ineficiencia, donde los recursos son malgastados y derrochados por un pequeño grupo de parásitos sociales.

Ha sido muy común en nuestra sociedad, una sociedad económicamente capitalista, hablar y oír sobre el llamado darwinismo social. 

Es decir, de la lucha, de la competencia, en la que los mejor dotados finalmente ganaban la partida. 

De este modo la sociedad, este sistema social y económico, seleccionaba y premiaba a los mejores, que eran los que triunfaban. 

Bueno, esto puede parecer una buena explicación de cómo funciona esta sociedad nuestra, pero no es una explicación real, es una explicación ad hoc, preparada para dar una justificación a su funcionamiento.

 La realidad es algo diferente, bastante diferente. Así, vemos que determinadas familias se han perpetuado en el poder desde hace ya más de un siglo, lo vemos en Estados Unidos, en Inglaterra, en Alemania, en Francia, en España o en cualquier otro país bajo esta influencia. Ejemplos bien conocidos son los Rothschild o Rockefeller, entre otras. 

Lo que muestra que en gran medida tu nivel social ya está determinado desde la cuna, no por tus méritos. 

Luego habrá una lucha, más o menos encarnizada, por ver quién sirve mejor a estos poderosos señores, pero siempre entre un pequeño grupo de escogidos y estando siempre en un segundo plano. 

La mayoría de la población queda en gran medida marginada, y los que nacen pobres morirán pobres, por no tener siquiera oportunidad de poder alimentarse adecuadamente ni de estudiar. 

Por tanto, tratar de hablar de la igualdad de oportunidades, donde los mejor preparados triunfan y ascienden, no deja de ser un vano intento justificatorio de nuestro sistema social actual que no tiene ninguna correspondencia con la evidencia factual. 

Es más, tratar de aplicar a todo esto lo que uno de los más brillantes científicos, Darwin, descubrió sobre la naturaleza, es otro atrevimiento no debidamente justificado, sobre el intentar dar una explicación científica a lo que claramente no tiene tal explicación.

Darwin no hablaba con esta banalidad cuando trataba la evolución de los seres vivos. Claro que los seres vivos tienen que adaptarse al medio, de otro modo finalmente perecerían, pero lo que es importante recordar es que el ambiente, el medio, como los mismos seres vivos, son cambiantes. 

Hoy unos seres vivos parecen mejor preparados, aunque cada uno lo está para un medio y condiciones determinadas, y mañana las cosas cambian y son otros los que siguen el camino. 

Cuando miramos a la historia de la vida debemos hacerlo en toda su dimensión, no solo en un momento determinado. Por ejemplo, si miramos la duración del periodo de existencia de nuestra especie, que no llega a medio millón de años, vemos que es muy corto en relación a la historia de la vida. 

Así, las bacterias ya estaban aquí hace más de 3.800 millones de años, aunque estas, como otros seres vivos, se han diversificado, no son "fósiles" vivientes, sino seres actuales y modernos, como nosotros. También debemos pensar que si corremos la línea del tiempo, por ejemplo, un millón de años en el futuro, tal vez nuestra especie ya no esté, existiendo otras. 

Este último aspecto nos enseña mucho sobre la vida, sobre lo que Darwin vio y nos ha legado. En el desarrollo de la vida no hay una meta, un objetivo determinado con alguna especie o "clase social" particular, esto no existe en la naturaleza. No hay reyes ni señores por providencia divina. 

Otras de las cosas importantes que Darwin apreció muy bien es el origen común de la vida, la profunda interrelación entre todos los seres vivos, no importa la especie.

 Este es el mayor alegato que nunca se haya expresado contra el racismo y la discriminación de las personas por su origen social. Somos profundamente iguales en origen biológico y potencialidades, aunque cada uno es diferente.

Las ideas de Darwin han influido sobre nuestra sociedad mucho más de lo que solemos creer, no solo han influido mucho más que otros científicos, como: Newton, Einstein o Hawking, sino que lo han hecho también de forma fundamental en nuestra propia concepción del mundo. 

Él dio uno explicación muy consistente para un mundo secular, un mundo donde no es necesaria la interpelación a seres o mundos sobrenaturales, donde no había la necesidad de un creador. Como hemos comentado, también refutó la creencia de la inmutabilidad de los seres vivos, de las clases que no cambian. 

La vida es flujo, flujo con un origen común, mezcla y cambio, poco dada a clases estancas e inmutables. Precisamente un buen razonamiento contra este sistema político y económico actual, donde las clases sociales y las élites en el poder quieren mantenerse de forma perpetua. 

En el darwinismo social comentado se suele invocar la importancia de mirar solo por los intereses de uno mismo, pero en el trabajo de Darwin vemos algo bien diferente

Darwin proporcionó una base científica para la ética. La cuestión se plantea con frecuencia - y por lo general es rechazada- sobre si la evolución explica adecuadamente la ética humana. Muchos se preguntan cómo, si la selección recompensa al individuo solo por el comportamiento que mejora su propia supervivencia y su éxito reproductivo, tal puro egoísmo puede dar lugar a una ética fundamentada.

Ahora sabemos, sin embargo, que en una especie social no sólo el individuo debe ser considerado - todo un grupo social puede ser el destino de la selección. Darwin aplicó este razonamiento a la especie humana en 1871 en El origen del hombre. 

La supervivencia y la prosperidad de un grupo social depende en gran medida de la cooperación armoniosa de los miembros del grupo, y este comportamiento se debe basar en el altruismo. Tal altruismo, contribuyendo a la supervivencia y la prosperidad del grupo, también beneficia indirectamente a la aptitud de los individuos del grupo. 

El resultado viene a ser la selección favoreciendo el comportamiento altruista.(1)

Esta razonada explicación del pensamiento de Darwin a cargo de Ernst Mayr, uno de los grandes biólogos del siglo XX, nos debe hacer entender que se ha malinterpretado, utilizado y manipulado la obra de Darwin, el legado de Darwin, con el fin de engañar de algún modo a la gente para que acepte un sistema social completamente injusto, y también ineficiente, basado todo ello supuestamente en una explicación científica.

Este equivocado y malintencionado uso de supuestas explicaciones científicas no solo dieron lugar al darwinismo social, sino también a la eugenesia.

En la práctica, ambas doctrinas delataban a menudo un delirio de grandeza de la clase dominante, una ingenua fe en el progreso y una justificación pseudocientífica de cuestiones como el colonialismo, el racismo y el capitalismo desenfrenado.(2)

En definitiva, se utiliza la manipulación de la ciencia, la pseudociencia, para justificar métodos, ideologías e intereses que son en realidad completamente injustificables humana y científicamente.

Darwin también hablaba sobre la solidaridad, el amor y el respeto hacia nuestros semejantes, que junto a nuestra inteligencia bien utilizada es lo que merece la pena de nosotros, los seres humanos, lo que nos hace ser algo dignos y merecedores de tener una vida plena.

El socorro que nos sentimos movidos a prestar a los desvalidos nace principalmente del instinto de simpatía que antes adquirimos, lo mismo en los instintos sociales de que forma parte, y que más tarde va haciéndose más extensiva y eficaz. 

Nadie puede reprimir sus afectos de simpatía, aun en el caso de prescribirlo así severas razones, sin que la parte más noble de nuestra naturaleza no sufra y padezca.

 [El origen del hombre, pág. 135] (2)

Notas:

(1) Ernst Mayr. Darwin´s influence in modern thought. 23.9.1999. Enlace(2) Chris Buskes. La herencia de Darwin. Herder. 2009.


Publicado por Mikel Itulain

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