«… no espero ninguna mejoría [en mi situación], y esto porque no he cometido ningún crímen.
Podría esperar perdón y favor si hubiera hecho mal, pues las malas acciones dan a los que mandan ocasión para el ejercicio de la clemencia y el perdón, mientras que hacia un hombre inocente bajo condena les conviene mantener la más complete severidad, con el fin de mostrar que ellos han procedido de acuerdo con la ley.»
Galileo a Fabri von Peiresc, 21 de febrero de 1635.