Pese a los esfuerzos del Gobierno colombiano en la lucha contra el narcotráfico durante décadas, en el último año ha sido el principal productor de cocaína del mundo.
El rol del Gobierno estadounidense en esta lucha es bien conocido, pero no es el único.
El Reino Unido se ha unido a esta labor y por primera vez, agentes británicos han accedido a salir a la luz y contar su labor.
Las fuerzas especiales Jungla de la Policía antinarcóticos colombiana llevan a cabo con regularidad operativos encaminados a la erradicación de los cultivos ilícitos y laboratorios de procesamiento que generalmente se encuentran camuflados entre la basta selva del territorio colombiano.
Sin embargo, un operativo en cercanías de la frontera con Venezuela que llevó al desmantelamiento de un laboratorio con 5,9 kg de base de cocaína, tenía un ingrediente particular, publica en exclusiva la cadena BBC.
En esta ocasión, la misión contó con el apoyo la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido (NCA, por sus siglas en inglés), que intervino en las labores de inteligencia.
Uno de los agentes británicos involucrados señaló la importancia de estas operaciones no solo para Colombia, sino también para el Reino Unido, Europa y Estados Unidos en donde un kilo de cocaína puede alcanzar un valor de entre 40.000 y 50.000 dólares.
"En el Reino Unido tenemos una gran comunidad de consumidores de drogas y eso le causa un gran daño a la sociedad, tanto en términos de salud como por el hecho de que alimenta otras formas de crimen organizado", expresó Stephen Reynolds, vicedirector de la NCA y jefe de operaciones internacionales.
Aunque no son pocos los agentes británicos en Colombia, muchos de los cuales empezaron a operar en 1989, es poco lo que se conoce de su labor, catalogada de "invaluable" por el Gobierno colombiano.
Además de las tareas de inteligencia, las principales contribuciones británicas a la lucha antinarcóticos se centran en el apoyo técnico y la capacitación. Son muy reservados a la hora de exhibir sus triunfos y evitan cualquier tipo de escándalo, a diferencia de sus homólogos de la agencia antidrogas de EE.UU. (DEA), involucrados en varias situaciones bochornosas.
La gran cantidad de dinero que se mueve dentro del negocio del narcotráfico lo hace un enemigo difícil de combatir, pese a los esfuerzos coordinados de distintos países.
No obstante Reynolds ha optado por seguir luchando y añade que "es importante que los narcotraficantes no crean que son invulnerables".