Cada día más de 1.5 millones de hondureños y hondureñas salen de sus casas con la empedernida esperanza de encontrar una plaza de trabajo para sustentar las obligaciones económicas del hogar; esperanzas que se esfuman al ver la realidad del país, ese panorama que refleja una nación de desempleados.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, INE unas 194,188 personas están desempleadas completamente, de las cuales el 47.2 por ciento son jóvenes menores de 25 años, asimismo existen 431,420 personas con subempleo visible, es decir que estando ocupadas, trabajan menos de 36 horas a la semana y desean desempeñar más actividades para ganar mejor.
En cambio la Tasa de Subempleo Invisible (TSI) asciende a 27.7 por ciento, que en total suman 958,174 personas, estas son las que trabajan más de 36 horas y tienen ingresos inferiores a un salario mínimo.
Esos mismos datos oficiales dan cuanta que hay 1 millón 583 mil 782 hondureños que no tienen la oportunidad de ganarse un salario digno, la mayoría subsiste como puede, generando incertidumbre, decepción y depresión por no tener una fuente permanente de ingresos.
A este drama se suma un nuevo episodio que agudiza el calvario de quienes sí tenían un empleo permanente, hablamos de los 11 mil trabajadores y trabajadoras del grupo Continental quienes luego de la liquidación forzosa ordenada por el gobierno de Juan Orlando Hernández, ahora engrosan la cifra de desocupados.
Al Estado le ha quedado grande la camiseta de atacar el desempleo, las únicas medidas solo han servido como un analgésico a la problemática. Sus programas asistencialistas como: “con chamba vivís mejor”, “banca solidaria”, entre otros no lograr generar bienestar para la ciudadanía.
Este tipo de iniciativas ha creado según datos de la Secretaría del Trabajo un total de 52,531 plazas en dos años de administración, pero no han podido solucionar el problema de raíz y que en este momento se convierte en uno de los principales motivos de la migración.
A criterio de Liliana Castillo presidenta del Colegio de Economistas de Honduras, los programas asistencialistas no son la solución política que debe plantear el gobierno a la crisis de desempleo; todo lo contrario, para ella ese proceso atenta directamente contra los derechos de los trabajadores y su permanencia.
Se agudiza la problemática
La liquidación de Banco Continental abre una nueva coyuntura sobre el problema, son más de 11 mil las personas que son afectadas directamente y otras 25 mil de forma indirecta.
Castillo considera que: “económicamente afectará, hay que ver las proyecciones, pero es un hecho que la situación del grupo Continental dejará un fuerte daño al sostenimiento financiero del país”.
El gobierno ha manifestado que no tiene mucha capacidad para solventar el problema del desempleo, por tal razón acude a la inversión extranjera pero es insuficiente para cubrir todo lo que se necesita el país.
Necesitamos medidas políticas que ayuden a resolver los problemas de las personas de escasos recursos a la mayor brevedad posible y que no sea temporal sino que sea permanente”.
Es una tasa amplia de desempleo
Esta realidad también es analizada por otros sectores, uno de ellos es el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), quien a través de su subdirector, el economista Raff Flores manifiesta que el gobierno tuvo que medir esa decisión mucho antes, puesto que las repercusiones serán graves.
Flores dice que el impacto en el desempleo será alto porque el grupo financiero era una estructura sólida que no solo daba empleo, sino que aportaba al desarrollo económico en las áreas de producción, administración y sostenibilidad.
La realidad de los nuevos desempleados
En cada fiesta de bienvenida de año nuevo el pensamiento especulativo nos acostumbró a comer doce uvas con sus respectivos deseos, brindar por el bienestar y el éxito y esperar que todo será mejor que en el pasado; al momento de ese ritual en enero del 2015 nadie imaginó que quizá que las uvas no funcionarían y que los buenos deseos del prójimo pronto se convertirían en mensajes de solidaridad y consolación.
El fatídico mes de septiembre de 2015 marcó esa coyuntura y que hasta la fecha tiene contra la espada y la pared a miles de personas.
Una vez concretada la liquidación del Banco Continental, producto de las acusaciones de lavado de activos de sus propietarios, la familia Rosenthal, el gobierno a través de sus estructuras de seguridad inició con el aseguramiento de los bienes de cada una de las empresas, el despido de empleados y la reestructuración administrativa de las plataformas empresariales.
De la mano de los aseguramientos también se presentó el olvido y el desentendimiento del gobierno hacia los principales afectados de la crisis, los trabajadores siguen esperando respuestas ante su situación, muchos de ellos no pierden la esperanza de recibir los pagos que quedaron atrasados y también sus liquidaciones con base a lo estipulado en la ley.
En ese ambiente no solo está el desempleo, sino el cumplimiento de sus derechos, hasta la fecha el 100% de los afectados no recibe el pago de prestaciones.
Uno de los casos más sonados es el de Diario Tiempo, que dejó de funcionar en la última semana de octubre, ellos y ellas trabajaron un mes luego de la liquidación y no han recibido hasta el momento ni siquiera el pago de su salario y el cumplimiento de prestaciones está en el limbo.
Danilo Bustillo uno de los voceros de los empleados aseguró: “tenemos un mes sin recibir salarios pero seguimos con la convicción y esperanzas de obtener el pago de nuestros derechos laborales.
No han entregado carta de despido y seguimos haciendo nuestras acciones por nuestro lado para tratar que el gobierno y la Secretaría del Trabajo nos solucionen la situación.
Nos estamos asesorando legalmente y esperamos que podamos fortalecer el proceso de reclamo de nuestros derechos”.
"A la mayoría de trabajadores no les han pagado el mes"
Para el abogado laboralista Salvador Espinoza las autoridades deben respetar los derechos de los trabajadores y resolverles la situación fundamentado en lo que estipula la ley y evitar que se le violen los derechos.
Por ahora la única salida que ven los trabajadores del grupo Continental es seguir los procedimientos en base a ley y conjugarlos con la movilización, todo para poder lograr que el gobierno cumpla con sus obligaciones, pero la realidad les dice que su futuro inmediato es engrosar la terrible lista de desempleo existe en Honduras.
http://nonosolvidamosdehonduras.blogspot.com/2015/11/la-dura-realidad-de-2-millones-de.html