Según afirman diversas fuentes ucranianas de la zona pro-rusa que han contactado con el periodista de investigación Wayne Madsen, el gobierno central de Ucrania ha estado almacenando cilindros de gas tóxico y botes con otras sustancias venenosas en una planta eléctrica en Slavyansk, una ciudad en el este de Ucrania ocupada por las tropas de Kiev.
La presunta fuente en Slavyansk informa: “Hay cilindros con cloro, en no menos de cinco vagones cubiertos y también en otros contenedores de cuyos contenidos no sabemos nada, etiquetados con las palabras y los signos de “veneno”, “peligro” y “no toque sin protección”.
Todo esto fue traído bajo el disfraz de barnices y pinturas, aunque un ojo experto puede distinguir fácilmente que se trata de armas químicas”.
Este informe procedente de la región de Donbass también declaró que el servicio de inteligencia de la República Popular de Donetsk (DPR) fue informado por sus fuentes dentro del Servicio de Seguridad de Ucrania que Kiev tiene previsto utilizar las armas químicas en el este de Ucrania y luego culpar a los separatistas pro-rusos del este.
“Creemos que van a seguir la misma táctica que han utilizado los militantes en Siria: van a usar las armas químicas contra de sus propios soldados y civiles, y luego nos echarán la culpa a nosotros, tras invitar a los periodistas extranjeros, mostrándoles los cadáveres y levantando un escándalo en todo el mundo; después pedirán que las fuerzas de la OTAN actúen y nos bombardeen”.
Una fuente de la industria del ferrocarril y del transporte por carretera de Ucrania confirmó que los botes sospechosos vistos en Slavyansk eran, de hecho, transportados como carga peligrosa por el Servicio de Seguridad de Ucrania y la inteligencia militar de Ucrania, con la plena cooperación de Kiev y las autoridades locales.