EL BLOQUEO A CUBA

EL BLOQUEO A CUBA

Grecia o la desilusión de la izquierda occidental


Respecto a lo que podía ocurrir en Grecia se había desatado una euforia tal vez demasiado optimista. Un país desafiando a todo el poder económico, político y militar occidental. 

Sí, porque no solo se trataba de un tema económico.

 Ya saben o creo que deberían saber que como dijo el segundo presidente de los Estados Unidos de América, John Adams, a un país se le puede someter tanto mediante la deuda económica y también mediante medios militares. 

Y a estas dos amenazas parece haberse enfrentado el Gobierno griego.

 La primera buscaba crear un colapso en su sistema bancario de modo que los griegos no dispusiesen del bien del dinero con el que poder llevar a cabo su vida común, además del derrumbe de su economía mediante la falta de inversión y el aislamiento. 

Sin duda este era un grave problema, pero en absoluto insalvable. Se puede salir de estas situaciones y de peores, entre otros modos mediante la confianza y la acción conjunta de su población, añadido a esto por la búsqueda de nuevos socios inversores, como claramente eran China o Rusia. 

No obstante, esto ya estaba previsto y contemplado por unos y otros, tanto por la Unión Europea como por Grecia, de ahí que no extrañe demasiado que hayan podido entrar en juego también las amenazas, las amenazas militares. ElWashington Post nos indica lo siguiente:

Durante una reunión crucial con Merkel, el Presidente francés François Hollande y el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, Tsipras en un momento recibió una leve amenaza velada de que si se va y deja el euro, Grecia se arriesgaba también a ir geopolíticamente sola.

De acuerdo a dos funcionarios de Bruselas, con conocimiento del comunicado, el asunto se mostró como de una agresión de Turquía -una nación vecina vista en Grecia como una antagonista histórico-. 1
Lo que indica el Washington Post no es en absoluto descabellado. De hecho muchos ya teníamos en mente a cómo reaccionaría la OTAN ante un posible intento de Grecia de salir de la eurozona y posiblemente de la misma alianza militar. 

Las perspectivas desde luego no eran alentadoras, pues la OTAN no se iba a quedar tan tranquila sin hacer nada.

En esta tesitura, aunque obviamente no compartamos la actuación del Gobierno griego encabezado por Tsripras, podemos entender que humanamente haya sentido pánico. Porque de hecho su misma vida ya corría peligro. 

Y aquí está el fondo de la cuestión.

 ¿Existe realmente en Europa una izquierda que esté dispuesta a los mayores sacrificios con el fin de conseguir una verdadera revolución social que posibilite finalmente una sociedad con justicia social?

 ¿Existe en Europa algo semejante a lo que hay en América Latina en países como Venezuela, Ecuador o Bolivia? La respuesta creo también la debían de saber, y es que no, que no existe tal izquierda. 

Al menos una izquierda mayoritaria a nivel electoral. Tampoco existe en España, no se hagan muchas ilusiones con Podemos porque es todavía más timorata y falta de fondo que Syriza.

La diferencia entre la izquierda latinoamericana y la izquierda europea la pueden ver en muchos aspectos, pero uno crucial es su postura hacia el colonialismo y particularmente también en su actuación respecto a las guerras coloniales. 

La pudieron ver en relación a lo hecho en Libia y Siria, y de allí ver que la izquierda latinoamericana era honesta y congruente, denunciando y condenando como tales las agresiones con intereses comerciales para someter a países que mantenían su soberanía. La izquierda europea no fue ni lo uno ni lo otro. 

Y de aquello viene esto.

Pueden ver aquí la actuación de la propia Venezuela de Chávez en este asunto, tan difamada injusta y falsamente por este motivo por la izquierda occidental:



Deberemos recordar una vez más las certeras palabras de Jean Bricmont para describir la cruda realidad de la izquierda occidental.

A diferencia de la izquierda de América Latina, la patética versión europea ha perdido todo el sentido de lo que significa hacer política. 

No trata de proponer soluciones concretas a los problemas, y es solo capaz de tomar posiciones morales, en particular denunciando dictadores y violaciones de los derechos humanos en grandilocuentes tonos [algo que no se atreven por cierto a hacer en sus propios países, cuando hay muchas más razones para hacerlo, pues son los dirigentes de sus países quienes actúan como reales dictadores de todo el mundo y quienes se dedican a bombardear otros lugares de este mundo].

 La izquierda socialdemócrata sigue a la derecha como poco con unos años de retraso y no tiene ideas propias. La izquierda "radical" a menudo denuncia tanto a los gobiernos occidentales de cualquier forma posible y pide que esos mismos gobiernos intervengan militarmente a lo largo del globo para defender la democracia. 

Su falta de reflexión política les hace ser muy vulnerables a las campañas de desinformación y de convertirse en animadores pasivos de las guerras de EE.UU. y la OTAN. Esta izquierda no tiene un programa coherente y no sabría que hacer incluso si un Dios los pusiese en el poder. 2

Ahora viene la tragedia y el drama que van a sufrir los griegos, pues el dinero prestado que crea la deuda a cambio de los propios bienes de uno mismo es una trampa mortal que va matando poco a poco a las personas, arruina sus esperanzas, sus deseos, sus potencialidades y talentos. Acabando con su dignidad y con su propia existencia física por la dura e inevitable realidad del hambre y la necesidad diarias. 

Les dejo con este brillante artículo de tal vez el mayor experto en el mundo sobre este tipo de tragedias económicas, Michel Chossudovsky. Que conoce los terribles efectos de las acciones del llamado neoliberalismo ya desde los tiempos de la dictadura de Chile o la Venezuela de los años 70 del siglo pasado.


Notas:

1. Greek leader´s debt deal ignites revolt at home from austerity´s opponents. The Washington Post. 13.07.2015.
2. Jean Bricmont. Libya and the return of humanitarian imperialism. Counterpunch. 8.03.2011.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter