Pablo Gonzalez

Venezuela: en 1958 el criminal Richard Nixon fue atacado


En 1958, las relaciones entre Estados Unidos y América Latina habían alcanzado su punto más bajo.
En la población se respiraba un ambiente anti-imperialista, ya que el sentimiento general era que a los EE.UU. sólo les importaba la Guerra Fría para combatir al comunismo, y que se habían deslindado de la realidad económica y política de este lado del continente.

Bajo este ambiente caldeado, el entonces vicepresidente Richard Nixon realizó una gira “de buena voluntad” por algunos países de América Latina entre abril y mayo de 1958. Desde su inicio, la gira se tornó controversial, ya que mientras visitaba Perú y Uruguay, Nixon decidió participar en fuertes y agrios debates antiimperialistas organizados por grupos estudiantiles de izquierda. En ambos países también se organizaron fuertes manifestaciones de protesta cuestionando su visita, pero fueron realizadas y no pasaron a mayores. Sin embargo, en su visita a Venezuela la situación fue distinta y la cosa se puso tensa.

Hacía menos de cuatro meses que los venezolanos habían derrocado al dictador que, como había sido condecorado por los Estados Unidos, el ambiente se mostraba poco propicio para la visita de un funcionario estadounidense de alto rango. La prensa informaba acerca de los disturbios y del rechazo del que había sido objeto Nixon en las naciones vecinas. Así pues, que ni el Servicio Secreto estadounidense ni la Casa Blanca supieron leer la situación ni darse cuenta de que continuar la gira del vicepresidente no era lo más prudente y decidieron continuar con la siguiente escala que era Caracas.

La Juventud Comunista de Venezuela, que, para el momento, dirigía el movimiento estudiantil, organizó una gran protesta, a la que se le sumaron personas de las barriadas caraqueñas y pudieron evitar el propósito de Richard Nixon que era hacer una ofrenda floral al Libertador Simón Bolívar.

Recibimiento que le dieron los estudiantes en el aeropuerto 

Los incidentes se registraron desde su llegada a suelo venezolano el 13 de mayo de 1958. En el aeropuerto de Maiquetía mientras se entonaba el himno nacional de Estados Unidos y se escuchaba el saludo de los 21 cañonazos, una multitud –en su mayoría estudiantes- gritaba consignas en contra y mostraba a Nixon una gran tela blanca que decía “Fuera, Nixon”. El confundido vicepresidente tuvo el desatino de intentar acercarse a la muchedumbre a saludar, pero eso caldeó los ánimos y recibió una lluvia de escupitajos.


La caravana de Nixon salió del aeropuerto para hacer un recorrido por la capital y debido a la mala organización poco después fue detenida por el tráfico de Caracas, donde la limosina fue rodeada por un grupo de manifestantes ofendidos que atacaron la caravana y arrancaron las banderas de EEUU y Venezuela que adornaban el auto oficial.


Los enardecidos manifestantes golpearon las puertas y ventanas del auto con tubos de plomo, mientras otros les lanzaban piedras, huevos y tomates. El ataque fue tan intenso que estallaron los vidrios de seguridad y una esquirla impactó a Nixon en el rostro. En el interior del vehículo, agentes del Servicio Secreto se abalanzaron sobre el vicepresidente y sacaron sus armas. Milagrosamente en medio de la confusión, el chofer pudo acelerar y lograron escapar.



La escolta policial venezolana parecía temerosa a enfrentarse contra los airados civiles, puesto que ya habían sido víctimas de violentas turbas en meses anteriores cuando los ciudadanos se amotinaron y derrocaron al dictador pro-norteamericano Marcos Pérez Jiménez. Los uniformados solo detuvieron a un estudiante que se acostó en medio de la vía para que el auto de Nixon no pudiera avanzar, pero evitaron enfrentarse al grupo que trataba de volcar la limosina.

Las manifestaciones básicamente tenían como objetivo evitar que Nixon fuera a colocar una ofrenda floral al Padre de la Patria, Simón Bolívar, en el Panteón Nacional, como estaba planificado en el itinerario. A Richard Nixon no le quedó otra alternativa que refugiarse en la Embajada de los EE.UU. y fueron suspendidos todos los actos oficiales que estaban programados.

En este carro iba Richard Nixon

Estado en el que quedó el auto luego de la agresión 

Al enterarse de la agresión, funcionarios de la embajada de EEUU telefonearon al Presidente Eisenhower para informarle de los incidentes y éste ordenó inmediatamente la movilización de un escuadrón naval de la 4ta flota del Pacífico hacia la costa venezolana para utilizarlo sólo en caso de que el vicepresidente tuviera problemas para abandonar el país y debiera ser evacuado en helicóptero hacia un barco. Sin embargo al día siguiente, personal militar venezolano escoltó a Nixon y a su esposa Pat hasta el aeropuerto en una limosina blindada, su salida del país no registró incidente alguno.

Los disturbios en Caracas fueron una llamada de atención a los funcionarios de Estados Unidos, alertándolos del deterioro de sus relaciones con América Latina. En los siguientes meses los EE.UU. aumentaron tanto su asistencia militar como económica a la región, sin embargo, no fue hasta que Fidel Castro llegó al poder a Cuba en 1959 que los Estados Unidos realmente se dieron cuenta de la magnitud del descontento y la rebeldía en América Latina.



Publicado por Odio de Clase 

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