Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

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Compañías rusas y occidentales rivalizan en inventiva a fin de burlar las sanciones económicas occidentales contra Rusia.

A pesar de las sanciones económicas que EEUU y la UE han aprobado contra Rusia, la actividad comerciales entre compañías rusas y occidentales prosigue, señala el periódico británico Financial Times (FT). 

Según el diario, las dos partes utilizan todo un arsenal de métodos a fin de contornear las sanciones, que no funcionan más que de forma teórica.

Hace un año que Rusia vive bajo el régimen de sanciones económicas, señala FT. Desde su entrada en vigor, diferentes compañías rusas no pueden ya obtener fondos en los mercados occidentales e importar equipos militares y de doble uso de Europa y EEUU mientras que ciertos acuerdos en el sector energético están prohibidos.

Sectores bancarios de la UE y de EEUU confirman que la actividad comercial continúa estando reducida. Sin embargo, no sucede lo mismo en otros sectores, señala FT.

“Existen productos y servicios que se han visto golpeados por las sanciones pero sólo teóricamente. Parece que las compañías han logrado contornear las sanciones”, dijo Chris Weafer, cofundador de Macro-Advisory, con sede en Moscú.

Según él, es evidente que los gobiernos de ciertos países occidentales cierran los ojos a este hecho. Lo importante es realizar los negocios de forma discreta.

El periódico cita varios medios utilizados por las compañías rusas y occidentales. En primer lugar, algunas empresas efectúan exportaciones hacia Rusia a través de países terceros, tales como Turquía y Brasil, que no han aprobado sanciones contra Moscú.

Otras compañías se sirven de fábricas situadas en países terceros a fin de ejecutar los pedidos de productos de doble uso, teóricamente prohibidos, por parte de Rusia.

Otro medio es la creación de nuevas compañías por parte de los grupos rusos que, tras las sanciones, se han visto privados de toda posibilidad de comprar productos a sus suministradores habituales.

Según el testimonio del director de una compañía francesa que opera en Rusia, una compañía rusa que no figura en la “lista negra” de sanciones ha efectuado un pedido de parte de un grupo público ruso que sí figura en la lista.

Por otro lado, las compañías logran contornear las sanciones gracias a las nuevas normas de regulación. Así por ejemplo, la UE autoriza una cooperación parcial entre las compañías europeas y el grupo petrolífero público Rosneft, especialmente en el marco de proyectos conjuntos en el Ártico.

Agencias

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